jueves, 12 de marzo de 2015

Prisión para un cineasta chino por rodar un documental sobre la Constitución y Directoras reivindican a la mujer en la industria del cine latinoamericano

Información: Prisión para un cineasta chino por rodar un documental sobre la Constitución - 30/12/2014 3:13:00

"El director de cine chino Shen Yongping, autor de un documental sobre la historia de las constituciones en China, fue condenado hoy a un año de prisión, una sentencia que según activistas de derechos humanos busca presionar a la industria cinematográfica nacional para que no se involucre en política.
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Que opina usted? Directoras reivindican a la mujer en la industria del cine latinoamericano - 26/09/2014 11:24:00

"Cuatro cineastas latinoamericanas invitadas al Festival Internacional de Cine de Paraguay pidieron hoy más espacios de trabajo para las mujeres en todos los niveles de la industria cinematográfica y reivindicaron ""la sensibilidad de la mirada femenina"" en las películas.
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Que opina? Cómic en cine: American Splendor, de Shari Springer Berman y Robert Pulcini - 03/04/2014 1:30:45

" Lo decía en la entrada correspondiente a "Ghost World" (id, Terry Zwigoff, 2001) y no está de más repetirlo, aunque sea brevemente: la poca presencia del mundo editorial independiente del cómic en el séptimo arte era algo incomprensible dada la vastedad de propuestas que, desde mediados de los setenta, se habían desarrollado en Estados Unidos en tan abonado campo. Obvio es que los superhéroes tienen mucho más tirón comercial, pero que el cine también de corte indie, claro no se hubiera dejado tentar más por cierto tipo de tebeos era un craso error a subsanar por la industria cinematográfica.
Y el filme que hoy os traemos es uno de esos necesarios parches con los que demostrar a propios, y sobre todo a extraños, las muchísimas posibilidades que la narrativa secuencial a veinticuatro fotogramas por segundo ofrece al universo de las viñetas, dándose cita en esta "American Splendor" (id, Shari Springer Berman y Robert Pulcini, 2002) algunas de las ideas visuales más afortunadas que los apasionados de ambos mundos hemos tenido la dicha de poder visionar en la oscuridad de una sala de proyección.
"American Splendor", el cómic

La obra de Harvey Pekar siempre estuvo impregnada de un pesimismo existencial que en ningún momento maquilló o hizo intento de suavizar, incluso convirtió esa desazón en una seña de identidad característica de todos sus cómics. Retratos de la vida cotidiana, en eso se especializó un autor que tras su paso por la universidad recaló en una tienda de discos desde donde daba rienda suelta a su pasión como crítico de música jazz. Fue precisamente en este sitio donde conoció a uno de sus socios más fieles, un joven Robert Crumb que por aquél entonces vendía postales ilustradas por él mismo.
Más tarde, cuando Crumb gozaba de un nombre dentro de la industria, sus caminos volvieron a cruzarse para dar como resultado una obra que brilló con un esplendor sin igual y que a día de hoy sigue inspirando a multitud de autores. De esta manera nacía en 1976 la primera entrega de la sociedad Pekar/Crumb, "American Splendor", una cabecera desde la que sus autores mostraban a todo el mundo el día a día de los habitantes de Cleveland. Una visión que, tal y como se ha apuntado un poco más arriba, dejaba poco sitio al "buen rollo" y a las historias alegres o algo más ligeras.
Crumb sería el primero de los muchos dibujantes que ilustraron unos guiones facturados por un Pekar que hizo de su trabajo como archivista en un hospital de veteranos una de sus principales fuentes de inspiración. Poco a poco los lectores fueron interesándose cada vez más por el discurso amargado y siempre combativo de un escritor que no dejaba títere con cabeza y a la primera de cambio siempre conseguía convertir un episodio cotidiano en una guerra personal contra la injusticia.

Los aficionados al llamado cómic alternativo o underground podemos respirar un poco más tranquilos sabiendo que la crítica se acordó del genial autor de Ohio cuando éste aun estaba vivo. Dos de sus obras capitales como "Our Cancer Year" y, sobre todo, la mencionada "American Splendor" recibieron multitud de galardones entre los que cabría destacar el American Book y el Harvey pero todo aquél que conozca la personalidad de Pekar sabrá que mucho más ilusionado se mostraba al recibir el cariño y el reconocimiento de sus compañeros de profesión.
Un listado éste de nombres que provoca cierto vértigo ya que auténticas vacas sagradas del Noveno Arte prestaron algo de su tiempo al cascarrabias autor: Alison Bechdel, Chester Brown, Gary Dumm, Dean Haspiel, Spain Rodriguez, Joe Sacco, Jim Woodring, Richard Corben, Eddie Campbell e incluso el genio de Northampton, Alan Moore llegaron a trabajar codo con codo con un autor siempre sorprendente y nunca acomodaticio que dejo tras de sí un legado inigualable que supone una de las mejores radiografías que el mundo del cómic haya hecho de una buena parte de la sociedad estadounidense.
"American Splendor", una genialidad brillante

Lo decía al comienzo de esta entrada, "American Splendor" no sólo es un filme sobresaliente sino que, desde el punto de vista de un análisis que intentara entresacar virtudes narrativas que fusionen lo mejor de los dos mundos que analizamos desde hace meses en este especial, la cinta firmada por Shari Springer Berman y Robert Pulcini es un continuo hallazgo que ejemplifica, casi mejor que cualquier otro título de los que han acercado formas entre cómic y cine, lo mucho que ambos universos pueden aprender el uno del otro sin perder en ningún momento su idiosincrasia.
Brillantes documentalistas, como ya habían demostrado en las tres producciones que precedieron a la que hoy nos ocupa muy recomendable es "Hello, He Lied & Other Truths from the Hollywood Trenches" (id, 2002), espléndido análisis sobre la figura del "productor", lo que Berman y Pulcini plantean con este filme que les valió la nominación al Oscar al Mejor Guión Original así como el Gran Premio del Jurado en Sundance o el FIPRESCI en Cannes es una precisa fusión entre narración dramatizada y seguimiento documental.
Para ello, los cineastas plantean un ejercicio en el que se mezcla de forma brillante la dramatización de los acontecimientos fundamentales de la vida de Pekar algunos de los cuales hemos apuntado más arriba en la parte correspondiente al cómic con incursiones tanto del artista como de aquellos amigos o familiares que resultan fundamentales para conocer la trayectoria vital de tan puntal autor. El resultado de dicha fusión, aderezado con una serie de recursos a cada cuál más elocuente, es una cinta asombrosa poseedora de un envidiable ritmo y un par de interpretaciones de lujo.

Entre los primeros, cabría citar aquí la inclusión de una secuencia animada, esos bocadillos de pensamiento que, de cuando en cuando, puntualizan lo que el personaje está discurriendo en ese momento sin necesidad de que se verbalice, las recurrentes apariciones tanto en off como en vivo del auténtico Harvey Pekar genial la decisión de mostrar éstas con un fondo en blanco como si de una viñeta de sus cómics se tratara o la recuperación de las intervenciones que el autor hizo en el show de David Letterman, evitando su reinterpretación por parte de Paul Giamatti.
Todos esos momentos ponen de relieve las muchas concomitancias que "American Splendor" guarda para con la magistral "Annie Hall" (id, Woody Allen, 1975), resultando evidente la influencia de la cinta del genio neoyorquino en la personalidad de un filme que, en espíritu, queda marcada por la antítesis de lo que éste representa. Y es que en "American Splendor" no podrían haberse dado cita dos personalidades más opuestas como las que ostentan Harvey Pekar y Woody Allen, llegando a afirmar éste último en la citada "Annie Hall" que su mayor temor es "que me impacte un rayo y me convierta en uno de esos tipos que venden cómics en frente de Bloomingdale"s"…vamos, en un Pekar cualquiera.
Pero más allá de las claras similitudes entre ambos filmes, el hecho de que "American Splendor" sea una historia real y no de ficción, hace que sea algo completamente diferente a "Annie Hall", ni mejor ni peor, pero sí muy diferente, un hecho que quizás queda expuesto en su mayor calado en ese personaje central en el que se transforma, y de qué manera, Giamatti: el trabajo del actor, uno de los mejores de su carrera, es asombroso tanto a nivel gestual como vocal, algo que comparte, aunque no en la misma medida, una espléndida Hope Davis como la sufrida esposa del artista.
Rodeado de toda una galería de "freaks" antológico es lo de Judah Friedhandler como Toby Radloff y con unos diálogos brillantes, elocuentes, cínicos y que son el perfecto espejo en el que el cómic original puede mirarse, me atrevería a afirmar, sin temor a errar mucho, que en virtud de todo lo anteriormente expuesto y de todo aquello que siempre termina quedándose por un motivo u otro en los márgenes de estas entradas "American Splendor" es el mejor e insuperado ejemplo de lo que el mundo del tebeo independiente estadounidense ha llegado a dar de sí en la gran pantalla. Ahí queda eso.
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La noticia Cómic en cine: American Splendor, de Shari Springer Berman y Robert Pulcini fue publicada originalmente en Blogdecine por Sergio Benítez.

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