domingo, 27 de diciembre de 2015

tráiler y cartel de la nueva comedia de Sacha Baron Cohen y La era de Ultrón"

Noticia, "Agente contrainteligente" (The Brothers Grimsby), tráiler y cartel de la nueva comedia de Sacha Baron Cohen - 10/12/2015 9:01:58

" Sacha Baron Cohen ha vuelto con una comedia de espías. Tras dos teasers, Sony presenta el definitivo tráiler de "Agente contrainteligente" ("The Brothers Grimsby"), nueva película del protagonista de "Borat", "Brüno" o "El dictador" ("The Dictator"). Dirige Louis Leterrier responsable de "El increíble Hulk" ("The Incredible Hulk") o "Ahora me ves" ("Now You See Me") y el estreno tendrá lugar en marzo; en España la podremos ver un poco antes, a partir del 26 de febrero.
Junto al gamberro Cohen (coautor del guion) encontramos en el reparto a Mark Strong, Ian McShane, Isla Fisher, Rebel Wilson, Gabourey Sidibe, Scott Adkins (""Ben Affleck ucraniano"") y Penélope Cruz, vista recientemente en el tráiler de otra loca historia de espionaje: "Zoolander 2". Esperemos que las dos propuestas cumplan su objetivo: entretener y hacer reír a carcajadas...

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Es Noticia, Tom Hiddleston explica por qué Marvel eliminó a Loki en "Vengadores: La era de Ultrón" - 06/10/2015 8:30:40

" Al fin se ha aclarado por qué no vimos a Loki en la secuela de "Los Vengadores". Se sabía que Tom Hiddleston participó en el rodaje de "Vengadores: La era de Ultrón" ("Avengers: Age of Ultron") pero su cameo fue eliminado del montaje que llegó a los cines. El motivo: Marvel no quiso confundir a ningún espectador con la presencia del villano. Es un poco estúpido, sí...
Hiddleston lo ha explicado durante una entrevista con motivo del próximo estreno de "La cumbre escarlata" ("Crimson Peak"). El inglés cuenta que acudió un día al set para actuar junto a Idris Elba y Chris Hemsworth en la escena del sueño de Thor (recordemos que Bruja Escarlata penetraba en las mentes de sus enemigos para dividirlos). Como es habitual en Hollywood, Marvel organizó pases privados de la película para obtener opiniones del público y hubo gente que pensó que Loki manejaba a Ultrón. Para evitar malentendidos se quitaron esos planos.
A continuación os dejo tres vídeos; en el primero tenéis a Tom Hiddleston comentando la ausencia de Loki en "Vengadores 2", el segundo es una escena eliminada con Thor en la cueva (metraje controvertido porque Joss Whedon fue obligado a filmarlo) y el tercero incluye tomas falsas del rodaje (si os gustan hay otros dos vídeos aquí):
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Información: Cómic en cine: "Spider-man", de Sam Raimi - 02/04/2014 0:01:17

" Respaldado, ya de forma definitiva, por el éxito que había supuesto la primera entrega de la franquicia mutante de manos de Bryan Singer, Marvel se disponía con fuerza a iniciar, ahora con paso firme, su andadura en el mercado cinematográfico, abriendo una etapa que, algo más de una década después, ha llevado a La Casa de las Ideas y su contrapartida a veinticuatro fotogramas por segundo a coronarse de forma indiscutible como la reina en lo que al cine de superhéroes se refiere, muy por delante de una DC que no ha sabido reaccionar a tiempo y a la que todavía le queda mucho camino por recorrer.
Y si con "X-Men" (id, 1999), la Fox se marcaba el primer tanto y concretaba, como comentábamos hace unas semanas, una cinta (casi) modélica que ha soportado perfectamente los tres lustros que han transcurrido desde su estreno algo que no se puede afirmar, como iremos viendo a partir de ahora, de muchas de las propuestas que nos han llegado de Marvel, serían aquí Sony y Columbia las encargadas de establecer uno de los mayores éxitos comerciales de lo que llevamos de siglo, la cinta más taquillera de su año en Estados Unidos y el primer filme que sobrepasó los 100 millones de recaudación en su primer fin de semana.
"Spider-man", el cómic

1962 fue un año capital para el mundo del cómic de superhéroes en general y, por supuesto, para Marvel, Stan Lee y Jack Kirby en particular. Con sólo dos números en la calle el primero aparecido en noviembre de 1961, "Los Cuatro Fantásticos" se asentaban durante aquellos doce meses como uno de los pilares fundamentales llamados a redefinir la idea de tebeos de "tipos en mallas" que tenía el público estadounidense. Una idea que, alterada por la presencia de la primera familia, sería aún más trastocada con la aparición en agosto de aquél año del número 15 de "Amazing Fantasy".
En su portada, un héroe enfundado en un colorista traje azul y rojo dibujado en espléndidas maneras por Steve Ditko otro de esos nombres fundamentales para entender el resurgir del cómic de superhéroes, un nombre, Spider-man y, ya en el interior, unas páginas que estaban llamadas a convertirse en toda una leyenda revisada en incontables ocasiones en infinidad de modos. Convertido gracias a los lectores en uno de los tebeos más vendidos de la historia de la editorial hasta ese momento, no tardaría mucho la cúpula de la Marvel en otorgar colección propia al trepamuros.
Y así, con fecha de marzo de 1963, aparecía el ya mítico "Amazing Spider-man" número 1, segunda piedra angular en la definición tanto del alter ego de Peter Parker como del Universo Marvel que venía a reforzar la clara impresión de que, al crear al héroe arácnido, Stan Lee había vuelto a romper moldes. Una impresión reforzada, obviamente, por el tratamiento que el visionario guionista daba al protagonista adolescente, un rango de edad que hasta entonces se asociaba en el mundo del cómic a papeles secundarios o, como es el caso de Robin, a sidekicks del héroe de turno.

El golpe de genio que este tratamiento supuso, fue lo que llevó al "amistoso vecino" a convertirse en muy poco tiempo en todo un referente de la cultura popular yanqui hasta tal punto que, en una encuesta realizada en ciertas universidades estadounidenses por la revista Esquire, Spider-man se encontraba junto a Hulk, Bob Dylan y el Che Guevara como los iconocs revolucionarios favoritos de los estudiantes (sic). Tamaña posición la había logrado el trepamuros en tan sólo dos años en virtud de lo que muy bien expresaba uno de los encuestados:"(Spider-man) está asediado por infortunios, problemas de dinero y cuestiones existenciales. En resumen, es uno de nosotros".
Con el paso de los lustros, la popularidad de Peter Parker, Tía May, Mary Jane Watson, Gwen Stacy, Norman Osborn y todo el amplio elenco de villanos que las diversas mentes creativas que vayan pasando por las páginas de la colección pondrán a su disposición, seguirá en aumento en virtud de instantes de esos que, leídos, nunca podrán borrarse de tu memoria lectora, ya sea por lo trágico de los mismos la inesperada muerte de Gwen a manos del Duende Verde o por haber supuesto uno de las decisiones editoriales más criticadas de la historia de la Marvel si a lo que nos referimos es a la infame "Saga del Clon".
Adornado a lo largo de sus cincuenta años de historia por nombres como los de John Romita Sr., John Romita Jr., Mark Bagley los tres artistas que de forma más amplia han dibujado al arácnido, con el último batiendo el récord de permanencia en una misma colección que tenía Jack Kirby, Todd McFarlane y con las mejores historias del personaje narradas mediante las hábiles fórmulas de Lee, J. Michael Straczynski o, por supuesto, de Brian Michael Bendis y su versión Ultimate del personaje, si hay algo que queda claro a la luz de lo que ahora mismo se puede leer en las páginas que nos está regalando Dan Slott es que a Spider-man aún le queda mucha vida por delante.
Una larga trayectoria audiovisual
Antes de que "Spider-man" (id, Sam Raimi, 2002) llegara a las pantallas de medio mundo, destrozara récords de taquilla y diera paso a la trilogía que firmó el responsable de "Posesión infernal" ("Evil Dead", 1981), el trepamuros conoció muy diversas encarnaciones y multitud de proyectos nunca concretados que, en cierto sentido, no hacían sino apuntar a la idea de que alguna maldición pesaba sobre el personaje que lo alejaba una y otra vez del ansiado sueño de la Marvel de poder verlo en la gran pantalla.
Con ejemplos tempranos como la cabecera animada que la ABC emitió entre 1967 y 1970 o serie de televisión de imagen real emitida entre 1977 y 1979 ¿quién que la viera en su momento no recuerda la horterada que era su intro? y las "películas" que de ella llegaron a este lado del charco que no eran más que remontajes de capítulos del espacio televisivo, las primeras opciones reales de que Spider-man alcanzara la gran pantalla tuvieron lugar a mediados de los ochenta de manos de, cómo no, Roger Corman.
Después de que éste dejara expirar la propiedad sobre los derechos del personaje, Marvel, en uno de esos movimientos empresariales absurdos que resultan difíciles de entender, permitió que la Cannon heredara el proyecto de Corman, dándole un tratamiento inicial al héroe que, partiendo de una más que errónea interpretación del mismo por parte de Menahem Golan y Yoran Globus, lo convertía en una tarántula viviente que se dediría a luchar contra las monstruosidades creadas por el científico que lo había convertido en el horripilante ser (sic).

Llevándose las manos a la cabeza ante tal descabelladez, Stan Lee exigiría una reescritura del guión que, sin él poder saberlo, iniciaría un proceso que se prolongaría durante casi quince años. Tres lustros en los que las constantes y típicas maniobras de la Cannon, la disolución de ésta, la presentación del proyecto en el Festival de Cannes de 1989, la denodada búsqueda de financiación por parte de Golan para la cinta, un tratamiento del guión que nunca terminaba de funcionar y la desesperación por parte de Marvel llevaron, a mediados de los noventa, a la implicación en la historia de un tal James Cameron.
El cineasta, que acababa de terminar "Mentiras arriesgadas" ("True Lies", 1994), había escrito un borrador de cerca de cincuenta páginas que, según a quién se pregunte, bien era completamente original, bien servía de crisol a todas las muchas ideas que se habían vertido en tinta hasta ese momento, corrigiendo los más abultados errores que los anteriores libretos acumulaban y estableciendo una historia que respetaba mucho más el origen de los cómics del personaje.
Con el canadiense interesado en dirigir el potencial blockbuster, sería una "pelea de gallitos" entre MGM y Columbia la que terminaría por sellar el destino final de Spider-man en la gran pantalla: el anuncio de la segunda de que iban a producir una serie alternativa de filmes de 007 había llevado a la primera a un estado de alarma generalizada ya que sus ingresos más seguros de procedían de la franquicia Bond. Pero lo que ocultaba la jugada de la Columbia era lo que finalmente terminó por conseguir, llegar a un acuerdo con la Metro para que le cediera los derechos sobre el trepamuros si ellos desestimaban la idea de rodar aventuras alternativas del espía británico.
"Spider-man", un filme 100% Raimi

Y así fue como, finalmente, entre 1999 y el año 2000, Columbia fue capaz de arrancar de una vez por todas con el ansiado sueño de trasladar las aventuras de Peter Parker y su alter ego a celuloide. Considerando primero a cineastas como Tim Burton, Chris Columbus, Roland Emmerich o incluso David Fincher, la exacerbada filia de Sam Raimi por el personaje sería la que finalmente determinaría al cineasta como responsable de filmar sus primeras aventuras cinematográficas, cuya primera fecha tentativa de estreno se fijó inicialmente para verano de 2001.
Atrasado casi un año a la fecha final de 3 de Mayo de 2002, con David Koepp en los guiones siguiendo por momentos casi paso por paso lo que había establecido Cameron en su tratamiento de la historia, pulido el libreto del escritor por la ayuda no acreditada de Alvin Sargent y Scott Rosenberg que se dedicaron, respectivamente, a pulir diálogos y reescribir parte del trabajo de Koepp, Danny Elfman ligado al proyecto desde casi el momento en que Raimi fichó como realizador y el veterano John Dykstra encargado de los efectos visuales, es en el reparto donde "Spider-man" nunca ha terminado de convencer al que esto suscribe.
Ligado al filme por expreso deseo del director, Tobey Maguire es quizás al intérprete al que le pondría menos "pegas", y eso que con esa cara de alelado queda muy lejos de ser lo que servidor llegaría siquiera a considerar como el Peter Parker ideal, pero es que comparado con algunos de sus compañeros, el trabajo del protagonista de "Las normas de la casa de la sidra" ("The Cider House Rules", Lasse Hallstrom, 1999) apenas chirría. Desafortunadamente no puede decirse lo mismo de Kirsten Dunst como Mary Jane, el insulso James Franco como Harry Osborn o ese sobreactuado Willem Dafoe en la piel de Norman Osborn.

Menos mal que, para suplir lo que hemos de soportar por momentos de mano de dicha terna, tenemos a Cliff Richards, Rosemary Harris ambos magníficos como el tío Ben y la tía May y, por supuesto, a ese "robaescenas" del filme que es J.K.Simmons, un secundario de lujo que en la piel de Jonah Jameson, el editor jefe del Daily Bugle y jurado detractor de Spider-man, nos regala los mejores y más hilarantes instantes interpretativos del filme y es el personaje más Raimi de todo el metraje a excepción, claro, del desternillante cameo de Bruce Campbell.
La inclusión del actor fetiche del director habla muy bien del hecho de que, por mucho que sea un filme de elevado presupuesto un presupuesto que pasó de los 70 millones iniciales a rondar los 100 por la complejidad de los efectos visuales, "Spider-man" es una cinta Raimi al 100%. Y esto es algo que queda demostrado tanto las constantes salpicaduras de humor que la cinta posee aquí y allá como, por supuesto, el que diversas secuencias el febril sueño de Peter cuando le pica la araña, el montaje mientras diseña el traje, las primeras incursiones heroicas en Nueva York… estén marcadas a fuego por su personalísimo sello.
Pero claro, si bien es cierto que dicho sello comporta una serie de ventajas que incidieron de forma directa en la positiva recepción que el que esto suscribe dio hace algo más de una década a la cinta a fin de cuentas, siempre he seguido el cine de Raimi con gran interés, también lo es que, con el paso del tiempo, muchas de ellas han terminado por convertirse en lastres más o menos acusados y que, en última instancia, si hay algo que se puede afirmar sobre esta primera entrega de la trilogía firmada por Raimi es que el tiempo no la ha tratado con mucho cariño.

El envejecimiento que acusa la cinta, y que no afecta por igual a sus dos horas de duración manteniéndose más o menos intacto el buen funcionamiento de las set-pieces con la del puente del clímax a la cabeza viene dado sobre todo por ese aroma a no tomarse nada en serio que flota durante todo el metraje, y que tantísimo daño hará a la tercera y deleznable entrega de la trilogía; y en su ayuda vienen, como antes apuntaba, algunos diálogos de risa, un limitadísimo sentido de lo dramático y lo caricaturesco de los personajes lo del villano y su diseño es de traca.
En relación a estos últimos cabría apuntar antes de finalizar la inexistente química entre Maguire y Dunst y lo poco creíble que resulta ésta última como la explosiva Mary Jane, algo que la actriz tendría ocasión de seguir desarrollando hasta límites dolorosos en las dos secuelas de la cinta. Unas secuelas que como ya veremos llegado el momento, servirán, respectivamente, para mejorar de forma ostensible lo que aquí podemos ver y hundir en la miseria una franquicia que, ni una década después, se reiniciará con "The Amazing Spider-man" (id, Marc Webb, 2012). Pero de eso ya iremos hablando en breve…
Otra crítica en Blogdecine
Críticas a la carta | "Spider-man", de Sam Raimi
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Información: George Lucas Vs. J.J Abrams: Las claves de Star Wars Episodio VII: El despertar de la fuerza - 24/12/2015 8:58:00




Descubre las claves de este insulto a la Fuerza perpetrado por J.J. Abrams, el creador de la inacabada "Perdidos", repleto de poca originalidad, exceso de humor y muy poco respeto por la obra ideada por George Lucas
Atención: el siguiente artículo contiene spoilers. Si preferís la crítica propiamente dicha, la encontraréis en el artículo anterior.
Viernes, 18 de diciembre de 2015, minutos después de las dos de la madrugada. Había terminado de ver Star wars, Episode VII: The Force Awakens y mi indignación iba en aumento, tanto que en lugar de acostarme saqué el portátil y me puse a escribir la crítica. En mis oídos todavía resonaban los comentarios de otros espectadores, del tipo "incluso La amenaza fantasma fue mejor" o "el hijo de Severus Snape es patético". Como en ocasiones las cosas hechas en caliente no son muy recomendables, menos de cuarenta y ocho horas después repetí y volví a ver la película con otro grupo de amigos. Esperaba que al escuchar otros puntos de vista y al revisionar el filme, haber descubierto algo que se me escapara la primera vez y que me permitiera ver algo bueno, algo rescatable... Pero no, terminé más enfadado si cabe, completamente indignado por el despropósito que J.J. Abrams y la Disney habían hecho de una saga de películas mítica.
Hoy no se trata de elaborar una crítica al uso, sino de ir desgranando las claves de este irreverente y estúpido remake, mucho más cercano a un reboot que a una secuela. Y ahí llega el primer gran fallo. Los defensores (sí, increíble pero los hay) de este nuevo capítulo propugnan que la película se salva porque es un reinicio. Pero no lo es. En James Bond, con Daniel Craig, la saga comenzó de nuevo, redefinida por completo por sus creadores. Puede gustar o no (a mí personalmente no) pero ciertamente es un nuevo Bond. En Star Trek, el propio Abrams también recomenzó la serie, utilizando un viaje en el tiempo para cambiar la personalidad de Kirk (a la altura del barro, por cierto,  en comparación con William Shatner). Pero esto es Episodio VII, es decir, la continuación de El retorno del Jedi. Y para que quede del todo claro, vuelven a aparecer Harrison Ford, Carrie Fisher y Mark Hamill repitiendo sus personajes de la saga original. Luego la idea del reboot no cuela.
Desde el inicio, vemos que el incapaz Abrams plagia descaradamente Star Wars, Episodio IV: Una nueva esperanza, la película original, la que en España todos conocemos como La guerra de las galaxias. Un droide, que es la versión mini de R2-D2, calcado a éste en reacciones, movimientos y sonidos, contiene unos planos vitales que deben ser entregados a la resistencia. El robot en cuestión, llamado BB-8, acaba en un planeta que sólo se diferencia de Tatooine en el nombre: Yakku. Allí reside el personaje de Rey, que no es otra cosa que la versión femenina del joven Luke. Descubre al droide, se entra por un personaje nuevo (Finn) de que hay que buscar a la resistencia, después se topa por azar con Han Solo y el resto, si habéis visto Episodio IV, básicamente ya lo sabéis.
Alguien podría pensar que si la película es un calco del filme original, no debería ser tan mala. El problema es que las diferencias aparecen en los aspectos más significativos de la saga. El primero y más importante son los personajes. En la hasta ahora peor película de todas, La amenaza fantasma, el abuso del ordenador en los efectos especiales, ciertas discrepancias con las películas originales y el término "midiclorianos", podían llegar a perdonarse gracias a los protagonistas. Desde el primer momento en que aparecen Quai-Gon Jinn y Obi-Wan Kenobi, repeliendo disparos de láseres mediante el uso de sus sables de luz, cualquier espectador que aprecie estas películas, se metía de lleno en la historia. Por no hablar del increíble combate final que les enfrentaba al malvado y temible Darth Maul. ¿Qué personajes destacan en El despertar de la fuerza? Ninguno. Daisy Riley, la "prota buena" parece la encarnación de Kristen Stewart: cara de estreñida el 95% de la película y el resto, una sonrisa fingida. Y Kylo Renn (Adam Driver) directamente es el villano más patético de toda la galaxia, incluso queda por debajo de Rick Moranis en La loca historia de las galaxias.
Sus historias son de chiste. Kylo es presentado como un Sith poderoso (ahora los llaman Ren, pero si Lucas dijo que la Fuerza se dividía en los caminos del Jedi y del Sith, ¿quién se cree que es Abrams para destrozar el mito?). Recuerdo los esfuerzos del gran Yoda, el Jedi más poderoso de todos, para evitar que un montón de escombros acabasen con la vida de Obi-Wan y Anakin en El ataque de los clones. Tuvo que permitir escapar al Conde Dooku para evitar el fatal desenlace. Sin embargo Kylo Ren es capaz de detener en el aire nada más y nada menos que el disparo de un arma láser, durante un par de minutos, mientras interroga tranquilamente a su preso. Por si no quedara claro, después descubrimos que ha sido entrenado durante años por Luke Skywalker y, por si aún existiera alguna duda, el líder supremo malvado Snoke (que nadie sabe de dónde ha salido ni cómo ha alcanzado su poder en 30 años, como si los Sith creciesen en los árboles) nos informa de que es un maestro de la orden Ren.
Con tales antecedentes, ¿cómo es posible que una chiquilla, una chatarrera que nunca ha tenido acceso a la Fuerza, sea capaz de introducirse en su mente y derrotarle en una especie de combate mental? Así que luego no es de extrañar que un inexperto ex soldado de asalto sea capaz de plantarle cara con una espada láser. De hecho, este particular sería, como dirían los matemáticos, condición necesaria y suficiente como para haber abandonado el cine y haber impedido que Abrams volviera a acercarse a una cámara.
Los duelos finales han sido siempre algo recurrente en la saga. Obi Wan contra Anakin primero y después contra Darth Vader. El ya mencionado entre Quai-Gon y Kenobi contra Darth Maul, Anakin contra el Conde Dooku, Yoda contra Palpatine, Obi Wan contra el General Grievous... Podéis elegir cualquiera de los primeros seis episodios y se os pondrá la carne de gallina. En Episodio VII, una niña sin experiencia ni entrenamiento y un soldado renegado que se dedicaba a tareas de saneamiento, le dan una soberana paliza al nieto de Darth Vader... Si en estos momentos os dijese que la película ha sido dirigida por los hermanos Wayans os lo creerías, seguro.
Después están los personajes conocidos. Uno espera ver cierta evolución, pero qué va. Han Solo, uno de los héroes de la victoria contra el Imperio, todo un general, ha vuelto a ser un intrépido contrabandista (más torpe que intrépido tras ver sus nuevas andanzas). Sigue con Chewbacca y vuelven a encontrar el Halcón Milenario, hecho que sirve para comprobar las nuevas capacidades de la Fuerza. Antes, quien sentía en su interior el misticismo de la Fuerza, mejoraba en sus reflejos, era capaz de predecir el futuro, de presentir ciertas cosas y poseía el don de la telequinesis. Ahora la Fuerza otorga conocimientos avanzados de aeronáutica, ya que Rey, que sólo había pilotado naves pequeñas, es una experta con el Halcón, tanto en su manejo como en todo lo que se refiere a reparaciones, circuitos y modificaciones para su mejora.
Sigamos con los despropósitos. Creía que en "El retorno del Jedi", la Alianza Rebelde había acabado con el Imperio. Sin embargo, Nueva Orden, que son los nuevos malos, son los poderosos, los que tienen recursos suficientes como para construir una Star Killer que deja pequeñas a las antiguas Estrellas de la Muerte, mientras que los miembros de la República son "la Resistencia". Inexplicable, desde luego, pero viendo la alergia que Abrams tiene a explicar nada (Perdidos), que nadie espere saber cómo ha llegado a producirse semejante incongruencia.
Eso sí, después de dos Estrellas de la Muerte, los villanos siguen sin saber cómo construir un arma letal invulnerable a un ataque de pequeños cazas del tipo X-Wing. Y de paso, cada vez se parecen más en formas y modos al ejército de la Alemania Nazi. Por no hablar de la inconsciencia de los miembros de la Resistencia tras ver el poder de esta nueva arma. Recuerdo la tensión que había en los pilotos antes de atacar la primera Estrella de la Muerte, o el miedo que tenían cuando la incursión en El retorno del Jedi no salía bien porque el blindaje no caía nunca. En esta nueva película, Han Solo agarra al inexperto Finn y dice algo así cómo "tranquilos, siempre hay un punto débil, ya lo encontraremos", con la misma tranquilidad como el que se va al campo de picnic. Ni solemnidad, ni tensión, ni nada parecido. Han hecho un chiste barato de una de las secuencias memorables.
Pero eso es algo habitual en esta nueva obra de J.J. Abrams. ¿Recordáis el momento en que Obi Wan Kenobi dice aquello de "estos no son los androides que buscáis"? Ha sido referencia en múltiples películas y seres de televisión posteriores. Aquí se hace una mala broma de eso, con Rey probando a ver si un soldado imperial la deja escapar. Por alguna razón, ciencia infusa posiblemente, de pronto sabe utilizar todos los trucos de los Jedi. No ha recibido ningún tipo de instrucción, pero es capaz de eso y de estar a punto de acabar con el poderoso Kylo Ren. A Luke Skywalker le costó tres películas estar a la altura de Darth Vader, pero claro, ¿a quién le importa?
Aunque no es lo más grave. La gran revelación de la primera trilogía era: "Yo soy tu padre". Con decir eso, todo el mundo entiende de qué se habla. Es que quiero hacer hincapié en la repercusión que tuvo la obra original de Abrams, tanto en aficionados al cine como en quienes no lo son. Por eso lo que ha hecho J.J. Abrams es un insulto de padre y muy señor mío. Aquí se hace una broma estúpida de eso con el momento en que descubrimos que Kylo Ren es hijo de Han Solo. No hay Fuerza de por medio, sólo resentimiento y tonterías. Kylo mata a su padre (sí, no volveremos a ver a Han, lo que todavía no sé si es bueno o malo) y el espectador no siente frío ni calor. ¡Y eso que es el mítico Han Solo! Lamentable es decir poco. Al menos, Abrams ya no podrá plagiar El imperio contraataca... Eso espero, al menos.
Por cierto, a Leia (mejor habría sido no volverla a ver) no parece afectarle en demasía la muerte de Han. Esperaba que ella manejase la fuerza. Al menos en El retorno del Jedi su hermano Luke le dice que aprenderá a hacerlo. Pero no. Sólo se trataba de hacer cameos y ciertamente lo entiendo, ya que como la película no vale nada, sólo es capaz de sobrevivir gracias al recuerdo que logra evocar en nosotros de la trilogía original.
Y nos queda otro personaje: Poe Dameron. Es como Tom Cruise en  pero en plan bobo e inconsciente. Incluso Cruise se puso nervioso cuando, en el combate final, se vio superado en número por enemigos Mig. Pero Dameron (Oscar Isaac), más chulo que un ocho, no se altera nunca, siempre de broma, en la línea del resto de la película, claro. La galaxia entera depende de ellos, así que es lógico que se lo tomen a guasa. Incluso Luke necesitó de la ayuda de Han Solo en última estancia para llevar a cabo su misión, ya que Darth Vader estuvo a punto de destruirlo con su caza imperial, pero Poe Dameron, el mejor piloto de la galaxia (porque nos lo dicen y nos lo tendremos que creer) sabe que nada puede acabar con él. Si al menos hubieran puesto a Bruce Willis, tanta chulería habría sido creíble.
Podría seguir escribiendo, ya que el filme son 135 minutos de despropósitos y estupideces continuados, pero creo que ya vale. Abrams y Disney han insultado una de las obras maestras de cine, tanto por lo que Star Wars supuso como sus innegables y fuertes influencias posteriores. No sé qué harán en Episodio VIII, pero el crimen ya está cometido.

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Actor Robert Downey y Actriz Scarlett Johansson
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