miércoles, 20 de febrero de 2013

El cineasta en claro y Las peores películas

Que opina? Las diez peores películas de 2012 - 27/12/2012 04:37:50 a.m.

" Recién pasada la navidad, nos aproximamos a la nochevieja y la entrada en 2013. Además de ver a la familia, comer turrones, beber licores y comprar regalos, en estas fechas es habitual hacer balance de la cosecha cinematográfica del año. Soy de los que prefieren dejar lo mejor para el final así que si os parece bien vamos a empezar repasando las peores películas de 2012.
Ya sabéis, este tipo de artículos son personales, subjetivos, dependen de cada uno (de lo que ha visto, de su forma de apreciar el cine), por lo que espero que no haya lectores que se molesten por la inclusión u omisión de algún título, y todos aprovechéis los comentarios para dejar vuestros particulares "top 10" del peor cine que habéis visto a lo largo de 2012; quiero leerlos. Aclaro que para preparar mi lista solo he tenido en cuenta los estrenos de cine en España desde el 1 de enero hasta hoy.
Las 10 peores películas de 2012:
10. "Salvajes" ("Savages", Oliver Stone, 2012)
Sé lo que estará pensando más de uno: ya empezamos. Lo admito, seguro que se han estrenado películas peores que "Salvajes", pero viniendo de un cineasta como Stone, esta adaptación de la novela de Don Winslow es uno de los trabajos más lamentables que se han visto en 2012, con un final vergonzoso. Podéis encontrar mi crítica haciendo clic aquí.
9. "El legado de Bourne" ("The Bourne Legacy", Tony Gilroy, 2012)
Tras la excelente etapa de Paul Greengrass al frente de la franquicia de Bourne llegó el inevitable reboot con nuevo protagonista y Gilroy guionista de las entregas anteriores tras las cámaras. El resultado fue una mediocre cinta de acción que solo tiene algún interés por su extraordinario reparto. Mi crítica, aquí.
8. "La saga Crepúsculo: Amanecer , Parte 2" ("The Twilight Saga: Breaking Dawn. Part 2", Bill Condon, 2012)
Una de las mayores alegrías de 2012 fue el estreno de la última entrega de "Crepúsculo", sin duda una de las peores sagas de la historia del cine, pero también una de las más rentables vuelve a demostrarse que la calidad no suele tener relación con el éxito en taquilla; dicen que habrá más películas sobre Bella, Edward o alguno de sus aburridos amigos pero de momento el cuento se ha acabado. Podéis leer mi crítica pinchando aquí.
7. "¡Por fin solos!" ("Darling Companion", Lawrence Kasdan, 2012)
Si estáis interesados en una película tan sosa, convencional y aburrida que os ayude a dormir o haga que la persona a vuestro lado pierda todo interés en la pantalla y se centre en vosotros, dejad de buscar, la habéis encontrado. Kasdan ha tocado fondo como director y guionista con "Por fin solos". Mi crítica, aquí.
6. "El pacto" ("Seeking Justice", Roger Donaldson, 2011)
No podía faltar en esta lista una película con Nicolas Cage, que ha protagonizado hasta CUATRO estrenos en 2012. Me he decantado por "El pacto" porque me pareció la más aburrida, la que se toma más en serio a sí misma, un grave error tratándose de una producción de estas características, más apropiada para el consumo doméstico, con un público nada exigente que puede estar haciendo más de una cosa a la vez. Aquí tenéis mi crítica.
5. "Battleship" (Peter Berg, 2012)
A Berg le encargaron un blockbuster basado en el juego "Hundir la flota" (en inglés, "Battleship") y se fijó en dos de los mayores terroristas del cine actual, Roland Emmerich y Michael Bay. El resultado es un lógico desastre narrativo con alguna escena graciosa, explosiones espectaculares y uno de los guiones más estúpidos de todos los tiempos. Podéis leer mi crítica aquí
4. "El enigma del cuervo" ("The Raven", James McTeigue, 2012)
Cusack encarna a Edgar Allan Poe, que debe ayudar a la policía a encontrar a un asesino en serie que se está inspirando en sus relatos a la hora de cometer los crímenes. Suena bien, ¿verdad? McTeigue lo echa a perder. También es cierto que parte de un torpe guion pero su puesta en escena termina por arruinar las opciones de "El enigma del cuervo". Aquí mi crítica.
3. "Blancanieves y la leyenda del cazador" ("Snow White and the Huntsman", Rupert Sanders, 2012)
La "Alicia en el país de las maravillas" ("Alice in Wonderland", 2010) de este año. Pero Sanders no es Tim Burton y el espectáculo tiene menos gracia todavía. Este año nos llegaron tres versiones del cuento de Blancanieves y aunque no me cautivó el trabajo de Pablo Berger solo la secuencia final, "Blancanieves y la leyenda del cazador" fue la adaptación más prescindible (la de Tarsem me parece muy divertida, debo ser el único que la defiende). Mi crítica, aquí.
2. "Desafío total (Total Recall)" ("Total Recall", Len Wiseman, 2012)
Lo sé, la primera "Desafío total", de Paul Verhoeven, no es perfecta, pero es coherente con lo que propone y dejó imágenes inolvidables. El remake, disfrazado de nueva adaptación del cuento de Philip K. Dick, reúne todos los errores en los que puede caer una superproducción; en resumen: centrarse en lucir los efectos visuales y olvidarse de todo lo demás. Podéis recuperar mi crítica haciendo clic aquí.
1. "Abraham Lincoln: Cazador de vampiros" ("Abraham Lincoln: Vampire Hunter", Timur Bekmambetov, 2012)
El mayor bodrio de 2012 llegó de forma inesperada. Un realizador con talento, un reparto con posibilidades (ojo a Benjamin Walker) y una premisa original, de la que se podía haber sacado mucho jugo. Pero se apostó por el dramatismo en lugar del humor, la estética de videoclip, aparatosas secuencias donde los actores no importan lo más mínimo y un guion repleto de momentos bochornosos la escena de los caballos…. Mi crítica, aquí.
5 grandes decepciones de 2012:
Ni de lejos las incluiría en una lista del peor cine de 2012 pero estas cinco películas merecen estar en este artículo porque las encontré especialmente decepcionantes. Evidentemente no son las únicas novedades que estuvieron por debajo de las expectativas cabía esperar más de "Prometheus" (Ridley Scott, 2012) o "El hobbit: Un viaje inesperado" ("The Hobbit", Peter Jackson, 2012) pero son las más destacadas y tampoco se trata de hacer una selección más amplia, prefiero que os centréis en los diez títulos de arriba.
5. "Hara-kiri. Muerte de un samurái" ("Ichimei", Takashi Miike, 2011)
Tras su vibrante remake de "13 asesinos" ("Jûsan-nin no shikaku", 2010), Miike prueba suerte ofreciendo una nueva lectura de "Hara-kiri" ("Seppuku", 1962) en 3D. El resultado es un bonito envoltorio vacío, una absoluta decepción. Aquí mi crítica.
4. "Frankenweenie" (Tim Burton, 2012)
La peor de las dos películas que Burton estrenó este año, aunque "Sombras tenebrosas" ("Dark Shadows", 2012) tampoco fue gran cosa. El cineasta, en claro declive artístico, recupera su corto "Frankenweenie" para vender un vago homenaje al cine de terror clásico y a su propia obra. Tenéis mi crítica aquí.
3. "Ted" (Seth MacFarlane, 2012)
No confiaba en que "Ted" fuera una brillante comedia, desde luego, pero tampoco que el creador de la irreverente "Padre de familia" ("Family Guy", 1999-2012) pudiera escribir una historia tan floja que acaba convertida en otra comedia romántica del montón. Lástima, porque tiene algunas escenas tronchantes. Mi crítica, aquí.
2. "Argo" (Ben Affleck, 2012)
Me temo que va a ser la triunfadora de la próxima edición de los Oscar. Y no se lo merece, es una de las películas más sobrevaloradas que se han estrenado en 2012. Un correcto entretenimiento con un buen reparto (excepto Ben Affleck, que debería centrarse solo en dirigir) y nada más. Que no es poco, cierto. Aquí mi crítica.
1. "El caballero oscuro: La leyenda renace" ("The Dark Knight Rises", Christopher Nolan, 2012)
Dicen que era imposible superar "El caballero oscuro" ("The Dark Knight", 2008) pero yo creo que lo que pasó aquí fue que Nolan ya estaba cansado de la franquicia y entregó a la Warner (y los fans) lo mejor que pudo en el tiempo que le dieron. El guion está plagado de decisiones absurdas y giros inverosímiles, chirría ver a Batman liderando un ejército policial, el tramo final con el rollo de la bomba acaba cansando… y aun así "El caballero oscuro: La leyenda renace" es un espectáculo superior a la media; quizá le pedimos demasiado. Podéis leer mi crítica aquí.
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Que opina usted? Frases de cine | La retirada de Tarantino, la clave de 2001, directores para Star Wars 7 y los pechos de Knightley - 19/11/2012 04:03:16 p.m.

" Tras la entrega especial dedicada a la política con motivo de las elecciones en EE.UU., volvemos a la normalidad en la sección "frases de cine". En esta ocasión os traigo jugosas declaraciones de Quentin Tarantino, Sam Mendes, Keira Knightley, Jennifer Lawrence y Joseph Gordon-Levitt, entre otros. Solo tenéis que seguir leyendo…
Quentin Tarantino ya está pensando en su retirada. A un mes del estreno de su nuevo trabajo, "Django desencadenado" ("Django Unchained", 2012), y veinte años después de que llegara a los cines su ópera prima, "Reservoir Dogs" (1992), el cineasta revela que se ha fijado un límite:
No quiero ser un director viejo. Quiero parar en cierto momento. Los directores no mejoran al envejecer; normalmente, las peores películas de su filmografía son las cuatro últimas. Yo estoy preocupado por eso, porque una película mala jode tres buenas… No es bonito cuando un director se queda pasado de moda. […] Si paro cuando lleve diez películas, sería una buena declaración artística.
La extraordinaria secuencia de presentación de Silva (Javier Bardem), el villano de "Skyfall" (Sam Mendes, 2012), no solo ha originado el rumor de que el personaje es gay, sino que hay gente que opina que James Bond también lo es, algo que Daniel Craig ha negado. John Logan (uno de los guionistas) se refería al asunto de la siguiente forma:
Había muchas maneras de intimidar a Bond, y pensamos que el público se sentiría muy incómodo con la intimidación sexual, jugando la carta de la erótica homosexual. Así que decidimos jugarla y disfrutarla.
Sam Mendes fue uno de los candidatos que Marvel barajó para dirigir "Los Vengadores" ("The Avengers", Joss Whedon, 2012). Sin embargo, el realizador no tuvo en cuenta la propuesta y fue por este motivo:
Estaban enviando paquetes sobre "Los Vengadores", ¿sabes? Para ofrecer el proyecto a directores, y yo recibí uno, lleno de cómics, sin guion. Pero en el sobre decía: "Los Vengadores de Marvel estarán en los cines en mayo de 2012". Solo eso.
Paul Thomas Anderson está pensando en lo que quiere hacer después de "The Master" (2012). Y os va a sorprender lo que tiene en mente…
Me gustaría hacer una película como "Airplane!" ["Aterriza como puedas", 1980]. Nunca envejece. O "Ted". Fue un gran éxito. ¿Por qué? Porque es genial. Las películas que son grandes éxitos nunca son jodidamente malas. ¿Sabes? La gente no es tan estúpida, esa película es un éxito porque es hilarante.
Aprovechando que la nombraron "madrina" del Festival de Cine Francés de Málaga, Victoria Abril defendió el cine europeo y declaró que rechaza trabajar en Hollywood porque le provoca "acidez"…
Allí, el director es un imbécil al que se le echa cuando nos da la gana, y las películas no las monta el director, sino el productor después de haber pasado por el público, por eso todas tienen el mismo formato. Finalmente, las películas, en vez de tener el punto de vista del autor, acaban siendo una especie de producto que tienes la sensación de conocer. Ese cine no me interesa.
"2001: Una odisea del espacio" ("2001: A Space Odyssey", Stanley Kubrick, 1968) sigue siendo uno de los títulos más enigmáticos de la historia del cine, provocando todavía hoy debates y controversias. Hace poco, la hija mayor del realizador, Katarina Kubrick, aclaró el motivo de tanto misterio:
Una de las razones por las que Stanley nunca explicaba el final de la película era para evitar que los espectadores pensasen que esta tenía un solo significado. La forma en la que la interpretes dependerá de tus convicciones, de modo que si crees en Dios la verás de modo muy distinto a si eres ateo.
Desde que Disney anunció que tiene en marcha la séptima entrega de "Star Wars", los medios se han vuelto locos asignando directores al proyecto de momento solo hay guionista. Uno de los muchos cineastas a los que han preguntado si estaría interesado en encargarse del Episodio VII es Guillermo del Toro, que ha respondido esto:
Algo así no es una posibilidad. Ya sabéis, tengo muchas cosas que necesito poner al día. Si esto se convierte alguna vez en una realidad, y me llaman para hacerlo, entonces me lo plantearía, pero… es como pensar si quiero tener una cita con una supermodelo. No pienso en cosas así.
Tarantino también se ha referido a la posibilidad de que le ofrezcan dirigir "Star Wars 7", aunque él sí lo tiene claro:
No me podría interesar menos. Especialmente si lo hace Disney. No me interesa la versión Simon West de Star Wars.
Casi desde el anuncio de su fichaje, Daniel Day-Lewis suena para llevarse un Oscar por "Lincoln" (Steven Spielberg, 2012). Uno de sus compañeros en el film, Joseph Gordon-Levitt, confirma el compromiso del actor con el papel, hasta el punto de que solo oyó su verdadera voz cuando terminó el rodaje.
Cuando llegué al set, él estaba estudiando la manera de escribir de Abraham Lincoln. […] No le llamaba "Daniel" y él no me llamaba "Joe". Le llamaba "señor" y él a mí "Robert". Spielberg solo le llamaba "Señor Presidente".
Wesley Snipes también es un actor peculiar. Patton Oswalt, que tenía un papel secundario en "Blade: Trinity" (David S. Goyer, 2004), ha contado que Snipes se presentaba a sí mismo como "Blade" y que tuvo un violento enfrentamiento con Goyer…
Wesley no salía de su trailer y se llevaba todo el día fumando hierba. […] Un día nos dejaron llevar nuestra propia ropa y había un actor negro que se puso una camiseta con la palabra "Basura" en grandes letras. Era su camiseta. Y Wesley vino al set, algo que solo hacía para primeros planos, todo lo demás era con un doble. Vino y soltó: "Solo hay otro actor negro en esta película, ¿y le haces llevar una camiseta que dice "basura"? ¡Puto racista!". Y trató de estrangular al director.
Otra anécdota curiosa sobre una mala relación en un rodaje pero sin violencia. Arnold Schwarzenegger, que ha vuelto al cine con mucha energía, recordó que no le gustó trabajar con Peter Hyams, recomendado por James Cameron para dirigir "El fin de los días ("End of Days", 1999):
Le dije: "¿Sabes? Cuando te pones ahí y cae la lluvia, es un plano extraño con los focos dándote en la cara, las luces de la calle y toda esa gente dándote golpes. Sería interesante tener una cámara de mano ahí y captar ese punto de vista". Y él respondió: "Eso es una gilipollez". Le dije: "¿Estás diciendo que Jim Cameron hace gilipolleces? Usa mucho la cámara en mano". Y me respondió: "No quiero criticar al tío, pero hay demasiada luz en sus sets y no me gusta cómo queda". Me dije a mí mismo: "Menudo imbécil".
Para promocionar el estreno de "Anna Karenina" (Joe Wright, 2012), Keira Knightley está concediendo mil y una entrevistas. En una de ellas habló sobre los desnudos en el cine:
Soy muy estricta con lo que se muestra en las escenas de sexo. Nada de mitad para abajo. No me importa mostrar las tetas porque son tan pequeñas que a la gente realmente no le interesan.
Siguiendo con el físico, terminamos con unas declaraciones de Jennifer Lawrence sobre la imagen de las actrices en Hollywood. Al parecer, la industria considera que la protagonista de "Los juegos del hambre" ("The Hunger Games", Gary Ross, 2012) está gorda:
En Hollywood soy obesa. Me consideran una actriz gorda. Soy como Val Kilmer en esa fotografía de la playa […] Nunca voy a morirme de hambre para obtener un papel. No quiero que las niñas pequeñas me vean y digan: "Quiero parecerme a Katniss, así que voy a saltarme la cena".
Vía | Respuestas, Comicbookmovie Fuente Artículo

Interesante, Blancanieves y la leyenda del cazador, aparatosa y soporífera revisión del cuento - 04/06/2012 11:00:00 a.m.

" El pasado viernes llegó a las carteleras otra adaptación del cuento de Blancanieves, apenas dos meses después de la colorista y familiar versión de Tarsem Singh, "Blancanieves (Mirror, Mirror)". La segunda aproximación a este popular relato, fuente de la que ha bebido el cine desde principios del siglo pasado, es más ambiciosa y espectacular; la firma un debutante, Rupert Sanders, que ha apostado por un tono épico y oscuro. "Blancanieves y la leyenda del cazador" ("Snow White and the Huntsman") es el título de este nuevo blockbuster con el que Hollywood pretende devorar las taquillas de todo el mundo, una mecánica, aparatosa y soporífera aventura fantástica que busca asombrar con escenas aisladas cargadas de pirotecnia visual, confiando en que el espectador no prestará demasiada atención a las incoherencias de la historia y pasará por alto la nula credibilidad de sus protagonistas. Aunque todavía quedan meses por delante, la incluyo ya entre las peores películas de 2012, es un desastre.
Kristen Stewart, Charlize Theron y Chris Hemsworth son las estrellas y el gancho para la taquilla de esta superproducción de James Roth, responsable de otro vacío pero rentable espectáculo como fue "Alicia en el país de las maravillas" ("Alice in Wonderland"). La fallida película de Tim Burton parece haber sido uno de los referentes a la hora de crear el infumable batiburrillo de elementos que forman "Blancanieves y la leyenda del cazador", en la que también se reconocen rastros de "El señor de los anillos" ("The Lord of the Rings"), "Legend" o una de las series de moda, "Juego de tronos" ("Game of Thrones"). Da la sensación de que a los guionistas, Evan Daugherty, Hossein Amini y Evan Spiliotopoulos, se le encargó la elaboración de una serie de situaciones aisladas que dieran lugar a un llamativo tráiler. Piezas que permitieran imágenes recargadas con lujosos efectos visuales y relleno de minutos a base de convencionales peleas y batallas, filmadas con prisa y montadas de manera caótica para maquillar la torpe dirección de Sanders. En definitiva, uno de los mayores problemas de la película es que no funciona como bloque, no hay ritmo, progresión dramática ni una evolución creíble de los personajes, todo avanza a saltos, de manera forzada y arbitraria. Y así es difícil meterse en la historia.
Más aún cuando es sobradamente conocida por todos, aunque Daugherty, Amini y Spiliotopoulos han introducido numerosos cambios al enfoque tradicional del relato de Blancanieves, cuya más célebre adaptación es la de Walt Disney estrenada en 1937, para animar al público actual a descubrir esta nueva versión. La película de Sanders arranca con el trágico pasado de la protagonista, con la muerte de sus padres y la coronación de la malvada Ravenna, que encierra a su hijastra en una torre durante años, tiempo en el que el reino pierde toda su luz y su alegría para convertirse en un lugar tenebroso y moribundo. Ravenna necesita roba la vida a su alrededor para seguir siendo la mujer más bella. Pero un día, su espejo mágico dice que la más hermosa es Blancanieves, en cuyo físico y estado de ánimo no se notan las penurias que ha tenido que soportar desde su niñez (debe ser que los pajarillos, además de largos tornillos con los que defenderse, le proporcionaban comida y ayuda psicológica). Como es de esperar, la joven escapa y la reina envía al cazador para que la encuentre. Pero ha elegido a un hombre bueno, claro, que en lugar de cumplir órdenes ayudará a Blancanieves a recuperar el trono. Siete enanos y un ejército fiel a la legítima heredera se unirán a la causa.
"Blancanieves y la leyenda del cazador" es una de esas películas en las que a cada momento te preguntas "¿y esto a qué viene?". Es una montaña de disparates visuales y narrativos. Escenas como la de Ravenna bañándose en ¿leche?, el flashback de su infancia, las pesadillas en el bosque oscuro, el ataque del troll, la aparición del príncipe, el funeral con canción de uno de los enanos o la profecía metida con calzador son solo algunos apuntes de la incompetencia de los responsables de la película a la hora de crear un emocionante drama de acción y fantasía. Con todo, la película podría seguirse con un mínimo de interés si el reparto se creyera en algún momento lo que está haciendo, pero no es así. Stewart sigue haciendo lo de siempre, suspira mucho y va alternando la expresión entre asqueada y excitada, Hemsworth vuelve a repetir el papel de Thor (cambiando el martillo por hachas, faltaría más…), Sam Claflin es uno de los peores descubrimientos del cine comercial, realmente lamentable su escasa participación, y Theron es la única que se defiende, que logra algún momento de conexión entre la pantalla y el público, pero su personaje es tan absurdo que ni siquiera en el mejor momento de su carrera (ojo a "Young Adult") puede dotarlo de entidad. Ian McShane, Toby Jones, Ray Winstone, Nick Frost, Bob Hoskins, Johnny Harris y Eddie Marsan se limitan a pasear por bosques y castillos encarnando a unos sosos enanos cuya labor es poco menos que soltar frases supuestamente graciosas.
De las dos perspectivas de la misma historia, sale victoriosa la de Tarsem, sin ser brillante ni mucho menos. Y aunque le vaya peor comercialmente, su "Mirror Mirror" cumple con lo que promete. El cineasta de origen indio supo exprimir el lado más afable y jovial del cuento, lograr la implicación del reparto (Julia Roberts y Armie Hammer superan con creces a cualquier intérprete de esta otra versión) y ser fiel a su gusto estético, dejando en definitiva un producto efectivo, entretenido, honesto y único. Por su parte, Sanders falla en todos los frentes con "Blancanieves y la leyenda del cazador". Su película es un armatoste sin alma, sin identidad ni valor, es una vaga repetición de elementos y esquemas trillados, el simplón amago de historia se desmonta ya en el primer acto y los actores están nefastos, perdidos en este producto de marketing que no es más que un bonito envoltorio que promete mucho más de lo que ofrece. Del mediocre conjunto, solo rescato alguna escena de Theron, que lo intenta, los efectos visuales y la música de James Newton Howard, que alterna tramos rutinarios con otros más inspirados. En resumen, un título para olvidar.
Otra crítica en Blogdecine: "Blancanieves y la leyenda del cazador", épica insustancial
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Que opina usted? Cannes 2012 | Lo mejor, lo peor y las anécdotas de la 65ª edición - 02/06/2012 09:01:05 a.m.

" Con el anuncio del palmarés, el pasado domingo, quedó clausurado el Festival de Cannes 2012, pero la experiencia todavía corre por mis venas. Fueron diez días de cine, emoción, estrés, sorpresas y decepciones. Intensas jornadas en las que uno es transportado a otra realidad, una en la que todo gira en torno a la visita de actores famosos, dioses del pueblo, a la obligación de ver y hablar sobre determinadas películas, donde se duerme poco, el café es tu mayor aliado y la conexión a Internet puede ser tu mayor pesadilla, con la prensa ocupada en la contradictoria labor de promocionar y minusvalorar el certamen, mientras el cine queda en segundo plano. Cuesta entrar en ese mundo, y cuesta salir, volver a la normalidad. En este artículo os cuento cómo fue el día a día en el festival de Cannes y repaso las mejores y las peores películas que pude ver allí.
La vida en el Palacio
La 65ª edición del festival arrancó la mañana del 16 de mayo con la presentación de "Moonrise Kingdom". El día antes había acudido ya a recoger mi acreditación (y mi bolso oficial súper-moderno, ojo a la imagen), me encontraba sumamente ilusionado por los prometedores títulos de competición y en mi mente perfeccionaba el plan para proporcionar a los lectores de Blogdecine la mejor cobertura posible del certamen más prestigioso del planeta. Era mi segunda vez en Cannes y creía que lo tenía todo bajo control (uno es así de confiado, no consideré imprevistos como que mi portátil se bloqueara durante tres días). El corazón del evento es el Palais des Festivals, un edificio de cinco plantas situado en la avenida de la Croisette. Es ese complejo decorado con el cartel de Marilyn Monroe que aparece en las fotos. Allí ocurre casi todo, se celebran los photocalls, las ruedas de prensa y los pases de las películas más relevantes (todas las de la sección oficial y "Un certain regard"). Se convierte en tu hogar, al final, donde pasas la mayor parte de la jornada. De hecho, la gente aprovecha para dormir allí, incluso en el suelo. Donde, por cierto, teníamos que escribir ante la falta de asientos.
Hay en el Palais una sala con ordenadores, otra con servicio WiFi (que tardó varios días en funcionar, para desesperación de muchos como yo) y al menos tres sitios donde te sirven café (sin leche) y agua gratis. En la zona destinada al mercado del cine ("Marché du film") hay una pequeña cafetería donde se puede comer, y claro, no es barato. Casi ningún sitio en Cannes lo es, y ese en concreto es de los que cobra 6 euros por un sándwich; cuando tienes prisa hay que pasar por el aro. Fuera, en los alrededores, hay restaurantes y puestos callejeros que han duplicado o triplicado los precios de la carta, y un McDonald"s que por supuesto está siempre a reventar. Imaginad mi alegría cuando logré una invitación para un almuerzo organizado por el alcalde. Aunque no deja de ser un pueblo con playa, el festival ha convertido Cannes en un importante destino turístico y no escasean las tiendas. Ni los yates. En cuanto empieza a atardecer, las calles se llenan de gente trajeada y aspirantes a supermodelos. No solo por las numerosas fiestas, se exige etiqueta en las sesiones del Teatro Lumiére, donde está la alfombra roja por la que se pasean las celebridades.
La Lumiére es la sala más espaciosa, con más de mil butacas. La Debussy es similar y luego hay otros tres cines en el Palais mucho más pequeños, de 300-400 asientos, donde normalmente programan segundos o terceros pases de películas relevantes. A diferencia de otros festivales, en Cannes no se venden entradas al público, pero según parece, había más de cuatro mil acreditados , así que imaginad los problemas. No hay butacas para todos. Hay tensión en pases importantes. En algunas caras puedes leer "si te tengo que matar para entrar, lo haré, y después escupiré sobre tu cadáver". No era fácil conseguir una silla en las salas de trabajo y en las ruedas de prensa prácticamente no puedes entrar si no eres de un medio muy importante. Ya os comenté que hay varios tipos de acreditaciones. La mía era azul, podría decirse que la "clase media". Encima están los privilegiados, los que tienen prioridad para entrar, y abajo los que deben esperar al menos una hora para ver si quedan butacas libres. Yo siempre llegaba en torno a 45 minutos antes de cada pase y solo una vez me quedé fuera, debiendo hacer cola para la siguiente sesión. Se pierde mucho tiempo esperando.
Otra cuestión es el visionado, que a veces no tiene lugar en las mejores circunstancias. Hay zonas en los cines Lumiére y Debussy donde no se ve toda la pantalla, pero el mayor problema son los subtítulos (en inglés y francés, a menos que la película esté habladas en uno de esos idiomas), si no tienes un buen ángulo de visión, no los puedes leer. Igualmente pasa lo típico de ir al cine, uno está sentado junto a gente que por la razón que sea, hacen ruido y desconcentran. Sí, en los festivales también suenan móviles en mitad de una proyección. Varias veces. Sumad a eso largos bostezos, constantes estornudos, murmullos, ronquidos, algunos que se levantan y pasan torpemente delante de ti… El resultado es que a veces no te enteras de los diálogos, sobre todo en escenas donde los actores susurran. Resulta molesto, y esa sensación también te saca del film. Lo peor es que conforme avanza el festival se va acumulando el cansancio y cada vez hay más ruido. Salía de algunos pases preguntándome qué narices iban a decir todos los que habían abandonado la sala antes de tiempo, los que se habían quedado dormidos y los que miraban el móvil a cada momento. Normal que luego se simplifique tanto.
Las películas
Tuve la impresión de que los directores estaban más apasionados por su estilo que por sus personajes.
(Nanni Moretti)
Vi 24 largometrajes durante el festival. 21 de la sección de competición (eran 22 en total, me faltó "Paradies: Liebe") y 3 de "Un certain regard". Habría visto muchos más, si te informas sobre el programa de cada día no te quieres perder nada, pero se corre el riesgo de quedar fuera en pases importantes y sobre todo creo que hay que evitar el agotamiento, prestar verdadera atención al cine y no simplemente acomodarse y dejar que pasen imágenes por las retinas, incapaz de procesar lo que se está viendo. Es normal oír a gente que ya no recuerda lo que ha visto por la mañana, que se aburre por puro cansancio o que ronca a tu lado pero luego asegura haber visto una obra maestra. No exagero. Realmente depende de cada uno, por supuesto, pero mi consejo es descansar y concentrarse en ver dos o tres películas al día. Y disfrutarlas, que muchas de ellas tardarán meses en llegar a los cines, si es que lo hacen…
A continuación os dejo las mejores películas que vi en Cannes:
"Moonrise Kingdom", de Wes Anderson. Divertidísima aventura con sabor a cuento juvenil. Una delicia.
"Amour", de Michael Haneke. Merecedora de la Palma de Oro, fue la película más redonda. Cruda y emocionante, con formidables interpretaciones.
"Jagten", de Thomas Vinterberg. Un ejemplar thriller psicológico. Mads Mikkelsen logró con justicia el premio al mejor actor.
"Like Someone in Love", de Abbas Kiarostami. Un relato aparentemente sencillo que cautiva por la naturalidad de los personajes y la puesta en escena. Mágica.
"Killing Them Softly", de Andrew Dominik. Una furiosa respuesta a los frutos del capitalismo desbordado. Poderosa y amarga.
"Holy Motors", de Leos Carax. Un cóctel de sueños, miedos, emociones, reflexiones, risas y desahogos. Tan descompensada como brillante.
"Cosmopolis", de David Cronenberg. Exigente y arriesgado trabajo que analiza al ser humano del siglo XXI. Cuesta saborearla en el momento pero deja huella, se queda en la cabeza y mejora en el recuerdo.
De las demás que vi, recomiendo que os quedéis con los siguientes títulos:
"De rouille et d"os", de Jacques Audiard. Elegante realización y dos actores en estado de gracia. No llega a explotar, pero emociona.
"Reality", de Matteo Garrone. Valiente e irregular tragicomedia que pone en evidencia el absurdo ideal de las "celebrities". Muy apropiada para Cannes. Consiguió el gran premio del jurado (presidido por Moretti).
"Mud", de Jeff Nichols. Si "Cosmopolis" se expande tras su visionado, a esta le ocurre lo contrario. Aun así, un film honesto y cargado de emoción, con un estupendo reparto.
"In the Fog", de Sergei Loznitsa. Tiene la atmósfera de un relato post-apocalíptico y la profundidad del mejor cine europeo. Le sobran minutos.
"Elefante blanco", de Pablo Trapero. Para disfrutar de la puesta en escena. Un guion poco inspirado lastra un film con grandes momentos y un impecable Ricardo Darín. Merecía estar en la sección oficial.
Y las siguientes fueron las que menos me entusiasmaron, si bien me alegro de haber visto casi todas:
"Dupã dealuri", de Cristian Mungiu. Una de las más difíciles del certamen, a ratos apasionante, a ratos insufrible. El jurado premió el guion y las dos protagonistas recibieron el galardón a la mejor interpretación femenina. Lo segundo es razonable, lo primero me parece un disparate.
"Lawless", de John Hillcoat. Los carismáticos secundarios y los chispazos de violencia mantienen el interés en una historia convencional (sobre todo para Cannes). Jessica Chastain nos alegró el día.
"Baad El Mawkeaa", de Yousry Nasrallah. La más torpe candidata a la Palma de Oro. Demasiado encorsetada a su discurso. Aun así, tiene imágenes y momentos meritorios.
"Vous n"avez encore rien vu", de Alain Resnais. Modesta y encantadora representación cercana al teatro donde destaca la entrega de los actores hablando de amor, uno de los temas centrales de esta edición. El otro sería la crítica a un estilo de vida enfocado a la fama y la riqueza.
"Mystery", de Lou Ye. Encargada de inaugurar la sección "Una cierta mirada", fue uno de los primeros chascos de esta 65ª edición. Muy corriente mezcla de melodrama y thriller policial.
"The Taste of Money", de Im Sang-soo. Otro relato carente de imaginación y riesgo, que salva la elegante cámara de Im y el trabajo de los intérpretes. Similar a "The Housemaid", con más humor y menos drama.
"The Angels" Share", de Ken Loach. La versión más ligera y optimista del cineasta británico, que aun así no puede evitar reflejar la triste realidad del paro juvenil. Sorprendentemente se llevó el segundo premio del jurado.
"On the Road", de Walter Salles. El clásico ejemplo de película encadenada al libro en el que se basa, limitándose poco menos que a ilustrarlo. Bonitas postales y poca vida. Kristen Stewart regala un desnudo a sus millones de fans.
"The Paperboy", de Lee Daniels. Pura provocación. Sexo y violencia en un flojo relato con investigación criminal donde destaca Nicole Kidman. El realizador, sin embargo, se obsesiona con el cuerpo de Zac Efron.
"In Another Country", de Hong Sangsoo. El coreano vuelve a plantear sus temas habituales en tres historias protagonizadas por Isabelle Huppert, el alma de un film agradable e ingenioso.
"Antiviral", de Brandon Cronenberg. Atractiva ópera prima incluida en la sección "Una cierta mirada". Destaca el trabajo de Caleb Landry Jones sufriendo una pesadilla que pierde frescura con el paso de los minutos y termina resultando repetitiva.
"Post Tenebras Lux", de Carlos Reygadas. El trabajo más pretencioso y hueco de la sección oficial; su fuerte es la iluminación y el retrato de la cotidianidad. De los que basan todo en la improvisación y la naturaleza. Injusta ganadora en la categoría de mejor dirección, gracias al fuerte apoyo de Andrea Arnold y Raoul Peck.
Si hago balance, encuentro 12 películas estimulantes y otras 6 donde las virtudes compensan sobradamente las torpezas, por lo que la conclusión sería que fue un buen festival. Sin embargo no es la sensación que tuve allí y no es la que conservo ahora mismo. Esperaba más. Quizá demasiado. Y puede que parte de mi decepción se deba a que la anterior edición fue especialmente afortunada, pero este año se le prestó demasiada atención a estrellas y películas norteamericanas (uno de los títulos protagonistas fue "Madagascar 3"…), y hubo trabajos en competición que no merecían tal honor, quizá porque los organizadores no tuvieron mucho donde elegir al quedarse sin platos fuertes como lo nuevo de Terrence Malick, Quentin Tarantino, Paul Thomas Anderson, Nicolas Winding Refn o Wong Kar-wai (nos mostraron avances de "Only God Forgives" y "The Grandmasters"). Ya se empieza a hablar de Cannes 2013, citando grandes nombres. Pero lo siguiente es Venecia y creo que será un certamen superior a este. Quizá el año que viene pruebe suerte allí.
PD: Gracias a todos los que habéis seguido mis crónicas en Blogdecine y mis mensajes en twitter, en especial a los que habéis participado con comentarios. Habéis hecho que el trabajo merezca la pena.
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