Información: Cine en el salón. Stardust, la magia de Neil Gaiman - 08/03/2013 8:02:03
" El cine siempre ha mirado al cómic con ojos tiernos, y muchísimas son las producciones que podríamos citar del pasado siglo que sirven como paulatino antecedente a la actual y algo desmesurada fiebre por trasladar a la gran pantalla el imaginario de las viñetas. Con todo, por más que pudiéramos comenzar a citar aquí mucho de lo que el séptimo arte ha tomado prestado del noveno antes de la entrada en la actual centuria, podríamos afirmar que es "Blade" (id, Stephen Norrignton, 1998) la que da el temprano pistoletazo de salida que terminará desembocando en la inmensa proliferación de adaptaciones de cómic.Afortunadamente no todos los títulos que terminan llegando al cabo del año a nuestros cines son de "tipos con mallas" y no lo digo en tono despectivo hacia estas, cuidado, encontrando su hueco y correspondiente cuota de público cintas que escarban en la vasta producción yanqui de tebeos para dar con historias susceptibles de ser traspasadas a 24 fotogramas por segundo. Y si abundantes son los nombres que podríamos sacar a colación como ejemplo del cine de superhéroes, no son menos aquellos que, sin contar con la presencia de héroes con asombrosos poderes, han sido capaces de encontrar el apoyo económico suficiente para ver la luz.
Y aquí podríamos hablar de "Camino a la perdición" ("Road to Perdition", 2002), la magnífica adaptación que hizo Sam Mendes de la novela gráfica de Max Allan Collins; "Una historia de violencia" ("A history of violence", 2005), fascinante aproximación de Cronenberg a la no menos espléndido volumen de John Wagner y Vince Locke; "American splendor" (id, Robert Pulcini, Shari Springer Berman, 2003), la vida de Harvey Pekar, uno de los mejores guionistas independientes que ha dado el medio; "Sin city" (id, Robert Rodríguez, Quentin Tarantino, Frank Miller, 2005) o cómo trasladar viñeta por viñeta el arte noir de Miller a la gran pantalla o, cómo no, el filme que hoy nos ocupa, el genial "Stardust" (id, Matthew Vaughn, 2007).
Stardust, la novela
Publicado en tres prestigios que después han sido reeditados hasta la saciedad en diferentes formatos, "Stardust" no fue sino la lógica conclusión de la colaboración que Gaiman y Vess habían comenzado años atrás en ese magistral número de "Sandman" que es "A midsummer night"s dream", número en el que los autores comenzaban a explorar las tierras de las hadas y la magia. Poco tiempo después de la premiada historia el primer y único cómic que ha sido galardonado con el World Fantasy Award Gaiman y Vess volverían a coincidir en "Los libros de la magia", cuatro prestigios centrados en la "historia de la magia del Universo DC" y en el que el arte del dibujante adornaría un número tres volcado, de nuevo, en el mundo de los duendes.
Al margen de estos antecedentes encontramos la personalidad del propio autor, un Neil Gaiman que, habiendo crecido rodeado de cuentos y relatos de fantasía, lamentaba el hecho de que, una vez se hizo adulto, no hubiera lugar en la literatura para esa magia que había hecho volar su imaginación de infante. Fue "La princesa prometida", la maravillosa novela escrita por William Goldman, la que le convenció de que un cuento para adultos podía llegar a ser una realidad, encontrando aquí el gérmen de lo que terminaría convirtiéndose en "Stardust"
Considerando todo lo anterior, Gaiman y Vess llegan a "Stardust" con mucho terreno abonado para el fantástico cuento que aquí nos narra el autor inglés y en el que hay lugar para todos los elementos que alguna vez han podido aparecer en este tipo de relatos: brujas malvadas, hadas, castillos, príncipes, princesas y hasta piratas voladores que se dedican a la caza y contrabando de rayos.
Pero claro está, en manos del autor de "Los nuevos dioses", lo que tradicionalmente conocemos por cuento es trastocado en un fascinante viaje por una tierra mágica y llena de esplendor en la que, ni el príncipe es un viril noble de sangre azul, ni la princesa una frágil e indefensa joven, ni el amor el vínculo inicial que los une, cambiando Gaiman las fórmulas que siempre han regido los relatos para niños hasta convertirlas, como era su voluntad inicial, en algo que sólo un adulto podrá disfrutar plenamente, máxime si cada página viene acompañada de la extrema belleza y gracilidad que exudan las excelsas ilustraciones de un inspiradísimo Charles Vess.
"Stardust", la película
Medios diferentes requieren de mecanismos narrativos diferentes. Esto es algo que habría que tener siempre presente cuando se ha de juzgar la adaptación de una obra literaria al cine. Por mucho que la intención del cineasta sea fiel al texto, habrá algo del mismo que no sea traspasable a la gran pantalla. El ejemplo más cercano, y criticado hasta la saciedad, es el trabajo que Peter Jackson, Fran Walsh y Philippa Boyens hicieron con "El señor de los anillos" alterando la estructura de la novela de Tolkien, eliminando personajes y provocando que los amantes más puristas del seminal libro se rasgaran las vestiduras.
Vendidos los derechos a Miramax incluso antes de que la novela viera la luz en formato impreso, no sería hasta casi una década después cuando Matthew Vaughn decidiría que su siguiente filme tras el espléndido debut que fue "Layer cake" (id, 2004) sería la traslación del fascinante cuento de Gaiman. Consultado el inglés acerca de la posibilidad de hacerse cargo de la adaptación a guión de su obra, la negativa del autor a tener que "destrozarla para poder hacerla funcionar de cara a una película" hizo que finalmente fuera el propio Vaughn con la ayuda de Jane Goldman el encargado de tal tarea.
Y, de nuevo, volvemos a la idea anteriormente expuesta: el cine es un medio con mecanismos completamente ajenos a aquellos que hacen funcionar un relato escrito, y lo que funciona en uno nunca lo hará en el otro, y viceversa. Es por ello que, a la hora de aproximarse a la adaptación de "Stardust", Vaughn tuvo muy claro que tenía dos opciones: hacer una buena adaptación que contentara a los seguidores de la novela, o hacer una buena película que conservara la esencia del libro pero llegara a mucho más público. Con la segunda como clara vencedora de cara a poder encontrar una cuota de taquilla más amplia, hay que admitir que entre los cambios realizados del texto original de Gaiman hay muchos aciertos y algún que otro error.
(Huelga decir que, al menos en lo que a este párrafo se refiere, spoilers ahead) Entre las alteraciones más llamativas que Vaughn y Goldman llevan a cabo con "Stardust" están, de una parte, la compresión del prólogo, de casi cuarenta páginas en el libro y la adición del Capitán Shakespeare (hilarante Robert De Niro) como personaje puntal en el transcurso de la acción con guiño incluído en una de sus escenas a cierto pirata de "La princesa prometida" cuando en la novela su protagonismo se limita a un par de páginas y, de la otra, la completa reescritura del tercer y último acto. Escrito pensando en lo que funcionaría bien en la lectura, el antitético carácter cinematográfico del tramo final de la novela es trastocado por completo por Vaughn y Goldman, postergando el destino final de Septimus y haciendo que el personaje de Lamia adquiera un renovado papel de cara a un espectacular enfrentamiento final en el palacio donde habita con sus hermanas que en libro no existe. (Se acabaron los spoilers)
Con plena confianza por parte de los guionistas en que los cambios introducidos son fieles al espíritu de la novela y no alteran su magia en absoluto, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la grandeza que ya dimanaba del relato escrito lo hace igual de las maravillosas dos horas de proyección que Vaughn concreta en una cinta espléndida que, terminará convirtiéndose con el tiempo en un objeto de culto a la par de "La princesa prometida" ("The princess bride", Rob Reiner, 1987), sin que ello vaya en desmerecimiento, ni mucho menos, de esa maravilla del séptimo arte que es la cinta de Reiner.
Muchos y muy diversos son los valores que me llevan a pensar que el redescubrimiento de "Stardust" por futuras generaciones hará de ella un objeto de culto. Para empezar, resulta fundamental el que, tras haberla visto unas cinco veces desde que se estrenara en 2007, la cinta no haya perdido su capacidad para atrapar al espectador desde ese mágico un epíteto que voy a usar hasta la saciedad en las próximas líneas, mis disculpas adelantadas prólogo en el que se nos narra la historia de Dunstan, el padre del protagonista, con la voz en off en la versión original de Sir Ian McKellen.
A partir de ahí, el filme comienza a desplegar un entrañable carácter que es determinante a la hora de encariñarse sin ningún esfuerzo ya sea de Tristan, un espléndido Charlie Cox que sabe capturar toda la inocencia y determinación de este singular héroe; Yvaine, la estrella a la que pone rostro Claire Danes apunte irritante: horrible impostación del acento británico por parte de la actriz norteamericana; el Capitán Shakespeare, un papel con el que De Niro se lo pasa en grande aunque bordee peligrosamente las estupideces que le venimos viendo en la gran pantalla de un tiempo a esta parte; y, cómo no, de la pérfida Lamia, un desagradable personaje que en el bello rostro y las espléndidas cualidades interpretativas de Michelle Pfeiffer se convierte en una auténtica delicia.
Aportando su inmenso grano de arena a que la cinta capture la imaginación del espectador, la banda sonora de Ilan Eshkeri no es ajena a la portentosa magia que exudan las mejores secuencias del filme. Vale que los "préstamos" que toma el compositor londinense son demasiado evidentes tanto en el tema de Tristan, directamente extraído del que Shore compusiera para la canción del final de "La comunidad del anillo" ("The lord of the rings. The fellowship of the ring", Peter Jackson, 2001) como en el que hace crecer la tensión en la escena de la posada, que el músico extrae del tema de los cazadores creado por Wojciech Kilar para "Drácula" ("Bram Stoker"s Dracula, Francis Ford Coppola, 1993); pero ello no debería ser óbice para echar por tierra la solidez de una partitura rica en matices y rica en sus orquestaciones en la que brilla con luz propia el tema destinado a Séptimus, el magnífico prólogo y el momento en que Yvaine es "derribada" de los cielos.
Con un diseño de producción y unos efectos visuales que sacan tremendo partido a su ajustado prespuesto de 70 millones de dólares para hacerlos lucir como el doble y una dirección funcional por parte de un Vaughn que, quién sabe si consciente o inconscientemente, no trata de imponer su personalidad al relato y deja que sea éste quien dicte lo que la cinta necesita en cada momento, "Stardust" es un sobresaliente escapismo que consigue a través de su candor hacer que el espectador se evada de la realidad durante su duración. Ni es un filme que vaya a cambiar vuestra vida, ni lo pretende, entroncando aquí con la idea de original Gaiman de crear un cuento que acerque a los adultos una magia que muchos creían perdida. Ya sólo por eso, siempre será merecedora del más entusiasta de mis aplausos.
En Blog de Cine
. "Stardust", fantasía sin garra
. "Stardust", un cuento en toda regla
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Que opina? Gangster Squad, L.A. Noir - 15/02/2013 13:05:44
" El mafioso Mickey Cohen (Sean Penn) tiene atemorizada a la ciudad de Los Ángeles entre los años cuarenta y cincuenta. Un equipo especial de policías se propondrá atrapar a Cohen y su banda para deshacer de una vez por todas a la organización criminal.El libro de Paul Lieberman en el que se basa esta película es un recuento histórico acelerado. En pocas palabras, una no-ficción hinchada de ficción. Sin embargo, tiene una función parecida a la de las novelas de Ellroy: nos permite imaginar una época a través de un devenir de acontecimientos sincopado.
Pese a todo, resulta mucho más interesante leer las mejores obras del propio Ellroy, desde su autobiografía hasta "L.A. Confidencial" o "La Dalía Negra", entre los mejores ejemplos de una novela negra que, lejos del arquetipo del detective privado honesto frente a un sistema corrupto, se propone ser un auténtico recorrido épico por la ciudad y sus gentes.
El guión de Will Beall coge el libro derivativo de Lieberman y lo lleva a una esencia, digamos, mafiosa. Los mafiosos siempre se han caracterizado por no pagar impuestos y traficar con materias preciadas por la población. Bien, Beall hace un movimiento acorde con su protagonista, un hiper-ficticio Mickey Cohen encarnado por un Sean Penn imitativo e histrión, en la línea más exagerada de Al Pacino o Robert DeNiro en las conocidas aventuras del Dick Tracy y del temerario Elliott Ness, respectivamente.
Esta película es un tráfico de bienes, de influencias sobre un pasado cinematográfico que fue mucho mejor tanto en sus expresiones iniciales de cine negro o film noir como en lo que muchos expertos llaman el neo-noir, todo aquel film de género criminal realizado tras 1958. ¿Por qué? Porque una copia estructural de "Los Intocables de Elliott Ness" (The Untouchables, 1988) con leves toques de "L.A. Confidential" (id, 1997) y del superior videojuego L.A. Noir no es realizar una película, es realizar una imitación.
Tiene razón el crítico del New York Times A.O. Scott cuando escribe que el director de este desastre, Ruben Fleischer, había dirigido una película de zombies medio graciosa, pero ahora ha realizado una película genuinamente zombi. Embalsamada en cine mejor, carente de otra habilidad que no sea la proporcionada por la paleta digital del operador Dion Beebe (a veces inspirada reproduciendo una estética de pulp hiper-digital, otras bastante sobrecargada y notando ausencia de puesta en escena), la película es una sucesión de tópicos que solamente animan Emma Stone y Ryan Gosling.
Pero ni siquiera ellos actúan, no lo permite le guión, debo decir, pese a su notable brillo de estrellas. Ella es la chica del gángster, pero tanta es la versión reducida y confortable que ni siquiera es eso, y él el aguerrido policía y veterano de guerra, pero tanta es la vaguedad y la pereza de la propuesta que debemos creerlo porque va en smoking y el decorado es reconociblemente retro. Liderando el grupo de los policías también está Josh Brolin cuya máxima función es ser un arquetipo irlandés lo que significa que está mucho tiempo pareciendo un tipo duro y desconfiado para descubrir que es un tipo duro que puede y sabe trabajar en equipo cuando tiene otro tipo duro en el grupo. En fin.
Cine malo, alimenticio, derivativo, nada inspirado, mortecino que constata que el logo de la Warner Bros y la agitada ciudad de Los Ángeles vivieron crímenes mejores y años de mayor intensidad. Si Brian DePalma acertó convirtiendo su relato en un western de arquetipo pero no de esquematismos, completando su película con una formidable audacia formal y emocional, el cineasta Curtis Hanson usó la novela de Ellroy para evocar las almas rotas de Los Ángeles.
Fleischer, en cambio, la ha usado para traficar con el legítimo respeto y gusto de muchos espectadores por el cine criminal. Nada nuevo bajo el sol; solamente otro pícaro vendiendo imitaciones. Mikel Zorrilla ha mostrado también su desacuerdo.
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Que opina usted? Las diez peores películas de 2012 - 27/12/2012 4:37:50
" Recién pasada la navidad, nos aproximamos a la nochevieja y la entrada en 2013. Además de ver a la familia, comer turrones, beber licores y comprar regalos, en estas fechas es habitual hacer balance de la cosecha cinematográfica del año. Soy de los que prefieren dejar lo mejor para el final así que si os parece bien vamos a empezar repasando las peores películas de 2012.Ya sabéis, este tipo de artículos son personales, subjetivos, dependen de cada uno (de lo que ha visto, de su forma de apreciar el cine), por lo que espero que no haya lectores que se molesten por la inclusión u omisión de algún título, y todos aprovechéis los comentarios para dejar vuestros particulares "top 10" del peor cine que habéis visto a lo largo de 2012; quiero leerlos. Aclaro que para preparar mi lista solo he tenido en cuenta los estrenos de cine en España desde el 1 de enero hasta hoy.
Las 10 peores películas de 2012:
10. "Salvajes" ("Savages", Oliver Stone, 2012)
Sé lo que estará pensando más de uno: ya empezamos. Lo admito, seguro que se han estrenado películas peores que "Salvajes", pero viniendo de un cineasta como Stone, esta adaptación de la novela de Don Winslow es uno de los trabajos más lamentables que se han visto en 2012, con un final vergonzoso. Podéis encontrar mi crítica haciendo clic aquí.
9. "El legado de Bourne" ("The Bourne Legacy", Tony Gilroy, 2012)
Tras la excelente etapa de Paul Greengrass al frente de la franquicia de Bourne llegó el inevitable reboot con nuevo protagonista y Gilroy guionista de las entregas anteriores tras las cámaras. El resultado fue una mediocre cinta de acción que solo tiene algún interés por su extraordinario reparto. Mi crítica, aquí.
8. "La saga Crepúsculo: Amanecer , Parte 2" ("The Twilight Saga: Breaking Dawn. Part 2", Bill Condon, 2012)
Una de las mayores alegrías de 2012 fue el estreno de la última entrega de "Crepúsculo", sin duda una de las peores sagas de la historia del cine, pero también una de las más rentables vuelve a demostrarse que la calidad no suele tener relación con el éxito en taquilla; dicen que habrá más películas sobre Bella, Edward o alguno de sus aburridos amigos pero de momento el cuento se ha acabado. Podéis leer mi crítica pinchando aquí.
7. "¡Por fin solos!" ("Darling Companion", Lawrence Kasdan, 2012)
Si estáis interesados en una película tan sosa, convencional y aburrida que os ayude a dormir o haga que la persona a vuestro lado pierda todo interés en la pantalla y se centre en vosotros, dejad de buscar, la habéis encontrado. Kasdan ha tocado fondo como director y guionista con "Por fin solos". Mi crítica, aquí.
6. "El pacto" ("Seeking Justice", Roger Donaldson, 2011)
No podía faltar en esta lista una película con Nicolas Cage, que ha protagonizado hasta CUATRO estrenos en 2012. Me he decantado por "El pacto" porque me pareció la más aburrida, la que se toma más en serio a sí misma, un grave error tratándose de una producción de estas características, más apropiada para el consumo doméstico, con un público nada exigente que puede estar haciendo más de una cosa a la vez. Aquí tenéis mi crítica.
5. "Battleship" (Peter Berg, 2012)
A Berg le encargaron un blockbuster basado en el juego "Hundir la flota" (en inglés, "Battleship") y se fijó en dos de los mayores terroristas del cine actual, Roland Emmerich y Michael Bay. El resultado es un lógico desastre narrativo con alguna escena graciosa, explosiones espectaculares y uno de los guiones más estúpidos de todos los tiempos. Podéis leer mi crítica aquí
4. "El enigma del cuervo" ("The Raven", James McTeigue, 2012)
Cusack encarna a Edgar Allan Poe, que debe ayudar a la policía a encontrar a un asesino en serie que se está inspirando en sus relatos a la hora de cometer los crímenes. Suena bien, ¿verdad? McTeigue lo echa a perder. También es cierto que parte de un torpe guion pero su puesta en escena termina por arruinar las opciones de "El enigma del cuervo". Aquí mi crítica.
3. "Blancanieves y la leyenda del cazador" ("Snow White and the Huntsman", Rupert Sanders, 2012)
La "Alicia en el país de las maravillas" ("Alice in Wonderland", 2010) de este año. Pero Sanders no es Tim Burton y el espectáculo tiene menos gracia todavía. Este año nos llegaron tres versiones del cuento de Blancanieves y aunque no me cautivó el trabajo de Pablo Berger solo la secuencia final, "Blancanieves y la leyenda del cazador" fue la adaptación más prescindible (la de Tarsem me parece muy divertida, debo ser el único que la defiende). Mi crítica, aquí.
2. "Desafío total (Total Recall)" ("Total Recall", Len Wiseman, 2012)
Lo sé, la primera "Desafío total", de Paul Verhoeven, no es perfecta, pero es coherente con lo que propone y dejó imágenes inolvidables. El remake, disfrazado de nueva adaptación del cuento de Philip K. Dick, reúne todos los errores en los que puede caer una superproducción; en resumen: centrarse en lucir los efectos visuales y olvidarse de todo lo demás. Podéis recuperar mi crítica haciendo clic aquí.
1. "Abraham Lincoln: Cazador de vampiros" ("Abraham Lincoln: Vampire Hunter", Timur Bekmambetov, 2012)
El mayor bodrio de 2012 llegó de forma inesperada. Un realizador con talento, un reparto con posibilidades (ojo a Benjamin Walker) y una premisa original, de la que se podía haber sacado mucho jugo. Pero se apostó por el dramatismo en lugar del humor, la estética de videoclip, aparatosas secuencias donde los actores no importan lo más mínimo y un guion repleto de momentos bochornosos la escena de los caballos…. Mi crítica, aquí.
5 grandes decepciones de 2012:
Ni de lejos las incluiría en una lista del peor cine de 2012 pero estas cinco películas merecen estar en este artículo porque las encontré especialmente decepcionantes. Evidentemente no son las únicas novedades que estuvieron por debajo de las expectativas cabía esperar más de "Prometheus" (Ridley Scott, 2012) o "El hobbit: Un viaje inesperado" ("The Hobbit", Peter Jackson, 2012) pero son las más destacadas y tampoco se trata de hacer una selección más amplia, prefiero que os centréis en los diez títulos de arriba.
5. "Hara-kiri. Muerte de un samurái" ("Ichimei", Takashi Miike, 2011)
Tras su vibrante remake de "13 asesinos" ("J
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