Información: Walter Hill: Traición sin límite - 26/03/2013 4:10:00
" Tras la loa musical que supuso "Cruce de caminos" ("Crossroads", 1986), un proyecto tan atípico como personal, Walter Hill se asocia con los temibles Mario Kassar y Andrew G. Vajna, que a finales de los ochenta y principios de los noventa se hicieron cargo de la Carolco concretamente hasta 1995 con la última película salida de la productora, el enorme fiasco, en todos los aspectos "La isla de las cabezas cortadas" ("Cutthroad Island", Renny Harlin, 1995), para la cual Hill realiza tres thrillers de acción, siendo "Traición sin límite" ("Extreme Prejudice", 1987) el primero de ellos, y también el mejor. Es muy probable que estemos hablando del film más bestia de Walter Hill, aquel en el que da rienda suelta a todas sus inquietudes poniendo en imágenes la muy concisa historia de John Milius y Fred Rexer, que ya habían coincidido en la delirante, por la propuesta, "Amanecer rojo" ("Red Dawn", 1984) de la que hace poco hicieron un remake.El libreto de Milius y Rexer fue convertido en guión definitivo por Harry Kleiner y Deric Washburn, cuyo currículum es sencillamente espectacular. El segundo por escribir los libretos de películas como "El cazador" ("The Deer Hunter", Michael Cimino, 1978) o "Naves misteriosas" ("Silent Running", Douglas Trumbull, 1972), y con el primero hay que remontarse a directores como Otto Preminger o Samuel Fuller, en películas como "¿Ángel o diablo?" ("Fallen Angel", 1945) o "La casa de bambú" ("The House of Bamboo", 1955), y también "Bullit" (id, Peter Yates, 1968) entre otras. El guión es una milimétrica maravilla hiperviolenta, lleno de matices y con una labor ejemplar de síntesis directo al grano es una de las máximas de Hill que debió volver loco al director cuando lo leyó. Otro de esos libretos ajenos que Hill hace suyo con su peculiar puesta en escena, esta vez más rabiosa que nunca.
(From here to the end, Spoilers) El inicio de "Traición sin límite" espectacular título español para el mucho mejor "Extreme Prejudice", sacado de "Apocalypse Now" (id, Francis Ford Coppola, 1979), no por casualidad escrita por Milius muestra uno por uno al equipo de mercenarios que operará en la frontera de México haciendo pasar un golpe organizado por el gobierno en una de esas operaciones ultrasecretas, por un típico atraco a un banco. Allí Cash Bailey Powers Boothe en su segunda colaboración con Hill tras "La presa" ("Southern Comfort", 1981) uno de los grandes capos de la droga del lugar y que posee ciertos documentos bajo llave que incriminan en actos no demasiado legales al gobierno estadounidense. Dicho inicio, que bebe de "Los profesionales" ("The Professionals", Richard Brooks, 1966), enseña uno a uno a los supertipos que convertirán el lugar en un infierno, todos ellos comandados por el Mayor Paul Hackett el muy de moda aquellos años, tanto en el cine como en la televisión, Michael Ironside, quien tiene planes muy secretos.
Hill recurrió a Nick Nolte para el papel de Jack Benteen, un marshal que se verá metido en medio de toda una guerra privada, quien adelgazó un montón para el personaje, el cual está inspirado en un marshall real. Y "Traición sin límite" es un claro ejemplo, entre otros muchos, de lo excelente actor que es Nolte, sobre todo si comparamos su interpretación con la de "Límite: 48 horas" ("48 hrs.", 1982) en la que daba vida a un personaje de similares cacrterísticas. La composición de Nolte es puro minimalismo, muy acorde con el cine de Hill, un hierático marshall tras cuya pétrea mirada que acojona como pocas se puede deducir el sentimiento de un hombre que ha comprendido que el mundo es un lugar apestoso dónde morar, un mundo en el que para sobrevivir has de enfrentarte con tu mejor amigo en una lucha a muerte. Nolte hace una de esas interpretaciones físicas gestos, la manera de andar, de mirar, de moverse, lo es todo que además de dibujar y describir a la perfección el personaje llenan la pantalla, lo cual sumado a la capacidad de Hill para captar lo esencial con la imagen, eleva el trabajo del actor a lo más alto.
Que el género del western navega todo el rato por "Traición sin límite" es algo que salta a la vista, ya no sólo porque productores, director y sobre todo guionistas, lo han declarado así, sino porque se ve en todas y cada una de sus secuencias, algunas de ellas verdaderas y magistrales set pieces del cine de acción. Llaman la atención absolutamente todas, desde la inicial, en la que el personaje central queda definido, hasta el excelente atraco, que parece una versión mayúsucla del visto en "La huída" ("The Getaway", Sam Peckinpah, 1972), y cómo no, el clímax final, todo un homenaje a otro mítico título de tío Sam, "Grupo salvaje" ("The Wild Bunch", 1969). Una pura orgía de violencia, en la que la contundencia de los disparos nos conmociona de forma brutal, casi podemos sentirlos gracias a esa viscelaridad y energía que imprime un Hill totalmente desbocado a lo que mejor sabe hacer, pero controlando en todo momento lo que hace. Dichas secuencias siguen impactando a día de hoy por su sentido de la violencia, sin remilgos ni conservantes.
La actriz cubana Maria Conchita Alonso, más de moda en aquellos años que ahora, da vida a uno de los personajes femeninos con más protagonismo en el cine de Walter Hill, de hecho es de las pocas películas de su director en las que el protagonista se queda con la chica en un aparente final feliz, que de feliz no tiene nada. Sin embargo, y aquí es donde se halla uno de los puntos más interesantes del film, se queda con la chica porque se la ha ganado, como si de una propiedad se tratase, a tiro limpio. Otro apunte machista en el mundo de hombres de Hill. Al igual que en "Calles de fuego", bueno y malo lucharán por la mujer de sus vidas; el amor que esta vez triunfará pasando por encima de algunas de las muertes más violentas jamás vistas en una pantalla.
Así es "Traición sin límite", violenta, vibrante, y de un atroz romanticismo, el de la soledad del hombre violento que retrotae al western, al que Hill le escribe la carta de amor más sangrienta que existe.
Especial Walter Hill en Blogdecine:
"El luchador"
"Driver"
"The Warrios, los amos de la noche"
"Forajidos de leyenda"
"La presa"
"Límite: 48 horas"
"Calles de fuego"
"El gran despilfarro"
"Cruce de caminos"
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Que opina? Los mejores gangsters de la historia del cine - 12/02/2013 8:23:33
" Aprovechando el reciente estreno de "Gangster Squad (Brigada de élite)" ("Gangster Squad", Ruben Fleischer, 2013), vamos a repasar en Blogdecine lo más destacado del cine de gangsters (o gánsteres).Mi compañero Alberto Abuín se ocupará de rescatar los títulos más sobresalientes de este subgénero pero empiezo yo con una selección de los mejores gangsters del séptimo arte. Para evitar malentendidos, que no la discusión, quiero aclarar que a la hora de realizar esta selección, aparte de mantener mi personal criterio cada uno tendrá su propia lista y tratar de no limitar la lista a personajes de películas norteamericanas pese a que el gánster tradicional está asociado a esa cinematografía (con la Ley Seca como telón de fondo), he tenido en cuenta lo que entiende la RAE por "gánster".
Dice que es "miembro de una banda organizada de malhechores que actúa en las grandes ciudades". La "mafia" la define como "cualquier organización clandestina de criminales". Así que a efectos prácticos, un gánster y un mafioso vienen a ser la misma cosa, alguien que pertenece a un grupo organizado para cometer delitos o crímenes con procedencia siciliana en el caso de la mafia más popular. Y que actúan de manera violenta, habría que añadir, para diferenciarlos de los ladrones de guante blanco. Asimismo, quedarían excluidos pistoleros solitarios, detectives y otras habituales máscaras del cine negro y sucedáneos. Sin más, os dejo mi lista de los mejores gangsters, en orden cronológico:
Rico
"Hampa dorada" ("Little Caesar", Mervyn LeRoy, 1931) fue una de las primeras películas sobre gangsters y la que lanzó a la fama a Edward G. Robinson, quien borda el personaje de Enrico Cesare Bandello, "Rico" la primera vez que se llevaba al cine de forma disimulada al mítico Al Capone. Con perfecto acento italiano (aunque nació en Rumanía), Robinson da vida a un inmigrante italiano que reinterpreta el sueño americano a su manera, ascendiendo de manera violenta e imparable hasta construir su propio imperio. La escena final es antológica. Un rol que ha sido imitado en incontables ocasiones.
Tony Camonte
Con permiso de Rico, posiblemente el gánster más representativo de la década de los 30. Lo encarnó Paul Muni en "Scarface, el terror del hampa" ("Scarface", Howard Hawks, Richard Rosson, 1932), la primera versión de la novela de Armitage Trail. Sigue una evolución muy similar al personaje de Robinson pero Tony es más salvaje y caricaturesco, más divertido de ver. Además, tiene a su lado a George Raft, cuya carrera despegaría a partir de interpretar al pistolero que juega con la moneda, otro papel muy repetido en la gran pantalla.
Pépé le Moko
La primera adaptación de la novela de Henri La Barthe nos dejó uno de los mejores jefes criminales de la historia del cine. Jean Gabin encarna al encantador protagonista de "Pépé le Moko" (Julien Duvivier, 1937), un gánster parisino refugiado en Argelia, pero también acorralado por la policía, que aprovechará el mínimo descuido para meterlo entre rejas. La tensión y el deseo de libertad le llevarán a descuidar su rutina cuando conoce a una mujer de la que se enamora completa y fatalmente…
Tommy Udo
Richard Widmark debutó en el cine con "El beso de la muerte" ("Kiss of Death", Henry Hathaway, 1947), interpretando a uno de los mejores villanos del séptimo arte, papel premiado con una nominación al Oscar la única en toda su carrera. Udo es un auténtico psicópata de risa fácil que no tiene reparo alguno a la hora de matar inolvidable la escena en la que tira por las escaleras a cierto personaje y que se aprovecha de las torpezas del sistema legal para volver a la calle y tratar de vengarse del hombre que lo delató. Un pistolero temible.
Cody Jarrett
Imposible no incluir a James Cagney en esta selección, es uno de los rostros más característicos del cine criminal y del subgénero de gangsters en particular si bien encarnó igualmente a implacables agentes de la ley. Podría haber destacado su Tom Powers o su Rocky Sullivan pero me decanto por su papel en "Al rojo vivo" ("White Heat", Raoul Walsh, 1949) porque encarna al clásico gánster despiadado pero con una complejidad psicológica que no existía en los anteriores, más sencillos y simbólicos. Los lazos afectivos de Jarrett con su madre extraordinaria la escena en la prisión, cuando se entera de la noticia y el infiltrado le dotan de un carácter único (imitado hasta la saciedad).
Vito Corleone
El símbolo del cine sobre el crimen organizado. El personaje más recordado de la trilogía de "El padrino" ("The Godfather", Francis Ford Coppola, 1972-1990), a pesar de que Al Pacino interpreta al auténtico protagonista. Marlon Brando en el primer film y Robert de Niro en el segundo encarnan las dos etapas de un hombre ambicioso y complejo, un brillante negociador, violento y carismático, un líder que valora la lealtad y la familia por encima de todo. Un papel creado por Mario Puzo y plasmado genialmente en la gran pantalla por Coppola, Brando y De Niro; es el único que de momento ha proporcionado el Oscar a dos actores diferentes.
Tony Montana
El remake de "Scarface" escrito por Oliver Stone y dirigido por Brian de Palma, estrenado en España bajo el título "El precio del poder" ("Scarface", 1983), nos dejó una de las más memorables interpretaciones de Al Pacino, totalmente desatado en la piel del inmigrante cubano Tony Montana. Frases como "Todo lo que tengo en este mundo son mis pelotas y mi palabra, y no las rompo por nadie" y escenas como la del tiroteo final han convertido a Tony en uno de los mayores iconos del cine de gánsteres.
Noodles
De Niro podría protagonizar una lista aparte sobre gangsters. El que fuera el actor fetiche de Martin Scorsese ahora sustituido por Leonardo DiCaprio compuso varios personajes memorables en dramas criminales desde la década de los 70 a los 90, pero creo que los más relevantes son la versión joven de Corleone y David Aaronson, alias "Noodles". En la monumental "Érase una vez en América" ("Once Upon a Time in America", Sergio Leone, 1984) tenemos todo el proceso de crecimiento, madurez y declive de un hombre que creció en la calle. El amor, la amistad, el crimen y las circunstancias aportan matices a un complejo personaje que De Niro interpreta con naturalidad y convicción, que comunica más con miradas y gestos que con palabras.
Mark Lee
Chow Yun-Fat fue la gran estrella del cine de acción criminal "made in Hong Kong" gracias a su colaboración con John Woo. Todo comenzó con su personaje para "A Better Tomorrow" ("Ying hung boon sik", 1986), un habilidoso, divertido y trágico pistolero que en sus buenos tiempos se encendía el cigarro tras prender fuego a un billete. El estilo del personaje, el ingenio del mejor Woo y el carisma del actor crearon un icono del género.
Tommy DeVito
Heredero en cierta manera de personajes encarnados por Cagney y Robinson, Joe Pesci compensa su escasa estatura con un explosivo carácter al interpretar personajes relacionados con el crimen organizado. Ganó el Oscar por el papel de Tommy de Vito en "Uno de los nuestros" ("Goodfellas", Martin Scorsese, 1990), su rol más conocido por escenas como la del "¿crees que soy gracioso?", pero ya en "Érase una vez en América" había demostrado que se le daban muy bien estos roles de hombres amenazantes a punto de estallar.
Michael Sullivan
Hay quien solo ve en Tom Hanks al graciosete y empalagoso actor de "La terminal" ("The Terminal", Steven Spielberg, 2004) o "Larry Crowne" (T. Hanks, 2011) pero lo cierto es que es un intérprete de gran talento y versatilidad. Lo ha demostrado en numerosas películas, una de ellas es "Camino a la perdición" ("Road to Perdition", Sam Mendes, 2002), donde encarna a un implacable gánster que tras ser traicionado inicia un sangriento ajuste de cuentas para salvar lo único que merece la pena en su vida: su hijo. Ojo a la última escena que comparten Hanks y Paul Newman.
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