jueves, 25 de abril de 2013

Walter Hill: Cruce de caminos y Críticas a la carta | Gremlins 2 de Joe Dante

Que opina usted? Walter Hill: Cruce de caminos - 25/03/2013 12:48:40

" "El gran despilfarro" ("Brewster"s Millions", 1985) fue uno de los grandes éxitos de Walter Hill irónicamente también una de sus peores películas, y este pudo volver con facilidad a los proyectos que le interesaban de verdad. El proyecto elegido era algo parecido a "Calles de fuego" ("Streets of Fire", 1984), pero esta vez rindiendo tributo al blues, y para que la jugada no fuese tan arriesgada como el film mencionado que, con el paso del tiempo se revela como uno de los mejores trabajos de su director, sino el mejor esta vez jugó con bazas un poco más seguras de cara a no fracasar comercialmente. La principal fue el contar con Raph Macchio en el papel principal, y en una historia de aprendizaje que a muchos podría recordar las andanzas de su rol en la risible "Karate Kid" ("The Karate Kid", John G. Alvidsen, 1984) que aquel mismo año estrenaba segunda parte. Cuaquier parecido en calidad es pura coincidencia.
Tamnién contó para el personaje femenino al igual que el film con Michael Paré, también con cierta relevancia y sin ocultar el machismo en el cine de Hill con Jami Gertz, actriz que se hizo notar un poco en aquella época con films como el presente, "Quicksilver" (id, Thomas Michael Donnelly, 1985), o "Jóvenes ocultos" ("The Lost Boys", Joel Schumacher, 1987), y que más tarde se perdió en el olvido como muchos de los actores jóvenes de aquella década. Y aunque la elección de ambos intérpretes podía ser povechoso de cara a la taquilla, a mi parecer suponen un error de casting enorme, de los más grandes jamás vistos en una película. Porque ahora nos quejaremos de Keanu Reeves y de Ben Afflecks, por poner dos ejemplos, pero lo de Macchio clama al cielo, no es que sea inexpresvo o el personaje en esta película le quede demasiado grande, es que simplemente no valía, y uso el tiempo pasado, para ser actor. ¿Alguien se ha creído alguna vez alguno de sus papeles?
Y es precisamente en ambos actores donde se encuentra lo peor de un film por otro lado bello y lírico, tal vez el más hermoso que haya filmado Hill en toda su filmografía. Una belleza atípica y subterránea que hay que buscar en esa especie de road movie en sus momentos musicales y en ese tratamiento de la romántica soledad que acompaña al músico de blues durante toda su vida. Sin embargo, cada vez que Macchio aparece en pantalla la película pierde puntos. Hill es incapaz, tal vez porque sabe que de dónde no hay no se puede sacar, de arrancar un mínimo de credibilidad a Macchio en el rol de joven músico de blues que quiere llegar a ser alguiern tocando la guitarra. El actor se pasa toda la película con cara de no entender absolutamente nada, pensando tal vez que se encontraba ante otra historia al estilo de su vulgar aprendiz de artes marciales, y así lo creyó también parte del público que se acercó a ver el film. Las diferencias son simple, y afortunadamente, abrumadoras.
(From here to the end, Spoilers) "Cruce de caminos" supone el primer libreto para el cine del escritor John Fusco, y probablemente el mejor que ha escrito hasta la fecha, adaptado por parte de Hill muy bien a sus inquietudes como cineasta, aunque es evidente que nos encontramos ante una de las películas de Hill más alejadas de su discurso y al mismo tiempo de las mejores. La violencia típica de Hill, aquella que muestra un mundo sin compasión en el que la supervivencia está destinada al más fuerte, en el literal sentido de la expresión, se muetra aquí en las arrebatadoras notas de la banda sonora compuesta por Ry Cooder, y entre cuyos invitados podemos encontrar a Steve Vai, uno de los guitarristas más espectaculares y virtuoso jamás vistos sobre un escenario. Su personaje no tiene desperdicio: Jack Butler, el guitarrista del diablo, el mismo que con claras referencias a la pinta de Robert Mitchum en "La noche del cazador" ("Night of the Hunter", Charles Laughton, 1956), hace tratos con músicos de blues en un cruce de caminos en el que se determina el destino de algunas almas.
Como hemos dicho Macchio es incapaz de dotar de un mínimo de entidad a su personaje, mucho más rico sobre el papel que en pantalla, tanto que molesta ver al joven actor metido en una guisa que no entiende ni entenderá nunca y eso que el mismo se aprendió los temas de blues que su personaje interpreta, de forma que sus posiciones de mano en la guitarra son correctas, todo lo contrario que Joe Seneca, eterno secundario que con su rol de Willie Brown llena la pantalla comiéndose a todo cuanto se le acerque. Esta especie de maestro de Eugene (Macchio) otra similitud argumental con la saga de Karate Kid es uno de los aciertos del film, sobre todo gracias a la sentida, entrañable y emotiva composición de Seneca, quien dota de una extraña humanidad a su personaje, cuya historia es narrada en dos líneas argumentales, una la presente, su periplo con Eugene, y la otra, su pasado siempre presente, narrado por Hill en un evocador blanco y negro que remite, cómo no, al cine clásico del que Hill hereda su capacidad de síntesis.
Aunque el guión no es de Hill en el mismo tenemos elementos que se adaptan muy bien a su forma de hacer cine. El personaje femenino, al que da vida Jami Gertz, abandona a los personajes centrales en cuanto tiene oportunidad, apunte que sirve para marcar la diferencia entre la inexperiencia en la vida, se sobreentiende de Eugene, y el saber de Willie, que es quien se despide de la muchacha que parte en pos del triunfo personal. Por otra parte, la idea de que los grandes bluesman lo son porque han hecho un pacto con el diablo elemento fantástico que no chirría en absoluto, sino todo lo contrario se hace tan atractiva en manos de Hill como ese apasionante duelo final en el que Eugene se batirá por salvar el alma de Willie el mundo masculino de Hill, otra vez de relieve, con lejanos ecos de Peckinpah, y que contiene alucinantes interpretaciones de Steve Vai, Ry Cooder y William Kanengiser. Un momento épico de virtuosismo musical, auténtica catarsis de los dos personajes masculinos, y que proporciona uno de los pocos finales felices de su autor, quien se desataría por completo en su siguiente film, el más salvaje de su filmografía.
Especial Walter Hill en Blogdecine:
"El luchador"
"Driver"
"The Warrios, los amos de la noche"
"Forajidos de leyenda"
"La presa"
"Límite: 48 horas"
"Calles de fuego"
"El gran despilfarro"
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cine clásico

Información: Críticas a la carta | Gremlins 2 de Joe Dante - 27/12/2012 2:36:38

" Unas navidades sin Gizmo ni los inefables Gremlins, no son lo mismo. Por eso esta semana la película escogida, "Gremlins 2" ("Gremlins 2: The new batch", Joe Dante, 1990), no podría ser más oportuna. Si la entrega original tenía lugar de lleno en estas épocas, en una pequeña localidad llamada Kingston Falls ,rememorando la ciudad de Bedford Falls de "Qué bello es vivir" ("It"s a wonderful life!", Frank Capra, 1946),; en esta secuela la frenética acción se sitúa en Nueva York, en el rascacielos llamado Clamp Center.
El enorme éxito de público que supuso "Gremlins" (id, Joe Dante, 1984), para sorpresa de sus propios creadores, llevó a su productora Warner Bros. a intentar rentabilizar de nuevo la fantástica película y todos sus elementos. Aunque el director Joe Dante se negó en un principio, por considerar esta segunda película como un mero vehículo comercial; la falta de empuje de los que llevaron el proyecto, hicieron inevitable su participación final. Éste había rodado también tres años antes el film, "El chip prodigioso" ("Inner space", Joe Dante, 1987), otra de las películas que recuerdo con más cariño de este director.
Habían transcurrido seis años entre la primera vez que el público vio a Gizmo y la segunda. Un tiempo en el que nuevos impactos, como los edificios inteligentes ,aunque visto hoy en día resulte de cartón piedra,, la televisión por cable o la genética, entre otras cosas, estaban a la orden del día. Todos estos temas se usaron para concebir una nueva trama en la que incluir al mogwai ,nombre que significa "espíritu maligno" en cantonés, y al resto de criaturas, esta vez sin el guionista original, Chris Columbus. Fue Charles S. Haas el que, junto con Joe Dante, imaginó esta sátira encarnizada de "Gremlins" ,ya que se ironiza sobre muchos elementos de la original,, así como una serie incesante de gags en un constante homenaje al cine clásico. En mi opinión, lo más divertido y destacado de la cinta que no consiguió el mismo éxito de taquilla que la anterior. No en vano, ese año también se estrenaron "Dick Tracy" (id, Warren Beaty, 1990) o "Regreso al futuro III" ("Back to the future Part III", Robert Zemeckis, 1990).
En términos de historia, me sigue pareciendo mejor la película original de "Gremlins". No sólo porque es la primera vez que vemos todas estas criaturas o oímos cantar dulcemente a Gizmo, sino porque, su estructura de fábula de Navidad misteriosa, macabra, nostálgica y con su inevitable moraleja final, la convirtieron en una de las películas míticas de la infancia de una generación.
En esta secuela, en efecto divertida y anárquica, se cambia de tercio y se enfoca el interés en aquéllo que dejo mayor huella en el público. Me refiero a los gremlins y a todas sus gamberradas. Son impagables las incorporaciones de nuevos seres viscosos, entre los que destacan Cerebro, un gremlin sesudo que habla por los codos ,su voz en España fue la de Constantino Romero,, como resultado de su paso por el laboratorio. También Mohawk, como la criatura más bestia y salvaje o la inclasificable gremlin-fatal Greta, otra criatura mutante que al tomar una fórmula se transforma en hembra para pesadilla del actor Robert Picardo.
Durante toda la película son constantes sus alusiones a lo clásico tanto en el cine como en la vida. Hay homenajes a Edward G. Robinson, Lauren Bacall, a los musicales de Busby Berkeley o a "Casablanca" (id, Michael, Curtiz, 1942), entre muchísimos otros. Se incide en recalcar el valor del cine en blanco y negro frente al cine en color que defiende a ultranza el magnate Daniel Clamp, caricatura de Donald Trump, interpretado por John Glover. Por otro lado, se acaba por exaltar el tipo de construcciones y de ciudad que representaba Kingston Falls, por encima del rascacielos en el que transcurre la película. De este modo se enlaza con la nostalgia que ya imperaba en la cinta original, algo que se agradece.
Otros elementos también permanecen intactos, como por ejemplo, la fantástica música de Jerry Goldsmith, el equipo de productores ,con Steven Spielberg, el Rey Midas del cine a la cabeza, y el reparto original principal. Zach Galligan, Billy Peltzer en la primera, y Phoebe Cates, como Kate Beringer; repiten sus papeles, cediendo bastante más protagonismo a los gremlins. Además reaparece el matrimonio Futterman, interpretados por Dick Miller ,actor descubierto por el director Roger Corman, y la menos conocida Jackie Joseph.
A ellos se añaden otros actores y profesionales populares que contribuyen a crear esta sensación de parodia constante. Los cameos más destacados son los de Christopher Lee como Dr. Catheter, un genial actor con una carrera larguísma, capaz de hacer suyas todas las escenas en las que aparece. También John Astin que se hizo famoso con la serie de televisión "La familia Addams" ("The Addams family", 1964-1966). Otras apariciones comprenden la del propio Dante y otros miembros del equipo, además de la del crítico de cine Leonard Maltin que en su momento opinó negativamente de "Gremlins" y en esta cinta, dichas criaturas le atacan. Una divertida manera de reivindicar el éxito anterior y añadir más irreverencia a la película, si cabe. Este es uno de sus mayores aciertos, el de no tomarse en serio.
Curioso también es el inicio de la película con los personajes de Looney Tunes y el segmento en el que se nos hace creer que la película se ha estropeado y aparece Hulk Hogan para arreglarlo. Dos secuencias que acentúan esa voluntad de entretener y hacer partícipe al espectador en todo momento. La película "Aterriza como puedas" ("Airplane!", Jim Abrahams, David Zucker & Jerry Zucker, 1980) o la serie "Luz de luna" ("Moonlighting", Glenn Gordon Caron, 1985-1989), son otros dos ejemplos más de transgresión total en la vertiente cómica.
A pesar del gran entretenimiento que suponen estas criaturas, sus constantes guiños y la banda sonora; sigo prefiriendo, como ya he dicho, la cinta original a esta segunda parte en la que la parodia y los gremlins saturan un poco un endeble argumento. No obstante, debo reconocer que un buen rato está asegurado si le llevas un vasito de agua a Gizmo y un tentempié a medianoche. No se olviden nunca de las tres normas.
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Noticia, ¡Atraco!, sucesos reales y teorías de la conspiración - 19/10/2012 4:44:18

" La recreación de un suceso rocambolesco, la mezcla de comedia y drama, un actor de la talla de Francella… los avances y declaraciones de los responsables de "¡Atraco!" me habían despertado un gran interés. Por ello, aún sigo sorprendida por el fracaso artístico del resultado. Decisiones erróneas convierten una buena premisa en un film rancio y aburrido. Merece la pena analizar cómo se ha llegado a eso.
El tráiler promete una película entretenida y entrañable. Ante la historia real en la que se basa, cualquiera de nosotros diríamos eso de: "de ahí sale una peli". El suceso guarda reminiscencias con "Los tres mosqueteros", de Alejandro Dumas. A lo largo de la excesiva duración de la cinta, existen momentos afortunados que dan una idea de lo que esta película podría haber sido. Como habréis podido notar en otras críticas firmadas por mí, siento mayor rabia ante un producto fallido que partía con posibilidades, que ante algo que sea directamente malo. Pero, al mismo tiempo, también me ofrece más elementos para comentar o analizar. Así que, vayamos a ello.
El origen de la historia
Si algo caracteriza al productor Pedro Costa es su profundo conocimiento de la historia criminal de España. Su experiencia como periodista fue una carta que jugó con acierto en series ya míticas como "La huella del crimen".
De entre todas las historias que Costa conoció, hubo una que le llamó la atención: dos atracadores argentinos, que habían entrado en España con pasaporte falso, atracan una joyería llevándose principalmente bisutería, y son detenidos por acudir a un hospital. La operación estuvo rodeada de un silencio administrativo inédito incluso en tiempos del franquismo. A raíz de esa ocultación, el productor elaboró una teoría sobre lo que pudo haber ocurrido, y eso captó el interés de Eduard Cortés, que procedió a trabajar en el guion con Marcelo Figueras.
Sin embargo, el libreto obvia el interés principal de lo contado por Costa: tenemos un hecho inexplicable. Lo fascinante es resolver el puzzle. Hay que jugar magistralmente con la información y la estructura para ir "rellenando los huecos". El único juego estructural consiste en el trillado recurso de adelantar parte de la secuencia del atraco al principio de la película para, una vez vista, volver atrás en el tiempo. A partir de ahí, la película será perfectamente lineal y aséptica.
Bla, bla, bla… queremos ver acciones
Una vez hemos visto la escena inicial del robo a la joyería, lo que la película nos depara son interminables minutos de parejas de personajes hablando sobre cómo se realizará el atraco. Hablando sobre cómo solventar los problemas. Hablando de su devoción por Evita Perón. Hablando sobre patriotismo. Hablando… El problema no es que haya diálogos pues estos, como comentábamos ayer, pueden ser un elemento importante y disfrutable. El problema es que los diálogos sustituyen las acciones, nos cuentan lo que tendríamos que estar viendo en imágenes.
Por supuesto, los responsables de "¡Atraco!" (2012) son conscientes de esta aridez expositiva, con lo que toman la decisión de añadir elementos externos que las puedan hacer más llevaderas: un detallito estrambótico por aquí, un chiste por allá… El resultado es alargar todavía más una presentación eterna sin lograr que la película se mueva.
El intento de Eduard Cortés de homenajear a cierto cine clásico se pasa hasta el otro extremo para devenir casi en parodia. Los encuadres se ven falsos, la puesta en escena resulta rígida, la imitación del Music Hall queda pobre y, cuando usa y abusa de secuencias de montaje para, en teoría, animar las explicaciones, el fruto es que su pésima edición logra que todo se alargue y reitere aún más. La banda sonora es un pastiche imposible que saca constantemente de la película o que refuerza de forma exagerada los momentos emocionantes. Es sintomático que el momento más conseguido en cuanto a intensidad dramática sea una escena en absoluto silencio.
Los actores contra todo
No es una labor grata la que les ha tocado a los actores. Guillermo Francella es un gran intérprete, pero ni él es capaz de hacer interesante cada frase reiterativa que enuncia su personaje.
Nicolás Cabré también da muestras de calidad hacia el final, cuando revela, con eficaz fragilidad, su verdadera motivación para haber participado en el atraco. Pero es demasiado tarde para que tal revelación funcione: su personaje, caracterizado de una forma tan bufa desde el comienzo de la película, no tiene la posibilidad para hacer del todo creíble el cambio.
Amaia Salamanca, por su parte, no tiene mucho que hacer con un personaje de chica guapa cuyos minutos de presencia en el filme son inversamente proporcionales al tamaño de su foto en el cartel.
El policía que, por su parte, interpreta Óscar Jaenada es otro personaje al que se le dan características en teoría contradictorias para enriquecerlo (va a misa todos los días, tiene un padre chorizo), pero que en realidad no es más que otro vehículo para transmitir información. Con su boca perennemente apretada, casi produce más humor, de forma involuntaria, que cualquier chiste de la película.
El juego de los idiotas
La motivación de los ladrones es tan difícil de asimilar ,garantizar a Perón un retiro dorado, que su hazaña podría tener tintes tragicómicos. Al no ser capaz de captar esa ironía, Eduard Cortés se limita a convertir a sus personajes en absolutos idiotas para justificar sus actos.
Para más inri, esa apuesta por la idiotez no funciona ni como comedia bufa. Salvo un par de momentos ,entre los que destaca la escena en cual Cabré practica el acento español y trata de añadir tacos,, el humor es escaso, arrítmico y muy poco eficaz. Lo cual es lógico: no hay humor de situación porque las situaciones no las vemos. La comicidad es añadida a posteriori para hacer digeribles, en vano, datos y más datos.
…Y al final
Cuando, en su último acto, el film apuesta por un tono dramático, la película experimenta una mejoría. Algunas de las más valiosas secuencias e imágenes están en este final. Las mejores son, en concreto, la fuga y la única vez que vemos al general Perón: una imagen fugaz, a través de una ventana, en la que le vemos con la nueva señorita de compañía a la cual quiere impresionar mostrándole las joyas de Evita. Esa levedad, contrapuesta a la tragedia de los protagonistas, es el delicado equilibrio que "¡Atraco!" debería haber buscado, pero al que no se ha acercado prácticamente nunca.
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Es Noticia, Críticas a la carta | Máximo riesgo, de Renny Harlin - 20/09/2012 4:06:38

" "Máximo riesgo" ("Cliffhanger", 1993) es la tercera* película de Renny Harlin que elegís para las críticas a la carta. No me quejo pues, tanto esta como "Deep Blue Sea" se cuentan entre mis debilidades. Ha sido un placer volver a ver esta aventura en la nieve con Sly Stallone, cargada de épica, acción y alturas rodadas con cierto regusto clásico, humor y planos al ralentí.
Emoción y riesgo
Rodada en los Alpes italianos ,situada supuestamente en las Montañas Rocosas,, con la cámara sobre un helicóptero, que al mismo tiempo es uno de los elementos protagonistas de la película, "Máximo riesgo" no deja lugar a dudas sobre lo que el título español promete. Panorámicas vertiginosas y armónicas establecen muy bien el sentido de la altura y los planos contra chroma de los personajes principales quedan suficientemente disimulados.
Las escenas de acción se van sucediendo, sin apenas momentos en los que no haya riscos y riesgos. Esto se consigue gracias a una trama que no deja de complicarse hasta el último momento, en la que el malo siempre encuentra un recurso y donde las tornas cambian varias veces: Gabe (el personaje de Stallone) pasa de estar secuestrado a ofrecer un intercambio a los ladrones a los que ha sacado ventaja. La acción se ordena en modo de crescendo, así la escena del clímax consigue superar en tensión a las anteriores.
Los acordes de la banda sonora de Trevor Jones recuerdan al cine clásico y es que Harlin, por muchas marcas reconocibles propias que introduzca, como la cámara lenta en los momentos más épicos , Rooker siempre gritando "nooooo" al ralentí,, bebe de los clásicos a los que él mismo reconoció admirar. El mejor ejemplo son los hitchcockianos encuadres de Michelle Joyner aferrándose a la mano de Stallone, de la que depende su vida en la secuencia inicial.
La película va sembrando varias cuestiones para resolverlas más adelante. La más importante es la que atormenta la conciencia del protagonista, la caída ya mencionada de Michelle Joyner, que se repetirá como forma de terapia calcando los encuadres, pero con diferente resultado y, esta vez, con Janine Turner. Pero es que, más allá de eso, la película acaba como comienza: el personaje de Michael Rooker espera, junto a una mujer, el rescate del heroico Stallone.
Aunque la definición de los personajes pueda ser el aspecto por donde más flojee "Máximo riesgo", creo que se comprende la culpabilidad del protagonista y que está bien construido el crecimiento del héroe o la recuperación de sus facultades. Harlin lo hace sin dedicar un tiempo específico a tratar esta parte psicológica, sino mostrando su evolución a través de los sucesos de acción y eso es de agradecer.
Toques de humor y alivios cómicos
Mientras está quemando billetes para mantener viva una hoguera, el protagonista bromea: "cuesta una fortuna calentar esto", ella se lo queda mirando y él responde: "Ya lo sé, es humor del malo". Así califica Sylvester Stallone los juegos de palabras, casi todos intraducibles ,"just hanging out", "burned it", etc… que se incluyen en el guion que rescribió sobre el borrador de Michael France. No es necesario decir más al respecto. Es posible que el humor no sea más frecuente por esta consideración. Algo de risa dan también las excusas para que Stallone se quite tres veces el jerséi, pero dudo que sea intencionado.
El propio título original, "Cliffhanger", es una expresión que define el enganche con el que se finalizan algunas escenas de películas o capítulos de series televisivas para dejar al espectador con ganas de ver lo que viene a continuación. Es como si el autor se hubiese propuesto escribir el cliffhanger de los cliffhangers y, a modo de chiste, la idea resultante fuese rodar una aventura en la que los personajes cuelgan literalmente de acantilados.
Al finlandés le gusta jugar con los acentos y las nacionalidades para crear alivios cómicos. Aquí lo hace con el personaje británico (Craig Fairbrass) y su perorata acerca del fútbol. O con el de raza negra (Leon), que se empeña en llamar "puta" a la protagonista. Seres caricaturescos y sin más intención que la de dar un toque ligero. El mismísimo John Lithgow, con su encarnación de un psicópata sin sentimientos, también pasa del lado de la comicidad por su personaje exagerado. Y no por ello resulta menos efectivo. Un poco peor le funcionan los secundarios, que serían el mejor añadido en la divertida "Deep Blue Sea", en forma de esos dos chavales amantes de lo extremo, guiño para fanáticos del deporte de riesgo que no termina de aportar nada al agregado.
Conclusión
En nuestro siglo, algunos cineastas se habrían limitado a retratar los peligros del deporte extremo en un film sobre alpinismo porque los atractivos son suficientes como para que el viaje valga la pena. Renny Harlin, por mucho que la nieve mole y que la escalada dé subidón ,mis juegos de palabras son del nivel de los de la película,,introduce, además, una trama con malo maloso y dinero de por medio y una cuestión de redención y crecimiento de los héroes. "Máximo riesgo", gracias a ello, se disfruta como la vuelta en montaña rusa que es, pero no por ratos sueltos o escenas extraíbles para vídeos de YouTube, sino como entretenido conjunto que, si bien no ha estado a la altura de mi recuerdo, ha superado sin problema el nuevo visionado.
En los comentarios a este post podéis dejar vuestras sugerencias o ruegos para la próxima Crítica a la carta. Veremos si vuestra propuesta tiene suficientes votos como para ser la elegida.
*Otras críticas a la carta de films de Renny Harlin en Blogdecine:
Críticas a la carta: "Las aventuras de Ford Fairlane".
Críticas a la carta: "Deep Blue Sea"
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Interesante, The Artist y Un Dios Salvaje al fin en dvd y blu-ray - 21/05/2012 12:44:11

" Poco a poco van terminando de aparecer en dvd y blu-ray las películas que más gustaron del curso cinematográfico de 2011. Es obvio que la más llamativa que aún estaba pendiente era "The Artist", la gran triunfadora no ya sólo de la última entrega de los Oscar, sino de la gran mayoría de premios cinematográficos del pasado año, por lo que sorprende que vaya a salir también a la venta el mismo día (el próximo miércoles 23) "Un dios salvaje", el divertido último trabajo de Roman Polanski que pasó algo desapercibido a nivel de premios, pero que, sin duda, se ganó no pocos seguidores en su paso por los cines españoles. Aún más curioso es el hecho de que ambos títulos nos vengan de la mano de Cameo, ya que es un poco hacerse la competencia a sí misma.
The Artist
Creo que ya quedó claro en el momento en el que no incluí la cinta de Michel Hazanavicius en mi lista de películas favoritas del año pasado (fui el único editor en hacer tal lista que la dejó fuera), pero no por ello voy a decir la tontería suprema de que sea una mala cuando no es el caso. Simplemente creo que es una buena película cuyos méritos se han sobredimensionado en demasía, sobre todo por lo singular de su propuesta.
Sin embargo, sus fans encontrarán varias opciones a la hora de adquirirla, ya que todos tendrán la opción de adquirir una edición sencilla en dvd que básicamente se limita a incluir la película o una versión especial con contenidos adicionales como Entrevistas a Bérénice Bejo y Michel Hazanivicus, tomas falsas o un así se hizo. Por lo visto, la edición en blu-ray será una réplica, con el salto de calidad en imagen y sonido propios del formato, de la edición especial, pero la cosa no se queda ahí, ya que va a aparecer una edición exclusiva a la venta en Fnac que incluirá el el disco el blu-ray y el dvd de la edición simple, pero también un dvd exclusivo Masterclass rodado durante la presentación de la película en París. Además, un cd con 15 temas de la banda sonora y un libreto, estando todo coronado con una elegante presentación en digibook. ¿Los precios? 11 euros la edición simple en dvd, 16 la especial, 20 el blu-ray y 28 la edición exclusiva de Fnac.
Críticas de "The Artist" en Blogdecine:
"The Artist", un delicioso regreso al cine clásico de Hollywood
"The Artist", una celebración del pasado y del presente
"The Artist", el cine mudo somos todos
Un Dios Salvaje
Sí que me gustó más el nuevo trabajo de Roman Polanski, en especial por el sensacional trabajo de sus cuatro protagonistas (me cuesta destacar a alguno por del encima del resto), los cuales no sólo sostienen genialmente la película, sino que convierten su visionado en algo muy recomendable. Si acaso quizá resulta algo abrupto el desenlace, pero tampoco es algo particularmente molesto.
En sus ediciones a la venta nos encontramos ante un caso similar al de "The Artist", ya que también unas ediciones sencillas en dvd y blu-ray, aunque en este caso no se edita una especial en el primer formato, ya que el único extra reseñable presenta son unas entrevistas a los actores principales. Puede parece una decisión obvia, pero uno puede encontrar en el mercado ediciones especiales muy lamentables. Además, también aparece una edición exclusiva a la venta en Fnac, la cual se asemeja a la de "Midnight en Paris" que ya os comenté en su momento, es decir, cogen el dvd y el blu-ray, le hacen una bonita edición en digibook con un libreto adherido al centro el mismo con información sobre la película. Ningún añadido de vital importancia, pero seguro que será muy demandada por los coleccionistas que adoren las ediciones que se salen un poco de lo normal. ¿Sus precios? 16 en dvd, 20 en blu-ray y 26 la edición
Críticas de "Un Dios Salvaje" en Blogdecine:
"Un dios salvaje", Polanski se decanta por el humor
"Un dios salvaje", carnicería"
La verdad, confieso que me da algo de rabia no haber disfrutado tanto con "The Artist", que esa edición exclusiva tiene muy buena pinta, pero, obviamente, no voy a dejarme tanto dinero en una película que no me emocione demasiado por mucho que se hayan currado esa edición.
PD: Esta semana también aparece a la venta en formato doméstico la simpática "Attack the block", que sé que también tiene sus fans por aquí aunque haya pasado un poco desapercibida en nuestro país.
Críticas de "Attack the block" en Blogdecine:
"Attack the block", terror en el polígono
Vía | Mubis
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Noticia, The Artist, una celebración del pasado y del presente - 16/12/2011 1:59:04

" "The Artist", de Michel Hazanavicius, que se estrena esta tarde en cines españoles, nos habla del nacimiento del sonoro ,"the talkies", en el año 1928, etapa clave para la historia del cine, que ya han tocado películas como la maravillosa "Cantando bajo la lluvia", en la que, al igual que aquí, se exploraban las dificultades de algunos intérpretes para incorporar una novedad que hoy damos tan por sentada: utilizar su propia voz. Asimismo, nos muestra la llegada de los musicales, clara consecuencia de la invención del sistema que incorporase el sonido al celuloide de proyección. Con ese marco de fondo, lo que nos cuenta esta delicia es una historia personal y amorosa sencilla, pero muy sentida.
Los años veinte no suponen el escenario temporal en el que ambientar el film sin más: éste, a su vez, se disfraza de una propuesta de ese momento. No existe un solo detalle que no esté imitado a la perfección. Proyectada en 4/3, la película comienza con los créditos en un tipo de letra de entonces, fotografía en blanco y negro y una música muy de la época. La banda sonora se remonta esos años no solo por el estilo de las canciones ,algunas de films preexistentes,, sino por la forma en la que se emplean las composiciones, dejándolas sonar hasta el final y arrancando con la siguiente, décimas de segundo después. Las emociones de la película se marcan por subidas de intensidad en los acordes mucho más evidentes que los acompañamientos musicales que se suman hoy en día a las narraciones.
Hazanavicius no se queda en la clonación del un film de los años "20, sino que se dedica a jugar y crear humor con la idea de esa vuelta atrás. El empleo del sonido o de los intertítulos consigue espléndidos guiños metalingüísticos y se extraen divertidos gags de esta consciencia del espectador de que está viendo un film de entonces, pero realizado ahora. El creador toma las metáforas evidentes, como las arenas movedizas y la foto pisoteada y empapada por la lluvia, no para que funcionen hoy en día, sino como otra referencia. "The Artist" está plagada de hallazgos visuales y sonoros que se disfrutan con una blanca sonrisa. Uno de ellos sería la escena en la que los dos protagonistas, tras haberse conocido fortuitamente, tienen un primer encuentro: una pantalla en medio de los dos permite que se vean solo sus piernas y se embarcan en una competición juguetona de claqué.
Emotiva historia
La sorpresa y admiración que producen en los espectadores se estos experimentos, por ingeniosos que sean y bien ejecutados que estén, se agotarían al cabo de unos minutos. Por ese motivo, lo que engancha al film y lo convierte en bello son los personajes entrañables que viven una historia de amor y de éxito personal. Funciona como prueba fehaciente de que se pueden expresar los sentimientos y conflictos con imágenes, sin recurrir al diálogo. No obstante, también es cierto, en el único punto negativo que le reprocharía a "The Artist", que se optado por una historia sumamente sencilla y lineal quizá por temor a que algo más elaborado no se comprendiese. Por ese motivo, hacia la mitad, durante la etapa de decadencia del protagonista, se agotan las cosas que contar y la progresión se hace ligeramente pesada hasta que se retoma para llegar a un final que vuelve a conmover.
La simpatía de los rostros de Jean Dujardin y Bérénice Bejo, con esas contagiosas sonrisas, supone la baza que despierta la cercanía hacia esos personajes con una conexión bastante básica, pero efectiva sin duda. Además de que se vuelve a un protagonista más blanco y positivo de lo que ahora mismo se está creando, nos encontramos ante una película sin malos, sin antagonistas, en la que el personaje principal solo se tiene a sí mismo, a su orgullo, como enemigo para superar el escollo que le plantea su profesión y lograr sus objetivos. El resto de los intérpretes, en papeles sumamente breves pues, como decía, no existen las tramas secundarias, son asimismo grandes nombres que demuestran saber adaptarse a este tipo de interpretación que no llega a la gesticulación y sobreactuación de las mudas, pero que sí se diferencia de las actuales. John Goodman, James Cromwell, Penelope Ann Miller, Malcolm McDowell están todos sublimes y a ellos hay que añadir al perro, que, como en muchos films de entonces, constituye otro personaje que logra la misma o mayor empatía que los humanos.
El trasfondo
La negación a adaptarse a una transformación por parte de uno de los baluartes de la vieja escuela se podría extrapolar de forma directa y clara a todos los cambios que estamos viviendo en esta época en la que la tecnología avanza a pasos agigantados. Cambiamos el sonoro por Internet y seguiremos encontrando, no a unos cuantos incomprendidos, sino a industrias enteras tratando de frenar el progreso y de evitar que llegue un futuro que ya está ahí, sin otro motivo que el de no ser capaces de adaptarse a las nuevas formas de funcionar. La película, de esa manera, se convierte en una reflexión sumamente actual, sin que importe que lo que plantea como marco circunstancial tuviese lugar hace ochenta años.
Paradójicamente, al mismo tiempo que critica la no adaptación, se rebela contra el paso del tiempo y hace lo que le reprocha a su protagonista por intentarlo. A principios del siglo XXI, Hazanavicius nos entrega una película semimuda y en blanco y negro, pero no como opción minoritaria o experimental, sino como estreno exitoso y para todo tipo de público. Eso quiere decir que, si algo está bien hecho, no importa cómo sea y que todas esas consideraciones sobre que "tal cosa no vende" o "eso hoy en día no gusta" o "eso ahora nadie lo vería"… en realidad son fútiles. La fórmula del éxito no existe, como todos ya sabíamos, pero es posible que tampoco la del fracaso. El director se plantea un reto y sale adelante, más que a pesar de esas trabas, por causa de ellas.
"The Artist" es, en resumen, una cinta muy moderna. El retroceso a los modos de narrar de los años veinte no es puro, sino que se mezcla, a modo de juego, con las opciones de las que se dispone en la actualidad. El conflicto de base equivale a situaciones del presente. Los sentimientos de amor y orgullo son atemporales. Su valor, en definitiva, radica en haberse hecho en 2011, pues la misma película en 1927 sería una más y quizá no de las mejores. En un tiempo en el que protestamos porque el cine no nos sorprende o aporta, lo novedoso resulta que se encuentra en algo que retoma, recrea e imita. Sin embargo, no se trata de un ejercicio nostálgico, no solo porque las generaciones que disfrutaron aquel cine en el momento de su estreno ya no estarán para echarlo de menos, sino también porque no hay un tono de añoranza, sino intenciones de celebración y de homenaje, de decir que eso no se ha marchado, que sigue presente para todos nosotros y que en el siglo que vivimos tenemos los argumentos para disfrutarlo mejor. Es una película que se goza, independientemente del grado de cinefilia de cada uno, y que se vive con emoción y cercanía, una encantadora propuesta llena de momentos brillantes.
Otra crítica en Blogdecine | "The Artist", un delicioso regreso al cine clásico de Hollywood, por Juan Luis Caviaro.
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