miércoles, 24 de abril de 2013

Actor Bradley Cooper y El cineasta

Interesante, El lado bueno de las cosas, la locura de amar - 09/02/2013 8:29:48

" Uno de los datos más llamativos de las nominaciones a los Oscar que se entregarán el próximo 24 de febrero es que, después de más de treinta años, una película vuelve a competir por las estatuillas de mejor película, dirección, guion y las cuatro categorías de interpretación. "Rojos" ("Reds", Warren Beatty, 1981) había sido la última, hasta que ha llegado "El lado bueno de las cosas" ("Silver Linings Playbook", David O. Russell, 2012).
Gane o no (lo tiene muy difícil pero no imposible), la película ya es un éxito. Ha recibido un buen puñado de premios desde su presentación en el festival de Toronto y lleva recaudados más de 100 millones de dólares en las taquillas de todo el mundo ocupa el segundo puesto en el actual box office español, cuando su presupuesto fue de apenas 20. La crítica norteamericana parece haberse puesto de acuerdo en señalar que tiene el mejor reparto del año, y aunque esto me parece una exageración, es evidente que lo mejor de "El lado bueno de las cosas" son las interpretaciones. Russell vuelve a exprimir a sus actores y logra disimular así las torpezas de un relato que es más convencional de lo que aparenta.
Russell firma también el guion de la película, basada en la novela "The Silver Linings Playbook", escrita por Matthew Quick. El personaje central es Pat, un profesor que abandona una institución mental y trata de recuperar el control de sus emociones después de sufrir una crisis al descubrir que su esposa le estaba siendo infiel. Bradley Cooper da vida al protagonista, y lo hace bien, se le ve implicado y reacciona con verosimilitud en la mayor parte del film, pero es un tipo que no encaja demasiado en el perfil del personaje de hecho, insisten en que Pat ha perdido mucho peso en pocos meses, pero un cambio tan drástico dejaría huella, es una de las nuevas estrellas de la industria y no hace mucho lo nombraron el hombre más sexy del planeta. Es un triunfador disfrazado (hábilmente) de perdedor.
Pat sufre un trastorno bipolar, ha perdido su empleo, sus antiguos compañeros huyen al verle, su mujer se divorció y tiene una orden de alejamiento contra él, un policía sigue de cerca sus pasos por si vuelve a tener un arrebato violento, y para colmo, tiene que vivir con sus padres, que es poco menos que admitir que tu vida ha sido un fracaso. Pat ha tocado fondo. Pero mira tú por dónde, un día conoce a una chica que está disponible y que también atraviesa una mala racha tras perder a su marido; y no es cualquier joven, es Jennifer Lawrence, otra de las estrellas del Hollywood actual, es habitual verla en revistas y páginas de cotilleos y moda. Del mismo modo que Cooper como Pat, chirría la elección de Lawrence para Tiffany, a pesar de que la actriz maneja perfectamente las claves de su personaje y habla como si los diálogos salieran originalmente de su cabeza.
Quedaría mejor si David O. Russell apostase decididamente por un enfoque cómico y absurdo, ahondando en la idea de que todos estamos un poco locos, nos obsesionamos de forma absurda y necesitamos sentirnos amados, pero no puede hacerlo o no quiere quizá porque tiene un hijo con el mismo trastorno que el protagonista y/o por presiones de los hermanos Weinstein, expertos en el juego de los Oscar, optando por acercar la historia al drama, mostrando ligeramente el sufrimiento de Pat y quienes le rodean. Hay escenas donde parece que el cineasta va a retratar con crudeza los diversos problemas en los que están envueltos los personajes, pero no lo hace, solo rasca la superficie.
Porque en el fondo "El lado bueno de las cosas" no es más que una amable dramedia romántica con toques excéntricos pensada para cautivar al mayor público posible, envuelto de forma muy competente. Pat encuentra su medicina en ese nuevo amor y aprende a bailar en tiempo récord lo justo para que todo salga bien, su padre un Robert de Niro más controlado de lo habitual pero lejos de su mejor nivel se queda en un entrañable maniático, Jacki Weaver está de adorno, Tiffany solo necesitaba otro novio serio, John Ortiz exagera tanto su comportamiento que pierde sentido y Chris Tucker se limita a ser el típico negro gracioso del cine comercial.
Con todo, la película resulta muy entretenida Fuente Artículo
cineasta

Es Noticia, Critica de la pelicula El lado bueno de las cosas - 02/02/2013 19:00:00

"David O. Russell es un cineasta más bien atípico; hace comedias que parecen dramas, y dramas que parecen comedias. Cuando se pone a hacer un filme romántico, como en el fondo es este El lado bueno de las cosas, le sale algo que es a la vez drama y comedia, y también una historia de amor, aunque ciertamente bastante desquiciada.
Veamos: el protagonista acaba de salir de un recinto psiquiátrico donde está recluido por un trastorno bipolar que hizo que tiempo atrás casi matara al hombre con el que su mujer le engañaba. Automotivado por la posible recuperación del amor de su vida, que es su esposa, el hombre vuelve a casa de sus padres, a cuya custodia queda sometido. El padre es un hombre obsesionado con las apuestas sobre fútbol americano, fanáticamente supersticioso, que pretende recuperar al hijo al que nunca hizo mucho caso, pero ya de paso (no sabemos cuál es el orden de prioridad, o quizá lo intuimos), pretende que éste, con su presencia viendo por televisión partidos de los Eagles, le infunda la suerte que cree fervientemente que le puede transmitir. Nuestro protagonista, que sólo tiene pensamientos para columbrar formas de aproximación a su ex (a pesar de la orden de alejamiento que ésta tiene contra él), conoce a una chica que tampoco anda demasiado bien de la chaveta, una muchacha cuya aflicción por la trágica muerte de su marido le provocó una extraña suerte de ninfomanía, de tal forma que se acostaba con cualquier cosa con pantalones o falda que se le pusiera a tiro.
Esta pareja sin duda distinta encontrará sin embargo un punto de encuentro, una excusa para relacionarse tal vez sin quererlo, o queriéndolo sin saberlo, en los ensayos para un banal evento de danza, evento que cobrará una importancia capital por mor de las disparatadas apuestas del padre del protagonista.
Esquinada historia de amor que no lo parece, El lado bueno de las cosas (por cierto, espantoso título español, que parece enteramente de un libro de autoayuda, aunque el título original, desde luego, parece difícil de traducir al español) resulta ser en muchos momentos una obra emocionante, sobre todo en todas las escenas en las que aparecen juntos Bradley Cooper y, sobre todo, Jennifer Lawrence, que se revela como una sensible, extraordinaria actriz de alto voltaje sentimental. Algunas de las secuencias con ambos frente a la cámara alcanzan una altura excepcional, como aquella en la que la chica le revela la forma en la que murió su marido, y le habla de aquella caja de Victoria"s Secret sobre el asiento del coche, una bomba emocional que termina de mover secretamente el relé que faltaba en la averiada cabecita del protagonista para darse cuenta de lo que aún no era consciente.
Obra hermosa, quizá las escenas familiares con Robert De Niro no estén a esa misma altura, pero aún así, da gusto ver como el gran Bobby vuelve a hacer un papel interesante y sepulta, aunque sea sólo por esta vez, ese personaje odiosamente automático con el que nos castiga invariablemente desde hace ya demasiados años.
Ya hemos hablado de Jennifer Lawrence, que se confirma aquí como una de las mejores de su generación; lo haremos también de Bradley Cooper, que confirma que su intervención en la saga de Resacón en Las Vegas era una cuestión puramente alimenticia, y que está dotado para empeños mucho más interesantes, como éste, componiendo un personaje demediado (nunca mejor dicho, dado su trastorno bipolar) entre el amor obsesivo por la mujer que perdió y el que no sabe que le está naciendo hacia la mujer que le está enseñando a ser, de nuevo, un hombre capaz de amar
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Que opina usted? El lado bueno de las cosas, en busca de la felicidad - 24/01/2013 13:56:28

" Una de las grandes corrientes de Hollywood de los últimos años es la creación de producciones con un impostado aire indie entre las que cada año suele sobresalir una cuando llega la temporada de premios. La última gran representante de esa estirpe ha sido "El lado bueno de las cosas" ("Silver Linings Playbook", David O. Russell, 2012), en cuya promoción no se está teniendo reparos en calificarla como la película con mejor rollo del año al mismo tiempo que recuerda lo doloroso que puede llegar a ser el amor. Esta dualidad la define perfectamente, siendo la fuente de muchas de sus virtudes y defectos.
Lo primero que hay que saber sobre "El lado bueno de las cosas" es que es una comedia romántica, ese subgénero que a menudo nos regala producciones maniqueas únicamente destinadas a aquellos espectadores que gozan de la distorsionada visión del amor que nos ofrece el cine más comercial. Es indiscutible que estamos ante una producción que toma varios elementos que bien podrían aparecer en la próxima cinta protagonizada por Reese Witherspoon, pero David O. Russell no deja que eso canibalice su intentona de ofrecer una visión más natural del amor y el dolor humano.
Russell siempre ha tenido una fama de director conflictivo, siendo especialmente célebre su discusión con Lily Tomlin durante el rodaje de la olvidable "Extrañas coincidencias" ("I Heart Huckabeess", 2004), aunque también se dice que llegó a pelearse físicamente con George Clooney mientras grababan el final de "Tres reyes" ("Three Kings", 1999). No parece una mera coincidencia entonces que el protagonista de "El lado bueno de las cosas" sea bipolar y sufra terribles accesos de ira, y tampoco que eligiese a Bradley Cooper, ya que el protagonista de "Resacón en Las Vegas" ("The Hangover", Todd Phillips, 2009) confesó a Russell que él había pasado por una etapa autodestructiva que ya había dejado atrás, siendo en ese delicado periodo de transición donde "El lado bueno de las cosas" incide con especial agudeza.
Ya era un cineasta caracterizado por personajes , o situaciones- llevados al extremo, pero aquí eso se revela en forma de enfermedad que corre el riesgo de destruir la vida de sus principales protagonistas. La recomposición individual y la peculiar actitud de los personajes es más que suficiente para que el previsible triángulo amoroso que se plantea no resulte algo molesto, sino una etapa clave para alcanzar esa ansiada felicidad. Todo esto queda reflejado de forma directa en una secuencia inicialmente controlada por un renacido Robert De Niro , he perdido la cuenta de los años que hacía desde su última gran actuación-, pero que acaba siendo otro momento más en el que Jennifer Lawrence demuestra su desbordante talento.
La magnética presencia de la protagonista de "Winter"s Bone" (Debra Granik, 2010) está a punto de comerse la película, pero justo es reconocer que Bradley Cooper, un intérprete que había vivido hasta ahora de su presencia más que de sus dotes interpretativas, sabe llevar bien el peso del relato pese a lo frustrante que llega a hacerse que el espectador sepa mucho antes que él sus sentimientos hacia la primera. Es en la relación con su ausente esposa , únicamente hace acto de presencia en el momento más inoportuno y no teniendo más trascendencia que la de incidir en su papel como molestia para el romance verdadero que se nos ha presentado- donde "El lado bueno de las cosas" presenta varias debilidades, ya que sólo consigue enganchar al espectador cuando muestra el dolor del protagonista, siendo totalmente intrascendentes sus intentos por recuperarla. No deja de ser una reaparición de su destructivo pasado que le impide avanzar a él y a la propia película, pero hace desfallecer a una cinta que acierta a la hora de mostrar los procesos para la regeneración de la capacidad de amar a otra persona y los vínculos con tus progenitores.
La otra gran concesión de la película a lo convencional es la ya famosa escena de baile en la que Lawrence da rienda suelta a esa sensualidad que amenazaba con explotar en cualquier momento , hasta entonces lo hacía de forma meramente verbal con su confesión sobre lo que hace para intentar sobrellevar la muerte de su marido- . Se agradece que Russell rehuya los subrayados habituales que podrían haber convertido a "El lado bueno de las cosas" en una comedia romántica del montón con el disfraz de cine indie profundo, pero le falta un poco más de arrojo, tanto formalmente , bastante anodina si lo comparamos con "Lincoln" (Steven Spielberg, 2012), cinta ante la que probablemente sucumba en su lucha por el Oscar- como argumentalmente, donde no todos los apuntes cómicos funcionan igual de bien , sorpresa agradable la presencia de Chris Tucker, eso sí- y la densidad de su reflexión no llega a resultar tan fascinante como se propone.
He de reconocer que nada más ver "El lado bueno de las cosas" la "desprecié" un poco al ver en ella poco más que otra película indie de mentira más o menos bien resuelta, pero lo cierto es que es una buena película, algo lejos de ser mi preferida entre las aspirantes al Oscar de este año, pero con no pocos atractivos , la vibrante presencia de Jennifer Lawrence y el poder ver la mejor actuación de Robert De Niro en muchos años son los más llamativos, pero no los únicos- que justifican su visionado y el prestigio que ha conseguido.
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Interesante, El lado bueno de las cosas, la película - 21/01/2013 7:14:17

" Además de "Bestias del sur salvaje" ("Beasts of the Southern Wild", Benh Zaitlin, 2012), el próximo viernes se estrena en España la nueva película de David O. Russell, "El lado bueno de las cosas" ("Silver Linings Playbook", 2012), la única que puede amargar la fiesta de los Oscar a "Lincoln" (Steven Spielberg, 2012) porque "Amor" ("Amour", Michale Haneke, 2012) lo tiene prácticamente imposible, aun siendo la mejor de todas las nominadas.
"El lado bueno de las cosas" era una producción atractiva por su director y su elenco de actores sobre todo por la pareja protagonista, dos jóvenes estrellas con legiones de fans pero el interés aumentó tras su triunfo en el festival de Toronto. En los Globos de Oro se llevó el galardón de mejor actriz protagonista en comedia o musical y en los premios de la crítica norteamericana se impuso en cuatro categorías: mejor comedia, mejor actriz y actor de comedia y mejor reparto del año (en cualquier género). La noche del 24 de febrero podría conseguir ocho Oscar. Un dato curioso sobre sus nominaciones: desde "Rojos ("Reds", Warren Beatty, 1981) ningún título competía por las estatuillas de mejor película, dirección, guion y los cuatro apartados de interpretación (actor y actriz protagonista más actor y actriz de reparto). Algo bueno debe tener, ¿no?
La sinopsis de "El lado bueno de las cosas"
Russell firma el guion de la película, adaptación de la novela "The Silver Linings Playbook" (2008) escrita por Matthew Quick. La historia gira en torno a un profesor divorciado que vuelve a la casa de sus padres tras una estancia en una institución mental, y trata de reconciliarse con la que fue su esposa. Sin embargo, su vida cambia de rumbo cuando conoce a Tiffany, una chica que arrastra sus propios problemas…
El director
David Owen Russell es un cineasta de 54 años nacido en Nueva York que empezó a ser conocido internacionalmente tras dirigir "Tres reyes" ("Three Kings", 1999). Su primer largometraje fue "Spanking the Monkey" (1994), por la que recibió varios premios destacables: mejor guion de un debutante y mejor ópera prima en los Independent Spirit Awards y premio del público en el festival de Sundance. Su segundo trabajo fue "Flirteando con el desastre" ("Flirting with Disaster", 1996), donde ya contó con un amplio elenco de caras conocidas, entre las que destacaban Ben Stiller, Patricia Arquette, Téa Leoni, Richard Jenkins y Josh Brolin, entre otros.
Después del éxito de la comedia de acción bélica protagonizada por George Clooney y Mark Wahlberg, Russell regresó al tono de sus primeros trabajos con "Extrañas coincidencias" ("I ? Huckabees", 2004), un film recordado por los vídeos que se filtraron en Internet (aquí uno, aquí otro) donde se podía comprobar el mal ambiente que hubo durante el rodaje y el amargo enfrentamiento entre el director y una de sus actrices, Lily Tomlin con la que ya había trabajado en "Flirteando con el desastre". Los rostros de Dustin Hoffman, Jude Law, Naomi Watts, Isabelle Huppert, Jason Schwartzman y Wahlberg aparecían en el cartel pero la película no fue bien recibida.
Tuvieron que pasar seis años para poder ver un nuevo trabajo de David O. Russell, "The Fighter" (2010), drama familiar y de boxeo con el que logró su primera nominación al Oscar. Christian Bale y Melissa Leo ganaron las dos estatuillas con las que fue premiado el film, donde el cineasta volvió a contar con Wahlberg, el actor con el que más veces ha repetido. Después de "El lado bueno de las cosas", Russell comenzó el rodaje de "Nailed", con Jessica Biel, Jake Gyllenhaal, James Marsden, Catherine Keener y Tracy Morgan. Esta nueva comedia romántica ha resultado ser una problemática producción y aunque en principio debería llegar a los cines este año, también es posible que no la veamos nunca. Lo próximo del director es "American Bullshit", donde contará con Bale, Cooper, Jeremy Renner, Amy Adams y Louis C.K.
Los actores de "El lado bueno de las cosas"
Parece claro que el mayor talento de Russell está en sacar el mayor rendimiento de sus repartos, y por eso no sorprende que siempre cuente con actores conocidos y de talento. Los rostros principales de "El lado bueno de las cosas" son los de Bradley Cooper y Jennifer Lawrence aunque cabe destacar la participación de dos veteranos como Jacki Weaver "Animal Kingdom" (David Mich
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