martes, 7 de mayo de 2013

El cine americano y La industria Cinematográfica

Interesante, Hay más cine ahí fuera (26 de febrero-4 de marzo) - 04/03/2013 10:34:05

" Ha llegado ese momento de la semana tan esperado por algunos lectores de Blogdecine en el que toca echar un vistazo a la blogosfera para encontrar esos artículos que por un motivo u otro complementan nuestro trabajo de teneros informados sobre todo lo relevante que pase a diario en el mundo del cine. El menú de hoy incluye desde un repaso a varias curiosidades de la historia de los Oscar hasta una merecida reivindicación de un director español menos recordado de lo merecido. ¡Bon Appetit!
Hace ya algo más de una semana que descubrimos la identidad de los ganadores de los Oscar, pero hay infinidad de curiosidades a lo largo de la historia de estos célebres premios. En Tendencias se han currado un interesante artículo a cinco preguntas que muchos se habrán hecho en un momento u otro como si se puede vender un Oscar o el motivo de que esté tan instaurada las limitaciones de tiempo de los premiados para dar su discurso de agradecimiento.
Muchas personas se olvidan de Eloy de la Iglesia a la hora de hablar de los directores españoles más importantes de la historia y en Cinemanía han querido corregir eso reivindicando varias de sus películas. Por mi parte, me limito a recomendaros "La semana del asesino" (1972), una gran película con una estupenda interpretación de Vicente Parra que sufrió las iras de los censores en nuestro país , existe un montaje inglés bastante más completo que el estrenado en España- .
Este pasado viernes llegaba a los cines españoles "Hermosas criaturas" ("Beautiful Creatures, "Richard LaGravanese, 2013), una especie de sucesora de la franquicia Crepúsculo que no ha conseguido el éxito esperado. Sin embargo, la serie de cinco películas basadas en las novelas de Stephenie Meyer arrasaron allí donde se estrenaron, siendo las miradas de pasión , aunque a veces parecía simple asco- entre sus dos protagonistas una de las principales señas de identidad de la misma. En happing nos informan de la aparición de un vídeo de 26 minutazos que recopila todos esos momentos con la que yo no he podido evitar el descojonarme.
Las listas sobre lo mejor en el cine son algo recurrente para darle un poco de vidilla adicional a la prensa relacionada con el séptimo arte, pero suelen centrarse en las mejores películas, directores o actores, quedando bastante desatendidas otros apartados de vital importancia en una obra cinematográfica. En Cinemastric nos informan de la reciente elección por parte de su sindicato de los 101 mejores guiones de la historia. Es una lista en la que, como era previsible, destaca sobre todo el cine americano y unas elecciones quizá demasiado previsibles, pero nunca está de más el llamar la atención sobre un apartado tan importante en una película como éste.
Steven Spielberg es uno de los directores más exitosos de la historia del cine, mientras que el Festival de Cannes está más interesado en potenciar el lanzamiento de películas más artísticas, algo impensable para muchos en el caso del primero, pero sencillamente están equivocados. Por ello, la noticia que nos traen los chicos de Cinempatia sobre la elección de Spielberg para liderar el jurado en la próxima edición de dicho Festival no es más que un simple ejercicio de coherencia y saber estar.
Os recuerdo que podéis hacernos llegar vuestras propuestas para ser incluidas en esta sección a través del siguiente formulario de contacto.
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Cinematográfica

Interesante, Egg, I Get Wet, The Origins of Electricity y Glory at Sea, los cortometrajes de Benh Zeitlin - 19/02/2013 9:02:48

" El director Benh Zeitlin ha conseguido llamar la atención de medios mundo con "Bestias del sur salvaje" ("Beasts of the Southern Wild", 2012), una de las mayores sorpresas del cine americano del año pasado. Cierto que sus inesperadas candidaturas al Oscar , aunque creo que finalmente se va a ir para casa de vacío el próximo domingo- han ayudado lo suyo, pero era una película de la que ya se estaba hablando mucho desde que fue la gran triunfadora del Festival de Sundance del año pasado.
Sin embargo, Zeitlin no ha aparecido de la nada, sino que ha sido uno de los muchos directores que se han curtido en el mundillo del cortometraje antes de dar el triunfal salto con "Bestias del sur salvaje". Ya os comenté varios casos en los que el director decidía convertir un cortometraje previo en una película, pero el caso de Zeitlin es distinto, ya que "Bestias del sur salvaje", cinta que he de confesar que me decepcionó profundamente, no surge a partir de ninguna de sus cuatro obras previas, las cuales voy a comentaros en los próximos párrafos.
Benh Zeitlin estudió en la universidad Wesleyan en Connecticut, siendo allí donde encontramos el origen de "Egg" (2005), su primer trabajo profesional, aunque quizá haya que relativizar esta última afirmación, pues es una obra que surge dentro de la carrera para así poder conseguir los créditos académicos necesarios para poder licenciarse. Un poco más arriba podéis ver un cortometraje en el que ya se nota la peculiar personalidad cinematográfica de Zeitlin, pues para la ocasión apostó por hacer una adaptación libre de "Moby Dick", con la peculiaridad de adaptar las formas del cine mudo a través del uso de la animación en stop-motion. Casi nada, y encima todo ello con un exiguo presupuesto de apenas 4.000 dólares.
El éxito no tardó en llegar para "Egg", pues su estreno tuvo lugar en Slamdance, prestigioso festival de cine alternativo que surgió como respuesta por la mayor comercialización del festival de Sundance , en Slamdance sólo pueden participar títulos que hayan costado menos de un millón de dólares- a entender de sus fundadores. Los entendidos en la materia consideran que ya es todo un privilegio la mera posibilidad de que una de tus obras sea exhibida allí, pero Zeitlin no tuvo que conformarse con el dicho de que lo importante es participar, ya que "Egg", en la que él ejerce como director, guionista, animador y montador, consiguió llevarse un premio para casa, iniciando así su periplo hasta el éxito internacional finalmente conseguido con "Bestias del sur salvaje".
Aún más curioso es el caso de "I Get Wet" (Behn Zeitlin y Kabir Green, 2005), ya que en su creación participaron varios niños de una actividad extraescolar de la escuela elemental Grace Church de Manhattan. "I Get Wet" nos cuenta la historia de un niño de 8 años que es atormentado por un grupo de niñas de su colegio y cómo a él y a su mejor amigo , ¡Super Dog!- no les gusta nada la perspectiva de acabar cada día en un cubo de basura. No es un gran corto técnicamente hablando y la actuación de los chavales no deja de ser la que uno podría esperar en un caso así, pero lo que no se le puede negar es tener un encanto especial, en especial durante su tramo final.
El buen recibimiento de "Egg" en Slamdance está detrás del origen de "The Origins of Electricity" (2006), en el que Zeitlin se enfrentó a un reto bastante llamativo propuesto desde el propio Festival: Rodar un cortometraje en 99 días con un presupuesto de apenas 99 dólares. Recurriendo de nuevo a la animación en stop-motion, Zeitlin nos cuenta la trágica historia de cómo dos bombillas descubren el origen de la electricidad. Una curiosa rareza que hay que valorar como tal, en especial por sus limitaciones presupuestarias y de tiempo.
"Glory at Sea" (2008) fue el último cortometraje de Zeitlin antes de ponerse manos a la obra con "Bestias del sur salvaje", y en el mismo ya se nota una mayor ambición artística por su parte, habiendo varios paralelismos con su primer largometraje, estando más que claro que "Bestias del sur salvaje" sigue las mismas líneas maestras que definen a este corto. "Glory at sea" es una bella reflexión sobre la situación de Nueva Orleans tras el desastre causado en la ciudad por el huracán Katrina. Es cierto que consiguió llevarse varios premios, pero uno de los grandes reconocimientos conseguidos por "Glory at sea" fue la utilización del tema principal de la película durante la campaña presidencial de 2008 por Barack Obama. Un cuento de hadas que terminó alcanzó su máxima expresión con "Bestias del sur salvaje". ¿Conseguirá Zeitlin mantener esta línea ascendente en su carrera o ya habrá tocado techo? Habrá que esperar para saberlo.
Imagen | Salon Fuente Artículo

Es Noticia, Obras maestras según Blogdecine | Perdición de Billy Wilder - 07/02/2013 11:00:58

" "Después de "Double Indemnity", las dos palabras más importantes del cine son Billy Wilder."
Eso es lo que declaró Alfred Hitchcock después de ver "Perdición" ("Double Indemnity", Billy Wilder, 1944). Considerada una de las películas que inauguraron definitivamente el género noir, tiene, en mi opinión, la huella inconfundible de su director. Más allá de cualquier género, como ya se ha dicho, Billy Wilder es un género en sí mismo. No obstante, rodada el mismo año que otra joya del cine negro, "Laura" (id, Otto Preminger, 1944); "Perdición" presenta muchos de los rasgos definitorios que se le atribuyen a este tipo de películas. Sin ser consciente de su trascendencia, Billy Wilder aunó en 107 minutos ,muchos directores actuales deberían grabarse esta cifra a fuego,, algunas de las más brillantes representaciones de género y de autoría cinematográfica.
Una de las claves del film, la debemos a la suma de tres talentos literarios de dimensiones estratosféricas: los escritores James M. Cain y Raymond Chander, dos autores fundamentales de la novela negra ,el otro sería Dashiell Hammett,, y el guionista además de director, Billy Wilder. James M. Cain escribió la novela homónima en la que se basa la película, que fue publicada por entregas en la Liberty Magazine en 1936. Tomó como referencia un caso real, el del crimen consumado en 1927 por Ruth Snyder y su amante, en un intento de cobrar la doble indemnización de la póliza de su marido. La aportación de este escritor al género negro es de un valor inigualable pues fue responsable de las narraciones que dieron pie a films como "Alma en suplicio" ("Mildred Pierce", Michael Curtiz, 1945) o "El cartero siempre llama dos veces" ("The Postman Always Rings Twice", Tay Garnett, 1946 | "The Postman Always Rings Twice", Bob Rafelson, 1981), con la que guarda muchas similitudes. En sus relatos destaca especialmente la psicología de unos personajes perfectamente definidos y ello se manifiesta también en "Perdición". La realización del guión corrió a cargo de Raymond Chandler y Billy Wilder ,en una colaboración que no tuvo nada de idílica,. Entre estos tres autores, consiguieron trasladar al cine toda la esencia y la atmósfera de la novela negra.
Fotografía de Raymond Chandler y Billy Wilder.
El extraordinario director de origen austríaco, se asocia indefectiblemente a la comedia cáustica, como discípulo y sucesor de Ernst Lubitsch ,a pesar de que sus películas contienen una considerable dosis de amargura,. Lo cierto es que, con la excepción de su primera película "El mayor y la menor" ("The Major and the Minor", Billy Wilder, 1942), su década inicial como director tiene poco que ver con este género. "Perdición" evidencia este hecho y, además, destaca su oficio como cineasta. Nos encontramos ante, no sólo un magnífico guión, sino frente a una puesta en escena que recrea como pocos el ambiente noir y cuya iluminación otorga características psicológicas y representativas a los personajes. En sintonía con lo que simbolizaban los sombreros negros en el western, la oscuridad se cierne sobre los dos protagonistas de la película; Fred MacMurray como Walter Neff ,con dos "f" como en Filadelfia, si conocéis la historia, y la espléndida Barbara Stanwyck como Phyllis Dietrichson.
En este film, narrado en primera persona a través de un largo flashback ,de manera similar a "El crepúsculo de los dioses" ("Sunset Boulevard", Billy Wilder, 1950),, se establecen muchos de los elementos de lo que, a posteriori, se denominó cine negro. El más destacado es el del personaje de Phyllis Dietrichson, una de las femme fatale más recordadas, no sólo por la grandiosa interpretación de Barbara Stanwyck, sino también por su inconfundible estilismo. Su peluca rubia ,que no acabó de convencer a los productores de la Paramount,, el característico vestuario de Edith Head y su sensual pulsera en el tobillo; dan forma a una mujer tan atrayente como peligrosa. Sin ningún tipo de concesión, su personaje utiliza el sexo como estímulo para conseguir sus propósitos, siempre va un paso por delante de su presa. Su trasfondo de maldad y también su vulnerabilidad son mucho más extensas que en otros personajes de misma índole. La mirada de Phyllis, sobretodo en ese magnífico primer plano mientras sucede el crimen, revela todo el dramatismo y la turbación del personaje.
La impronta de Billy Wilder, como decía, está también muy presente durante todo el film. La recurrente idea de la suplantación o del cambio de identidad vuelve a reflejarse en "Perdición". Y es que ya desde sus inicios, este tema se repite una y otra vez en su filmografía. Es innegable que con ello recoge la estela de Ernst Lubitsch y de la comedia de enredo, pero más allá de estas referencias, Wilder sobredimensiona el recurso y le transfiere, en muchos casos, una magnitud existencialista. Sus mordaces diálogos son las verdaderas armas de esta cinta, tan abrasadores como el sinnúmero de cerillas que se prenden ,todas ellas encendidas con los pulgares más ásperos del cine,. Especialmente brillante es el duelo metafórico cargado de tensión sexual entre Walter y Phyllis que empieza con la memorable frase "En este estado hay límite de velocidad, Sr. Neff. Sesenta kilómetros por hora". Bang. Otro ejemplo de antología es otra línea de Fred MacMurray que recita "No escuchaba mis propios pasos, eran los pasos de un hombre muerto". Su dimensión, no tiene que ver sólo con su carga simbólica, sino con el posterior desarrollo de la acción. Ínfimas muestras, en definitiva, de lo que puede acontecer si se juntan el talento de Wilder con el de Chandler.
Otro de los mayores aciertos de "Perdición" es la subversión de un reparto de actores que cambiaron de registro. Barbara Stanwyck, había aparecido básicamente en melodramas y comedias, algunas memorables como "Bola de fuego" ("Ball of Fire", Howard Hawks, 1941) o "Las tres noches de Eva" ("The Lady Eve", Preston Sturges, 1941). Su reticencia al aceptar este sustancial giro interpretativo, se tornó en triunfo absoluto. Además de sus virtudes como estupenda compañera y actriz disciplinada, se sumó su inteligencia al descubrir que con Wilder hay que dejarse siempre llevar. El caso de Fred MacMurray es muy parecido, un actor eminentemente de comedia ligera, que encarna a la perfección al avispado vendedor de seguros que se convierte en marioneta a manos de Phyllis. Un actor ,poco arriesgado a lo largo de su carrera, pero que, sin embargo, demostró con sus papeles en este film, en "El apartamento" ("The Apartment", Billy Wilder, 1960) o en "El motín del Caine" ("The Caine Mutiny", Edward Dmytryk, 1954), que su ambigüedad debía haber sido explotada con mayor frecuencia.
Para Edward G. Robinson, ese cambio de orientación fue en el sentido opuesto. Si su carrera se sustentaba en la personificación de gángsters y villanos, con "Perdición" nos ofrece una magistral versión de un personaje bondadoso y mundano, al que dota de una capacidades deductivas que poco tienen que envidiar a los detectives más famosos de la historia. Se podría decir, de hecho, que interpreta a dos personajes: a Barton Keyes y a su hombrecito. Ambos, lejos de ser secundarios, resultan ser parte fundamental de la trama. El carisma de Robinson se apodera totalmente de la película en muchos momentos y representa, con esplendor, su afecto inquebrantable hacia Walter Neff, en la historia de amor por excelencia de "Perdición".
La dirección de Wilder es sumamente minuciosa. Se eligió con precisión desde la casa de estilo español de Phyllis Dietrichson, hasta el tipo de coche que conduce Walter Neff. Todos los pequeños objetos que aparecen, como el caso de la pulsera en el tobillo, forman parte de la definición de los personajes. Se pretendía, asimismo, retratar con fidelidad el ambiente de la novela de James M. Cain. Su pasado como periodista, le llevó a utilizar la puesta en escena como la de un noticiario de la época. La dramática iluminación también tiene que ver más con esta referencia que con el expresionismo alemán. Se buscó el realismo con el rodaje en exteriores, algo poco habitual en ese momento. Las escenas en el supermercado son de una originalidad que apabulla, realmente son mis preferidas, no sólo por lo que ocurre sino por el estilo que desprenden. Sólo se le reprochó un pequeño fallo en una de las escenas, en las que la puerta del apartamento de Fred MacMurray se abre hacia afuera, cuando en realidad siempre abren hacia dentro ,un recurso inverosímil pero eficaz,. Wilder además rodó otro final distinto del que aparece en el film, pero lo descartó en última instancia. Una suerte, en cualquier caso, pues el abierto desenlace que nos brinda lleva indiscutiblemente el sello de Billy Wilder.
"Perdición" trascendió sin duda el género negro. Los criminales, en este caso, eran personajes corrientes. La decadencia y la perversión, se encuentra en lugares comunes, de aparente normalidad. Además se añade el aire de pérfida seducción y la fatalidad de unos personajes que en ningún momento demuestran arrepentimiento por sus acciones sino una estoica aceptación de un inevitable destino ,una figura clave del cine americano,. Estos fueron los ingredientes que elevaron esta cinta por encima de los thrillers de la época y que también marcó la interrupción de las colaboraciones de Wilder y Charles Brackett, por considerar, éste último, la historia como demasiado sórdida.
Una obra cumbre del cine, de obligado visionado para todo aquél que ame el cine y la literatura. No sólo eso, además debería leerse su guión, pues resulta imposible reproducir en un post todos sus maravillosos diálogos. Si Alfred Hitchcock fue el mago del cameo, Billy Wilder lo fue del homenaje. En esta cinta, un brillante diálogo alude a "Historias de Filadelfia" ("The Philadelphia Story", George Cukor, 1940). Este film va más allá de todo género, de toda disciplina. Rendirse ante tanta magia, es la única opción. Cualquier otra alternativa sólo conduce a la perdición.
Otro análisis en Blogdecine | Críticas a la carta | "Perdición" de Billy Wilder
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Es Noticia, Critica de la pelicula Golpe de efecto - 01/12/2012 19:00:00

"Malpaso es la compañía productora propiedad de Clint Eastwood, como saben todos los cinéfilos. Desde 1988, casi todas las películas dirigidas por el cineasta de San Francisco han sido producidas por su compañía. También desde entonces, y salvo algunos títulos iniciales realizados por Buddy Van Horn, el resto ha sido dirigido por el gran Clint, al que el tiempo, la perspectiva y la caída del caballo en el camino de Damasco de la gauche divine ha hecho que sea objeto, hoy por hoy, de general admiración.
Pero la edad del cineasta (cuando se escriben estas líneas sobrepasa de largo los 82 años) también debe pesar, y para el nuevo empeño de Malpaso, esta Golpe de efecto, Eastwood ha decidido dejar las riendas de la dirección a uno de sus hombres de confianza, Robert Lorenz, quien hasta ahora había hecho un poco de todo en las películas eastwoodianas (ayudante de dirección, productor) desde Los puentes de Madison, hace ahora la friolera de dieciocho años.
El resultado, lo diremos pronto, no ha estado a la altura de los mejores Eastwood como director; no hace falta decir, seguramente, que estaríamos hablando de (si vamos de más reciente a más antigua) J. Edgar, Million Dollar Baby, Mystic River, la mentada Los puentes de Madison, Un mundo perfecto, Sin perdón, Bird. Ante esa media docena larga de películas notabilísimas, no tiene nada que hacer esta medio tontería sobre un ojeador de béisbol con vista enferma (la mácula dañada, pavoroso y frecuente daño colateral de la edad provecta), al que los jovencitos enchufados permanentemente a sus cachivaches electrónicos quieren echar del equipo, su relación tormentosa con su única hija, que ya adulta sigue echándole en cara su nula atención durante la infancia, convirtiéndola en una mujer de difícil acceso emocional, y la resolución del conflicto mediante las artes templadas en la tradición del octogenario protagonista, que hará que todo vuelva (más o menos…) a su ser.
En fin, no es un guión como para tirar cohetes, hecho por el debutante Randy Brown sobre retales que ya hemos visto, mejor y en su versión primigenia, en otros filmes. Tampoco la dirección de Lorenz, en su primer largometraje en solitario, tiene la elegancia, la clase de Eastwood tras las cámaras. Menos mal que el bueno de Clint, con toda probabilidad, habrá debido ayudar a su neófito sucesor en la realización, de tal forma que, al menos, se salvan los muebles.
Queda entonces un filme mediano, con algunas irisaciones interesantes, como el propio personaje principal, al que Eastwood adorna con su inveterada maestría ante las cámaras, en ese character, como dicen los anglosajones, que ha ido cincelando a lo largo de las últimas décadas, el hombre huraño, casi asocial, de comportamiento brusco y a veces rayano en la intolerancia, pero en cuyo interior hay un ser humano integral, escondido en una coraza defensiva que le protege del devastador efecto de los afectos.
Seguramente Eastwood tendrá que ir delegando en su gente de confianza las tareas más duras de su profesión cinematográfica, y la dirección es seguramente la más compleja de todas. Pero lo cierto es que se echa en falta en esta nueva producción de Malpaso el pulso firme de su creador, la fuerza contenida de quien a estas alturas de la película (hay frases hechas que, a veces, como en este caso, son perfectas para lo que se quiere decir), es un maestro indiscutible en el difícil oficio del cine. Todo termina, o terminará: incluso aquel Harry del "alégrame el día", hoy convertido en monumento vivo, nos abandonará, y el día entonces será triste: tal vez esta delegación de funciones en sus confiables pero mediocres vicarios sea un avance de ese final presentido.
Primer estrambote: Atención a Amy Adams, la hija de Clint en la película, cuya imponente presencia física va acompañada por una notable capacidad interpretativa: podemos estar ante una estrella emergente. En cuanto a Justin Timberlake, quizá no fuera el actor adecuado para su papel; este tunante rezuma lascivia en sus miradas a la coprotagonista, y enseguida vemos que lo único que está deseando es meterse en sus bragas (con ella dentro, se entiende), desinflando su papel supuestamente romántico.
Segundo estrambote: el cine americano sigue a lo suyo: les da igual que el resto del orbe (con la excepción quizá de, ¡oh, paradoja!, Cuba…) no tenga ni idea de béisbol, pero ellos siguen erre que erre con sus pelis sobre el tema, como si todos supiéramos lo que es un "home run", o como se diga…
Tercer estrambote: un diez para el traductor del título original. De Trouble whit the curve, que podría traducirse, más o menos, como "Problema con la curva" (la bola curva, se entiende), hemos pasado a este Golpe de efecto que combina acertadamente tanto la peculiar trayectoria de la bola como ese golpe teatral con el que finaliza la película, y que en español, efectivamente, lleva ese nombre; no siempre los títulos españoles iban a ser espantosos…
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Que opina usted? 3, vivir, follar, amar, morir - 23/02/2012 10:49:00

" Este mes de febrero nos ha llegado "3" ("Drei", 2010), la penúltima película como director de Tom Tykwer recordemos que la última, "Cloud Atlas", está codirigida con los hermanos Wachowski, que ya data de hace dos años. Como siempre, la querida distribución española dando que hablar. Afortunadamente, alguien con neuronas en semejante grupo se ha acordado de la película y en una operación sin precedentes de inteligencia, ha decidido estrenarla en nuestro santo y cultural país; eso sí, en muy pocos cines, no nos vayamos a emocionar y pensemos que la distribución cinematográfica en España ha dejado de lado los prejuicios y tiran la casa por la ventana. Pero vayamos al grano, que si no me caliento y luego me gano adjetivos por decir la verdad. Tykwer se había codeado con el cine americano en sus últimos films, realizando a mi juicio la que es su mejor película, "El perfume" ("The Perfume: The Story of a Murderer", 2006).
El regreso a su Alemania natal nos ha devuelto al Tykwer que todos conocimos con películas como "Corre, Lola, corre" ("Lola rennt", 1998), lo cual ha alegrado a un buen número de cinéfilos. En mi caso, no creo que Tykwer sea ese gran autor que muchos quieren ver, salvo en el film con Dustin Hoffman y entre otras cosas porque adaptar la obra de Patrick Süskind, uno de los grandes proyectos no realizados de Kubrick, era una empresa harto difícil, y aunque no encuentro un sólo título malo en su filmografía, muy pocos tienen el desarrollo o profundidad que aparentan. En cualquier caso "3" es un retorno a los orígenes, y en ella se nos habla de la fugacidad de la vida, de la importancia de la libertad sexual, y de la confianza; un triángulo amoroso servido con detalle Tykwer jamás podría haber hecho esta película en Estados Unidos, aunque menos trascendental de lo que pretende y con poco espacio para la reflexión.
En el final de "Eyes Wide Shut" (id, Stanley Kubrick, 1999) el personaje interpretado por Nicole Kidman resumía con una sola palabra la solución a los problemas de pareja: follar. De esa forma el cineasta de New York culminaba sin quererlo su filmografía. Una acertada propuesta y reflexión al mundo de la pareja por mediación del acto más extendido y prostituido del ser humano, sin duda el más íntimo, el más verdadero, el más sincero. En "3" Tykwer propone casi lo mismo cambiando evidentemente la procedencia de los problemas, por así llamarlos, narrando una historia de infidelidad doble con un elemento común denominador. Hanna y Simon son una pareja que lleva junta 20 años, la rutina ha hecho mella en ellos de forma poderosa, hasta que por separado conocen a Adam, un hombre bisexual de existencia libre y sin compromisos, que despierta en ellos un hambre voraz por el sexo.
En lo que respecta al triángulo amoroso, que contiene escenas de sexo no explícitas, pero sí muy atrevidas, y también necesarias, no hay nada que objetar. Todo funciona a la perfección y es donde Tykwer alcanza las cotas más altas. Se entiende perfectamente la obsesión por separado de Hanna una muy entregada Sophie Rois, en un papel bastante difícil, y que no cualquier actriz estaría dispuesta a hacer, y de Simon Sebastian Schipper también en un rol difícil, el cual además sufre mayor evolución que el resto, y también el que posee más subtramas con respecto a Adam un muy natural Devid Striesow, y la relación de los tres se debate entre la comedia muy, muy sutil, lo íntimo y lo idílico. La forma que Tykwer tiene de narrarlo todo es realmente ejemplar, con cuidada atención hacia el especio entre los personajes. Sirva como ejemplo el inesperado encuentro en el museo o el encuentro final, con el que Tykwer termina de cerrar el triángulo con un movimiento circular de cámara que simula un microscopio con el que ha examinado la relación.
El problema de "3" es que simplemente expone una situación. Las reflexiones posteriores, las inquietudes de los personajes, la supuesta profundidad de lo expuesto no aparece por ningun lado. También la acción tarda algo en arrancar, cuando Simon entra en el juego y se establece el primer punto de inflexión y el verdadero conflicto. Todo lo que deriva del personaje de este último, esto es, la relación con su madre o el cáncer de testículo atención al instante de extirpación del mismo, en el que Tykwer no se corta lo más mínimo no están exentos de interés por sí solos, pero realmente no aportan nada a la trama central. Hacen que la película dure más de la cuenta, aunque esta en ningún momento llegue a aburrir, pero quita tiempo a Tykwer de profundizar en algunas cosas. A cambio, llena de paja la película y opta por la sencillez en muchos de sus tramos. Sencillez que se puede traducir como claridad narrativa.
Porque tal vez a Tykwer no le interesan las complicaciones. Si nos fijamos en el inicio del film, la metáfora de los dos cables de alta tansión simulando la vida en pareja de dos personas mientras una voz en off (Simon) la describe desde su nacimiento hasta su muerte, es una perfecta declaración de intenciones. Hay algo en el triángulo amoroso/sexual de "3" que me fascina, cada uno a su manera encuentra algo por lo que recuperar la ilusión, esa que cada día va matando la vida. Y lejos de resultar dogmático o sentenciar, Tykwer lo deja todo en manos del espectador, apostando por cierto realismo mágico que funciona a ratos. La respuesta para los protagonistas de "3" está en el sexo. Libre, puro, sin prejuicios, compartido la escena final es algo más que atrevida en ese aspecto, auténtico, y sobre todo enormemente placentero. Qué irónico resulta que del acto que más placer proporciona al ser humano pueda nacer una vida cuyo principal destino será sufrir, morir.
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