Interesante, Barcelona invita a la industria del cine a filmar en Horta-Guinardó - 25/04/2013 11:50:46
"El Distrito de Horta-Guinardó de Barcelona ha puesto en marcha el proyecto Horta-Guinardó, de cine con la colaboración de la Escuela de Turismo y Hotelería de la Universitat de Barcelona (UB) con el que invita a la industria cinematográfica a filmar en el lugar, y a la vez creará itinerarios turísticos basados en películas rodadas en el distrito.Ver artículo...
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Es Noticia, ¿El golpe definitivo al cine español? - 02/02/2013 6:03:35
" El recorte gubernamental de las subvenciones al cine español anunciado hace casi un año obligaba a los productores a buscar nuevas formas de conseguir sacar adelante nuevas películas. Una de las opciones más apetecibles , y caras- era la búsqueda de una mayor internacionalización de sus cintas, pero se han encontrado con otro obstáculo en su lucha por la supervivencia.Antes que nada creo que es necesario aclarar que las cadenas de televisión españolas están obligadas por ley a invertir un 5% de sus ingresos , que no beneficios- en producciones cinematográficas. Justo o no , yo apuesto por lo primero, y más en un panorama televiso donde dos empresas van a acabar controlando prácticamente todo- , esta vía de financiación supone decenas de millones de euros al año, pero el meollo de la cuestión es que más de la mitad de ese dinero tenía que ir destinado a producciones españolas, una medida bastante razonable dentro de las peculiaridades de esta imposición gubernamental. El problema es que ahora una película puede ser española pero no ser considerada como tal a efectos de esta ayuda económica para el maltrecho cine patrio.
Una nueva ley de cine está en estos momentos en desarrollo, pero eso no quiere decir que las grandes interesadas en saber los pormenores de esa financiación obligada de obras cinematográficas no sepan ya por donde van a ir los tiros: Una película española ha de estar hablada obligatoriamente en castellano u otra lengua autóctona para ser considerada como tal a tal efecto. Vamos, que "Lo imposible" (Juan Antonio Bayona, 2012), la película de más éxito de 2012 en nuestro país y segunda película más taquillera de todos los tiempos en España, pasaría a ser considerada como película europea por el mero hecho de estar hablada en inglés. ¿Aún queda alguien sin saber dónde está el problema? Pues que "Lo imposible" posiblemente no hubiera llegado a existir sin esas "ayudas", ya que sería lo mismo haber invertido en la última cinta de Juan Antonio Bayona que en "Skyfall" (Sam Mendes, 2012).
Sospecho que habrá a quienes les parezca genial todo ataque al cine español por su supuesta ausencia de calidad e interés, pero para el resto es una noticia pésima, ya que el rodaje en inglés no es una simple estratagema para engañar a espectadores poco informados y que se animen a ver cintas españolas, sino una forma de fomentar el nacimiento de una industria del cine español que realmente tenga más en cuenta los gustos del público que los deseos artísticos de los directores , muy discutibles en el caso de no pocos realizadores españoles- , y es que nadie en nuestro país va a invertir grandes sumas de dinero en algo cuya viabilidad comercial no haya sido estudiado en profundidad.
Seguro que muchos de vosotros sabréis que "Mamá" (Andrés Muschietti, 2013) logró encabezar la taquilla estadounidense durante el fin de semana de su estreno, pero no tantos serán los que estén al tanto es que si miramos su nacionalidad en la base de datos del Ministerio de Cultura, veremos que figura como española , un poco más arriba tenéis una captura probándolo- . En este caso fue Antena 3 la que puso dinero con motivo de esta , acertada- obligación legal, pero es muy poco probable que lo volviese a hacerlo en una producción de estas características si el cambio impulsado por el gobierno del PP, más atento a los sobres que reciben o deja de recibir sus altos cargos que a hacer algún bien en este país.
El optimismo también brilla por su ausencia entre los artistas de nuestro cine, ya que Maribel Verdú llegó a declarar durante la fiesta de los nominados a los Goya que se ha acabado el cine español y que ya no había proyecto alguno en el horizonte. También recuerdo comentarios de Manuel Cristóbal, productor de "Arrugas" (Ignacio Ferreras, 2011) , la película que encabezó mi lista de mejores películas de 2012-, en su twitter mostrando bastante malestar con las medidas que estaba tomando el Gobierno y el campo de minas en que estaba convirtiéndose el intentar sacar adelante una película en nuestro país. Y todo esto antes de hacerse pública esta medida que entraría en vigor a partir del 1 de enero de 2014 si todo sigue adelante como parece, por lo que no quiero ni saber los niveles de pesimismo que se alcanzarían si esto prosperase.
Lo más curioso de todo es que esto viene precedido de cierto entusiasmo por los resultados de nuestro cine, ya que consiguió el 17,9% de cuota de pantalla durante 2012 y con una recaudación total de 106 millones de euros consiguió convertirse en el mejor de los últimos 27 años del cine español. Es muy sencillo decir que si todo va tan bien, que arriesguen su dinero sin más, pero el problema es que no hay una auténtica industria de nuestro cine, por lo que un único batacazo podría hundir sin remisión a la productora más fiable. Y me diréis lo que queráis, pero yo quiero que el cine español tenga unas miras más amplias y quizá algún día competir de tú a tú con Hollywood, pero esto no deja de ser un castigo a los que buscan hacer películas diferentes , que no necesariamente buenas, que es muy sabido el escaso aprecio que siento hacia "Lo imposible"- dentro de nuestro cine. Una pena.
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Que opina? El mccarthismo o la caza de brujas en Hollywood - 22/12/2012 14:57:45
" Uno de los períodos mas aciagos de la historia del cine está directamente relacionado con el desafortunadamente conocido senador Joseph McCarthy. Fue el principal promotor de una implacable campaña contra el comunismo, en defensa de los valores americanos. Durante sus años de mandato, que van desde el 1947 al 1957, en plena Guerra Fría; se llevó a cabo una persecución a todo aquél que no demostrara lealtad absoluta al gobierno norteamericano. A menudo sin pruebas y sin juicio previo, se vulneraron los derechos civiles de los que fueron acusados de simpatizar o pertenecer al Partido Comunista.De este modo se pasó a denominar como mccarthismo todas aquellas medidas gubernamentales que coartan las libertades de los ciudadanos en favor de una supuesta seguridad nacional o preservación de unos valores determinados. También se llamó a esta época, caza de brujas, hecho que inspiró a Arthur Miller para escribir su famosa obra "Las brujas de Salem" ("The crucible") como alegoría de este episodio de la historia de Estados Unidos que puede recordar a la Inquisición. Estas denominaciones resultan de por sí, inquietantes.
La investigación de la infiltración comunista en la industria cinematográfica de Hollywood, que empezó el año 1947 por parte del Comité de Actividades Antiamericanas , HUAC, House of Un-american Activities Committee ,, provocó la anulación de las carreras de muchos profesionales de Hollywood en los años 50; al colocarlos en las llamadas listas negras. Escritores, actores y directores fueron acorralados y silenciados. También películas que pretendían reflejar la problemática o simplemente aludían o cuestionaban ideas concretas, fueron suprimidas o alteradas. Uno de los géneros más afectados fue el del cine negro.
En Hollywood, los films siempre habían sido supervisados de diferentes formas, pero el Comité de Actividades Antiamericanas se involucró directamente en su regulación para encontrar cualquier rastro de comunismo. Las investigaciones, sin embargo, se dirigieron en muchos ámbitos pero ninguno despertó más atención que los famosos juicios de Hollywood. Se creó un impacto mediático considerable al llamar a testificar celebridades del mundo del cine, para así conseguir una mayor concienciación de la sociedad del momento. El séptimo arte fue tachado de herramienta propagandística, sobre todo un sector de la industria que se había adherido al comunismo durante los años de la Depresión.
Estos juicios tuvieron tres objetivos muy claros. El primero, probar que el Sindicato de Guionistas era un hervidero comunista. El segundo, evidenciar que estos escritores insertaban propaganda antipatriótica en sus films y, por último, eliminar todas aquellas películas prosoviéticas que habían sido sancionadas por el presidente Franklin D. Roosevelt durante la guerra. En la práctica, ninguna de estas afirmaciones fueron usadas en los juicios y, sin ningún tipo de evidencia, muchos talentos se vieron forzados a abandonar Hollywood.
En septiembre de 1947 empezaron las primeras audiencias de los juicios por la infiltración comunista en la industria del cine. Los primeros en testificar fueron los denominados testimonios amistosos, pues aportaron mucha publicidad y accedieron a contestar las preguntas sin ningún tipo de objeción. Estos fueron: Jack Warner y Louis B. Mayer , como representantes de los estudios cinematográficos ,, Ronald Reagan , jefe del Sindicato de Actores ,, Robert Montgomery, Lela Rogers , madre de Ginger Rogers ,, Walt Disney, Adolphe Menjou, Gary Cooper y Robert Taylor. Muchos de ellos leyeron respuestas preparadas, todo un montaje para un proceso lleno de irregularidades.
Otros testimonios posteriores se negaron a responder las preguntas del tribunal y fueron declarados enemigos del estado. Dentro de estas personalidades de izquierdas fueron diez los más afectados, cuyas carreras quedaron dañadas y que fueron presa mediática. Pasaron a ser conocidos como los diez de Hollywood, entre los que se encontraban un director, Edward Dmytryk y nueve guionistas: Alvah Bessie, Herbert Biberman, Lester Cole, Ring Lardner Jr., John Howard Lawson, Albert Maltz, Samuel Ornitz, Adrian Scott y Dalton Trumbo. Todos ellos autores de un buen número de películas de enorme calidad, como por ejemplo:
· "El motín del Caine" ("The Caine mutiny", Edward Dmytryk, 1954).
· "Objetivo: Birmania" ("Objective, Burma!", Raoul Walsh, 1945).
· "Huracán" ("When tomorrow comes", John M. Stahl, 1939).
· "Muro de tinieblas" ("High wall", Curtis Berndhart, 1947).
· "Laura" (id, Otto Preminger, 1944).
· "Sahara" (id, Zoltan Korda, 1943).
· "Flecha rota" ("Broken arrow", Delmer Daves, 1950).
· "Imitación a la vida" ("Imitation of life", John M. Stahl, 1934).
· "Mr. Lucky" (id, H. C. Potter, 1943).
· "Espartaco" ("Spartacus", Stanley Kubrick, 1960).
Una de las pocas armas con las que contaron los diez de Hollywood fue que se acogieron a la popular quinta enmienda de la Constitución de Estados Unidos. Su aplicación garantizaba la protección contra la auto-incriminación forzada. También se usó la primera enmienda, que aseguraba la libertad de asociación y de expresión. Estas enmiendas convencieron a la opinión pública que los juicios del Comité suponían una amenaza para las libertades fundamentales que les otorgaba la Constitución, a pesar del imperante odio al comunismo. Paralelamente, se creó el Comité de la primera enmienda , CFA, Committee for the First Amendment , para contrarrestar aquello que concebían como ataques indiscriminados a Hollywood y a sus integrantes. De los cincuenta miembros, los más destacados fueron: Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Henry Fonda, Gene Kelly, John Garfield, Edward G. Robinson, Judy Garland, Katharine Hepburn, Ira Gershwin, William Wyler, Sterling Hayden, Groucho Marx o Frank Sinatra, entre muchos otros.
Este grupo lideró una marcha hacia Washington en 1947 para protestar contra las vistas de los juicios contra la industria cinematográfica. También intentaron proteger a los diez de Hollywood, pero fracasaron en su esfuerzo por protestar contra la violación de derechos constitucionales. Las discrepancias entre sus integrantes y algunos de los testimonios causaron la posterior desintegración del grupo. Se desacreditó públicamente a todos aquéllos que formaron parte y muchos tuvieron que trabajar arduamente para salvar su reputación.
Los conocidos integrantes del Comité por la Primera Enmienda
En Hollywood, empezó la segunda oleada de audiencias a los juicios. Una lista con más de 300 personas fue elaborada, mostrando empleados de la industria del cine, presentes y pasados, que eran o habían sido comunistas y militantes. Los que tenían trabajo fueron inmediatamente despedidos, algunos ni siquiera sabían que estaban en la lista hasta que acudían al estudio y eran echados. Un ejemplo de estos hechos fue el actor de izquierdas Sam Jaffe, que se se negó a colaborar con la HUAC. Con una trayectoria que comprendía grandes films como "Gunga Din" (id, George Stevens, 1939) o "La jungla de asfalto" ("The asphalt jungle", John Huston, 1950), vio su carrera interrumpida durante los años de persecución comunista.
Esta postura de no cooperación no fue seguida por todos y fueron algunos los profesionales que testificaron abiertamente sobre su vinculación o sobre la de otros. Es especialmente notable el caso de Elia Kazan, conocido por su película "La ley del silencio" ("On the waterfront", Elia Kazan, 1954) en la que el tema se centraba en la infiltración del gangsterismo en el sindicato obrero. Este director dio varios nombres al Comité, acción que es todavía recordada por muchos sectores de Hollywood. No en vano, el año 1998, en el que recibió un Oscar honorífico, fueron muchas las personalidades como Ed Harris, las que se negaron a aplaudirlo por considerarlo un delator durante este período.
Las consecuencias de estas listas negras fueron devastadoras para el cine. Muchos abandonaron el país y se instalaron en México, o bien, en el caso de escritores y guionistas, usaron seudónimos u otras personas que vendían los guiones como propios. El reconocimiento, por tanto, quedaba relegado. En el caso de Dalton Trumbo, ganó dos Oscar, uno por "Vacaciones en Roma" ("Roman holiday", William Wyler, 1953) y otro por "El Bravo" ("The Brave one", Irving Rapper, 1956) pero en secreto y respaldado por seudónimos, circunstancias que evidenciaban la situación que vivían los que se encontraban en las listas. Los actores, sin embargo, no tenían esta opción. Muchos se marcharon a Broadway y, en otros casos, abandonaron la profesión. A los problemas económicos y profesionales, se añadieron los psicológicos. Crisis nerviosas, transtornos de ansiedad o suicidios, en el peor de los casos. Las muertes de actores como el gran John Garfield, famoso por "El cartero siempre llama dos veces" ("The postman always rings twice", Tay Garnett, 1946), se atribuyen a la presión sufrida por el acoso de la HUAC.
El actor John Garfield en "Castle in the Hudson" (Anatole Litvak, 1940)
Los estudios, en consecuencia, se volvieron muy cautelosos con las películas que se distribuían. Géneros como el cine negro vieron como cada vez se producían menos y menos films. Los géneros se mezclaban, las ideas se camuflaban; todo en un intento de seguir con la profesión sin despertar sospechas. Especialmente destacable es la historia de la cinta "Solo ante el peligro" ("High noon", Fred Zinneman, 1950), en la que su guionista Carl Foreman se vio obligado a presentarse ante la HUAC y al negarse a testificar, pasó de inmediato a las listas negras. El argumento de esta película alude específicamente a la situación que vivió. Sufrió grandes críticas por un sector de Hollywood que comprendió claramente el paralelismo entre el sheriff interpretado por Gary Cooper y el propio guionista.
Con el paso del tiempo, han sido varias películas las que han hecho referencia a esta oscura época del cine, ya de forma más abierta. Algunos de los ejemplos más conocidos son los films "La tapadera" ("The front", Martin Ritt, 1976) con Woody Allen como protagonista y "Buenas noches y buena suerte." ("Good night and good luck.", George Clooney, 2005). En ellas se sitúa la acción en la época de la caza de brujas.
Algunos de los nombres más célebres de los profesionales involucrados con el cine, que se vieron afectados por las listas negras y que fueron perseguidos, son: Elmer Bernstein, James M. Cain, Lee J. Cobb, Charlie Chaplin, Edward Dmytryck, Carl Foreman, John Garfield, Dashiel Hammett, Lena Horne, Sam Jaffe, Garson Kanin, Judy Holliday, Burgess Meredith, Arthur Miller, Ayn Rand, Martin Ritt, Edward G. Robinson, Robert Rossen o Dalton Trumbo.
Gracias a mi fascinación por el cine negro, descubrí esta incierta etapa de la historia del cine. Ser consciente cómo la Guerra Fría, el terror al comunismo y la manipulación del gobierno de Estados Unidos tuvieron tanto impacto en Hollywood; aumentan el valor del no siempre fácil trabajo de la industria del cine. Resulta evidente pues la trascendencia del cine, por su contenido y por el impacto en el público. Un recuerdo especial para todas aquellas películas y profesionales que desarrollaron su labor durante esta época y para que sirva de acicate para ver algunos de los films que marcaron esta etapa. Cuidado con los nombres que mencionáis a partir de ahora…
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Noticia, Entrevista con el vampiro, el monstruo de las dos espaldas - 08/10/2012 2:27:20
" Un periodista (Christian Slater) recibe la llamada de Louis de Pointe du Lac (Brad Pitt) en medio de la noche. Y no, no es un conde de una película de época, aunque casi, porque es un vampiro (¡uno de verdad y legendario!) que les contará el peculiar viaje que vivió junto a Lestat (Tom Cruise) y su extraña "adoptada" vampira, Claudia (Kirsten Dunst). A través de ellos, se nos contarán las crónicas vampíricas.Siempre he apreciado las películas de Neil Jordan. Me encanta "Juego de lágrimas" (The Crying Game, 1992), pero, sobre todo, me encanta "En compañía de lobos" (The company of the Wolves, 1984) que es tan enfermiza, tan retorcida y tan psicoanalítica que la considero directamente inconcebible en el actual panorama industrial, pero también en el de entonces pues ¿quién iba a filmar una película episódica con lecturas tan perversas del mito de Caperucita Roja que hubieran hecho las delicias de Bruno Bettelheim?
Bettelheim ha escrito un libro conocido entre la gente del tema, el "psicoanálisis de los cuentos de hadas" y esta versión explícita de las relaciones (carnales) de la Caperucita (en su pubertad, como señala el rojo) y el Lobo (en otra pubertad, más, uhm, salvaje) me dejaron trastocado en su momento. En todo caso ¿es Jordan un director rarísimo del que ojalá viéramos más películas? Lo es, lo es y "Desayuno en Plutón" (Breakfast on Pluto, 2005) demuestra que no ha perdido su forma (del todo).
Bien, presentado al director, pasemos a la película. Esta es una adaptación del libro de Anne Rice, del mismo título, por cierto, y que fue un éxito desde su publicación en Estados Unidos en el año 1976. Anne Rice completó su trilogía y hasta pasó de ser una libertina romántica y decadentista a darse a los credos religiosos (¡y volver al cristianismo!). El asunto es que su best seller cumplió la función y rescató al vampiro como último eslabón del amor y la sexualidad victorianas y, lo que a veces equívocamente, es atribuido al Drácula coppoliano fue, en realidad, fruto de Anne Rice, la primera que puso de moda un vampiro que era un amante inmortal y que rescataba, por supuesto, materiales lejanos.: desde la condesa Bathory al legado de las películas de la Hammer pasando por el romanticismo desatado de los ingleses como Byron.
Bien. Como la vida no es sencilla, ni el tiempo es lineal, la versión cinematográfica de la novela de Rice se hizo ¿adivináis? debido al éxito del "Drácula de Bram Stoker" (Bram Stoker"s Dracula, 1992) de Francis Ford Coppola que, en su momento, fue un éxito de crítica y público y creó una especie de corriente de remakes de mitos del terror pero además les dio un insólito ademán de respetabilidad. Los despistados pensarán que Stoker tiene algo que ver, pero su novela original en nada se parece a la versión de Coppola, más allá de líneas argumentales vagamente similares, la novela original hacía énfasis en el aspecto menos romántico y más vil del personaje.
¿Y entonces? Pues Anne Rice, que creó una moda, tuvo que esperar a que fuera una película, que no adaptaba su novela, para tener su propia adaptación. ¿No os resulta curioso? Bien, así son las influencias y así son las decisiones que respectan a la industria del cine, más cara y con ello más lenta de producir que otros medios. Rice, por otra parte, firma el libreto, con lo cual se explica lo fiel que es a su propio material y también lo bien que entiende el cine, como sabéis un medio muy distinto a la novela.
Rice escribió esta película con Alain Delon en mente (En el papel del Louis que interpreta Pitt), lo cual me parece, francamente, una idea deliciosa.: ¿no es Delon, ese diablo frívolo que solía matar a pleno sol y se paseaba como un samurai, un actor perfecto para ser un vampiro? ¿No es acaso su belleza, con esos rasgos suaves y sus inquebrantables ojos, lo más parecido a un vampiro aristocrático? Yo creo que sí.
Jordan opta por otro camino, y es un camino hollywoodiense, pero no en su vertiente calamitosa, sino más barroca y exitosa. Largos movimientos de cámara usando la grúa, absolutamente acertado diseño de producción del ya de por sí bestial Dante Ferretti, un admirable trabajo lumínico de Philippe Rousselot con gran talento para iluminar sets y dar uso al chiaroscuro y sacar un partido pictórico al sur estadounidense, representado con un gusto insólito. El talento de los implicados brilla, pero Jordan y Rice dan a Kirsten Dunst un papel ambiguo, y se atreven a dibujar una infante vampírica con pulsiones sexuales que devienen, en realidad, el romanticismo de amar y no saberse correspondido o, incluso peor, necesitado.
La película termina con una coda metaficcional.: es decir, se nos habla del papel del cine dentro de la propia película. Es cierto que ya había referencias al cine en la versión vampírica de Coppola, pero este poético y hermoso final de Jordan bien se dirige a otro destino.: las imágenes, también su transcurrir en el que vamos del blanco y negro al color y superponemos nuestra manera de soñar amaneceres, hablan al vampiro como una epifanía final. ¿No es hermoso?
Shakespeare, un verdadero genio que viene a la mente tras ver este romántico y decadente paseo por el amor inmortal, definió una vez al sexo como ese "monstruo de las dos espaldas". El vampirismo de Rice no es un vampirismo de dominación, o incluso de una pulsión romántica no resuelta como el Gary Oldman que pierde a Winona Ryder, es, también, el mismo deseo: se reproduce y perdura, y sus paseantes, estos vampiros, son prisioneros en busca de este monstruo de las dos espaldas en distintos objetos de deseo, amantes que se van perdiendo.
Por ser inesperadamente profunda, por ser tremendamente bella, por ser enigmática, por entretener en sus más de dos horas de duración, juzgo y considero a esta película mi favorita del subgénero vampírico, pero, al margen de preferencias, una de las mejores y de las más excéntricas y sensuales. Por cierto, hay una película enloquecida de Neil Jordan que me encanta y nadie recuerda: "El hotel de los fantasmas" (High Spirits, 1984), de los ochenta, cuando el cine se permitía mezclar fantástico y terror como si fueran compañeros de cuna y dejar que la imaginación dinamitara los tópicos con salidas de tono maravillosas. Otro día nos dedicamos a ella.
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Es Noticia, Ben Affleck y Justin Timberlake encabezarán el reparto de Runner Runner - 14/04/2012 6:37:13
" No sé si ocurrirá lo mismo con el titular que he puesto, pero cuando he leído la noticia publicada en inglés casi me pongo a gritar un dramático NOOOOOOO… ¡¡Ben Affleck y Justin Timberlake en un remake de "Blade Runner"!! No, por fortuna, no. Está en marcha una nueva película relacionada con el universo de "Blade Runner", pero Ridley Scott ya aseguró que no sería un remake, y en todo caso el proyecto del que os voy a hablar no tiene absolutamente nada que ver.Los dos actores (ejem) de la imagen han firmado con New Regency para protagonizar un thriller relacionado con los juegos de apuestas online. Es lo único que se ha desvelado sobre el argumento por ahora, pero es un campo en auge que tiene muchas posibilidades para una historia cinematográfica, puede salir algo interesante. Brian Koppelman y David Levien firman el guion y son tipos que ya han demostrado aptitudes creando tramas vinculadas al juego, escribieron "Rounders" y "Ocean"s Thirteen". El director de "El inocente" ("The Lincoln Lawyer"), Brad Furman, se encargará de la puesta en escena de "Runner Runner", que cuenta con Leonardo DiCaprio entre los productores.
Desde que sorprendiera con su papel en "La red social" (donde posiblemente se limitaba a ser él mismo), Timberlake se está haciendo un hueco en la industria del cine. El año pasado lo pudimos ver en tres estrenos, "Bad Teacher", "In Time" y "Con derecho a roce" ("Friends with Benefits"), y actualmente está involucrado en dos interesantes rodajes, "Inside Llewyn Davis", lo nuevo de los hermanos Coen, y "Trouble with the Curve", el regreso de Clint Eastwood a la interpretación. En cuanto a Affleck, la última vez que le vimos como actor fue en "The Town" y en estos momentos está ocupado con su tercera película como director, "Argo", en la que vuelve a reservarse el papel principal. No quiere aceptar que es mal actor.
PD: Affleck también ha participado en una película de Terrence Malick que aún no tiene título ni fecha de estreno.
Vía | ComingSoon
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Noticia, Los críticos son necesarios - 06/01/2012 17:10:08
" El asunto es que si valoras el sentarte en una sala a oscuras con otras 750 personas a disfrutar de una experiencia emocional, no debes reventarla. Cuanta más gente cuchichee sobre la película, más se degrada la experiencia para el resto.(David Fincher)
Imagino que muchos de vosotros, a una semana del estreno de "Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres" ("The Girl with the Dragon Tattoo"), leísteis la entrevista a David Fincher que se publicó ayer en El País con un titular muy provocador: "Los críticos no sirven de nada".
Pero cuando uno empieza a leer el artículo (donde se llega a calificar a este cineasta de "Dios"...), se da cuenta enseguida que realmente lo que está diciendo Fincher es que los críticos no sirven de nada en Hollywood, en la industria del cine de entretenimiento norteamericano. Pero ese titular no sería tan llamativo (no estoy tirando ninguna piedra, yo también juego con los titulares) porque es algo que ya sabemos todos. ¿O es que alguien piensa que cuando Roland Emmerich prepara un largometraje repleto de desastres y explosiones está teniendo en cuenta lo que dirá la crítica? Si un autor tan venerado como Terrence Malick no piensa en los críticos cuando trabaja en sus películas, ¿por qué iban a hacerlo Michael Bay, McG, Brett Ratner, Marcus Nispel y todos los demás realizadores empleados en la industria del cine en Estados Unidos? Como mucho, imprimirán los comentarios en hojas de papel suave que usarán luego en el cuarto de baño.
Ahora bien, la matización que hago al titular de El País me parece importante porque considero que los críticos sí sirven de algo, en especial ahora que hay tanta oferta cinematográfica (demasiada, ¿no os parece?). Son útiles dando a conocer valiosos trabajos cinematográficos que, a diferencia de lo que suele ocurrir con los productos norteamericanos, no han podido contar con un dineral para publicidad (ni para lanzar miles de copias por todo el mundo), por lo que corren el riesgo de pasar desapercibidos para el público cuando llegan a las carteleras de los multicines o se distribuyen en el mercado doméstico. La opinión de los profesionales especializados en el séptimo arte (citadas en los carteles y las carátulas) puede evitar que eso ocurra.
Los festivales (todos, los lujosos y los modestos) cumplen una gran función como escaparate de talento, y en este sentido resulta fundamental el apoyo de los críticos allí acreditados, que con sus escritos llaman la atención sobre excelentes películas que de otra manera quedarían eclipsadas por la todopoderosa maquinaria de un Hollywood que domina el mercado de manera implacable (su desprecio por la crítica es comprensible, si no estás con ellos, estás contra ellos). Asimismo, a menudo los críticos rescatan del olvido títulos estimables estrenados hace décadas que no gozan del prestigio o la fama que merecen; como si fueran arqueólogos del séptimo arte.
Dicho de otra manera, y en general, los críticos sirven para descubrir películas. Por supuesto, uno puede descubrirlas en foros, blogs o charlas con los amigos, pero corre el riesgo de perder mucho tiempo con obras de escaso valor que realmente merecían permanecer ocultas, o que no aportan nada cuando se podrían haber visto otras películas mucho más estimulantes o enriquecedoras. Por eso me parece aconsejable e inteligente contar con la opinión del experto, del crítico, y dejarse guiar por su criterio para seleccionar entre tantísimo cine, la mayoría mediocre. Porque, debemos asumirlo, cada vez tenemos menos tiempo y más películas que ver. Hay que elegir, y elegir bien.
Fincher, que se refiere a los críticos por la polémica sobre el embargo que rompió el periodista David Denby cuando habló antes de tiempo sobre la nueva "Millennium" (para el que no lo sepa, es habitual en los pases de prensa firmar un acuerdo por el que te comprometes a no publicar tu valoración del film hasta la fecha que indique la distribuidora), dice que no le interesa la crítica en absoluto sino solo la opinión de las "cinco o seis personas cuyo criterio y gusto respeto". Es un punto de vista muy razonable, yo también leo y pregunto a un pequeño grupo de apasionados al séptimo arte de los que me fío, como todos. Pero sin el trabajo de los críticos, y me refiero a esos que aman el cine y se toman en serio su labor (conscientes de la importancia que puede llegar a tener), me habría perdido grandes películas que solo encontré comentadas, citadas o analizadas en sus textos. Para mí, son necesarios. Ahora más que nunca.
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Consulte Información en Farandula Premio Globo de Oro y La industria del cine célebre
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