viernes, 4 de abril de 2014

"Fuera de nuestras fronteras se valora mucho el talento español" y "Mi objetivo es recuperar las buenas historias espectaculares"

Noticia, Entrevista al compositor Roque Baños: "Fuera de nuestras fronteras se valora mucho el talento español" - 15/01/2014 5:30:35

" Es curioso, por no decir otra cosa, cómo en nuestro país ocurre demasiadas veces que el talento no se reconoce en su justa medida hasta que el profesional/artista sale fuera y lo demuestra; hasta que es valorado por otros. De Roque Baños se está hablando mucho ahora, que vive y trabaja en Estados Unidos suyas son las partituras de los remakes "Posesión infernal" ("Evil Dead", Fede Álvarez, 2013) y "Oldboy" (Spike Lee, 2013), pero este músico nacido en Jumilla ha dejado excelentes composiciones para realizadores españoles desde finales de los 90. Un trabajo, por cierto, premiado hasta el momento con tres Goya: por "Salomé" (Carlos Saura, 2002), "Las 13 rosas" (Emilio Martínez Lázaro, 2007) y "Los crímenes de Oxford" ("The Oxford Murders", Álex de la Iglesia, 2008).
Tuve la oportunidad de entrevistar a Roque Baños gracias al FICC, el festival de cine de Cartagena, en cuya última edición se le concedió al compositor un galardón por su ejemplar carrera. No pudo acudir a la gala aunque su música estuvo presente y él dio los gracias a través de un vídeo y tampoco hemos podido charlar personalmente pues está ocupado creando la banda sonora de "In the Heart of the Sea", lo nuevo de Ron Howard, pero el compositor saca tiempo para responder a unas cuestiones que espero os resulte interesante leer. Tanto por conocer mejor a la persona como por tener la posibilidad de apreciar mejor su música.
Ante todo, enhorabuena por el galardón que te entregó el FICC. ¿No te parecen importantes estos reconocimientos, tal como está la situación del cine en España?
Sí que me lo parece. De hecho, siempre lo he concebido así, antes y ahora también. Estoy muy contento por el galardón, especialmente, porque es un reconocimiento a mi carrera y, además, viene de la mano de un festival que lleva muchas ediciones apostando por el cine y que además se hace en mi tierra.
Tu traslado era algo esperado por los que llevamos años pensando que merecías algo más que los sinsabores de la industria nacional. ¿Cómo te están tratando al otro lado del charco?
La verdad, me siento muy cómodo allí. Todas las personas de los equipos de las tres películas en las que he trabajado hasta ahora me han hecho sentir muy a gusto, prácticamente como en casa.
¿Cuáles son las diferencias fundamentales que encuentras entre la forma de trabajar estadounidense y la española?
Por el momento no he percibido notables diferencias. Supongo que depende de los directores, claro, pero ninguno ha alterado en gran medida mi forma habitual de trabajar.
¿Cuál suele ser tu relación con los directores? ¿Depende mucho de cada uno?
Por supuesto. Hay gente con la que te compenetras mejor que con otra, pero por regla general estoy muy contento con la relación que he mantenido con todos los que he trabajado. De hecho, incluso, hemos acabado siendo amigos.
Entre otros importantes cineastas españoles has colaborado con Álex de la Iglesia, ¿cómo es trabajar con él?
Siempre he disfrutado mucho trabajando con él, porque ha sabido explotar una parte de mí, que en otras producciones de diferente género, no he podido desarrollar porque no lo ha requerido la producción en sí.
¿Piensas quedarte en Los Ángeles o prefieres regresar a España y no desligarte de los potenciales proyectos que pueda ofrecerte el cine patrio?
Paso, prácticamente, la mitad del tiempo allí y la otra mitad aquí. Mi intención, por el momento, es continuar de esta manera, pero eso no significa que quiera desvincularme de España ni de los proyectos en los que pueda colaborar. Se puede compatibilizar perfectamente.
¿Cuáles han sido las circunstancias que te han llevado a trabajar con Ron Howard?
Fui recomendado a él por parte de Hans Zimmer y, paralelamente, por Guillermo del Toro. Hans se ha portado como un verdadero colega y a ambos les agradezco mucho su apoyo. De hecho, fue Ron quien me lo dijo, pues ni Hans ni Guillermo me comentaron nada al respecto. Tuve una reunión con él, le mandé músicas que había compuesto para otras producciones y quiso que trabajase con él y está siendo una experiencia maravillosa.
¿Sabes si el hecho de elegir a un compositor español fue algo impuesto por la productora?
Sé que en principio buscaban un compositor español, pero no era requisito sine qua non.
¿Qué compositores actuales admiras?
Hay muchos, no te los podría decir todos… desde los americanos como John Willams, hasta europeos como Gabriel Yared o Patrick Doyle. Pero mi ídolo siempre ha sido Bernard Hermann.
¿Crees que la música está lo suficientemente valorada dentro de la industria del cine?
En Estados Unidos sí, desde luego. En España, por desgracia, no tanto quizás. Aunque fuera de nuestras fronteras se reconoce y se valora mucho el talento español en este ámbito.
¿Podrías contarnos cómo es la jornada de trabajo un compositor?
De un compositor, no sé, sólo te puedo contar la mía, y no sé si esa rutina es la misma para todos. A mí me encanta empezar bien temprano por la mañana, que es el momento en el que estoy más despejado. Voy al gimnasio, como, una siesta y retomo el trabajo. A veces hasta la madrugada, si es necesario, pero si no, paro a cenar, veo una película, si no es muy tarde y me acuesto… poco más.
¿Dónde sueles encontrar inspiración?
Depende. La mayor parte de las veces, en el mismo proceso de creación, buscando el tema en mi piano. Pero ha habido ocasiones que un ruido me ha inspirado un ritmo, una melodía… ¡incluso la sirena de la policía, como en "Evil Dead"!
¿Sueles trabajar a partir de un guion, de ideas que aporta el director o necesitas metraje de la película?
Me mandan el guión y de ahí, a veces, me surgen melodías que luego desarrollaré cuando ya tenga el montaje definitivo de la película. Después de reunirme con el director y que acordemos el estilo, el tono y qué escenas tendrán que llevar música y cuales no.
El remake de "Oldboy" fue controvertido desde su anuncio, causa sorpresa cuando se versiona una película que estaba perfecta. Incluida la música. No debió ser un trabajo fácil, ¿puedes contarnos lo que te pidió Spike Lee?
En este caso, las directrices me las marcaron, directamente, los productores. Pero sé que él quedó muy satisfecho con el resultado. Según declaró, públicamente, una de las cosas que más le había gustado de la película fue la música. Para mí fue todo un reto, no sólo porque tuve tan solo 2 semanas para hacer más de 80 minutos de música, si no porque conozco bien la original y como bien dices es un trabajo perfecto de cine y música. Pero evidentemente el trabajo de Spike fue muy distinto, aún basándose en la coreana. Aquí buscaban más una historia de amor dentro de un thriller, por tanto la música fue totalmente nueva para este fin.
¿Sabes ya en que te embarcarás una vez termines la colaboración con Howard?
"El niño" de Daniel Monzón, "Alfred & Anna", un largometraje de animación de producción española, y algún otro proyecto que por cláusulas de confidencialidad aún no puedo desvelar.
Imagen de portada | © Tessy Díez Martín
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La noticia Entrevista al compositor Roque Baños: ""Fuera de nuestras fronteras se valora mucho el talento español"" fue publicada originalmente en Blogdecine por Juan Luis Caviaro.

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Que opina usted? Entrevista al director Pablo Larcuen: "Mi objetivo es recuperar las buenas historias espectaculares" - 18/08/2013 5:04:01

" Nacido en Barcelona en 1987, Pablo Larcuen es uno de los muchos talentos dentro del cine español que intenta abrirse paso para conseguir dar el salto con garantías al largometraje. Su experiencia en el mundo del corto se limita a dos únicos títulos, pero tanto "Mi amigo invisible" (2009) como "Elefante" (2012) han gozado de una gran acogida, llegando a conseguir varios premios que para sí quisieran muchos cineastas mucho más conocidos que Larcuen a día de hoy.
En el futuro más cercano tendremos la ocasión de ver "Hooked Up" (id, 2013), su primer largometraje que cuenta con la curiosa particularidad de haber sido rodado íntegramente con un iPhone, la primera película que puede presumir de ello. Eso sí, ni mucho menos se está durmiendo en los laureles mientras ultima la distribución de "Hooked Up", pues ya tiene entre manos otro cortometraje en el que va a contar con el apoyo del mismísimo Michel Gondry. Se trata de la adaptación de obras poco conocidas de Boris Vian, el mismo autor del que parte "La espuma de los días" ("L"ecume des jours", Michel Gondry, 2013), para la que no ha dudado en recurrir al cada vez más socorrido recurso del crowdfunding. Hemos aprovechado esta coyuntura para charlar con él sobre su obra, tanto pasada como presente y futura.
¿Cómo fue tu primera toma de contacto con el cine, ya entonces te entró el gusanillo por dedicar tu vida a ello o fue más adelante cuando sucedió esto?
A mi padre siempre le ha gustado mucho el cine y recuerdo que teníamos estanterías llenas cintas de vídeo. En la parte baja de la estantería estaban las cintas que yo podía ver (la mayoría colecciones de periódicos como la serie animada de Mortadelo y Filemón, las de las Tortugas Ninja, la serie de Tintin, etc.). En la parte de arriba, había muchas cintas con películas grabadas de la televisión pero eran para mayores y yo no tenía permiso para verlas. Recuerdo que, desde bastante pequeño, cuando me dejaban solo en casa (aunque sólo fuera minutos) me subía a una silla, cogía alguno de los "videos prohibidos" y me lo ponía. Entre esas cintas había películas como "Psicosis" ("Psycho", Alfred Hitchcock, 1960), "Reservoir Dogs" (id, Quentin Tarantino, 1992), "Capitanes Intrepidos" ("Captains Courageous", Victor Fleming, 1937), etc La mayoría no las entendí en su momento (tampoco creo que viera ninguna entera) pero fueron lo primero que hizo que el cine me llamara la atención.
Además, mis padres tenían una cámara de Hi-8 y grababan todas las vacaciones. Al final, las dos cosas se sumaron y terminé intentando copiar algunos de los planos que veía en las cintas de video con la cámara de mis padres. Desde muy pequeño decidí que quería ser director de cine, obviamente, lo que con ocho años pensaba que era ser director era muy distinto a lo que es en realidad. No tengo recuerdo de haberme querido dedicar a ninguna otra cosa.
¿Y en qué momento descubriste que ser director era muy diferente a lo que pensabas, en las primeras tentativas que harías con tus amigos o al dar ya el salto a proyectos algo más profesionales?
Al entrar en la escuela de cine. Hasta entonces todo era bastante improvisado. La mayoría de vídeos eran de mis amigos y yo haciendo skate y los cortos eran muy amateurs y sin ningún tipo de organización (¡a veces no teníamos ni guión!). La verdad es que, al entrar en la escuela de cine y descubrir todos los cargos y procesos de una película, me di cuenta de que no tenía ni idea y de que, a lo mejor, eso de ser director de cine ni era tan divertido ni tan fácil cómo pensaba. Tuve la suerte de ir a una buena escuela que hizo que la transición fuera bastante sencilla en la que, además, enseñan muy bien a diferenciar los cargos y responsabilidades de cada persona del equipo. Creo que eso es vital.
La ESCAC se está convirtiendo en la fuente de muchos jóvenes valores del cine español, ¿nos podrías hablar sobre cómo fue el proceso de aprendizaje allí para poder convertirte en director?
No creo que te puedas convertir en director. Lo eres si te lo crees y, dependiendo de tu talento y suerte, lo serás mejor o peor. Es una cuestión de confiar en uno mismo. Hay muchas veces que, en mitad de un rodaje donde hay mucha gente trabajando, me paro a pensar "¿de verdad toda esta gente está aquí por esa idea loca que se me ocurrió en la ducha?". Y te das cuenta de lo frágil que es la posición del director. Tu trabajo es el de hacer creer al resto del equipo que cada decisión que tomas es la mejor para el resultado final. Has de creer en tu instinto y tener la suficiente confianza en ti mismo como para poder convencer e ilusionar a un grupo de gente bastante grande. En cuanto a lo mejor de la ESCAC. Yo pienso que, si uno es lo suficientemente listo y tiene mucha voluntad, podría aprender a hacer cine en su casa. Al fin y al cabo, todas las teorías y leyes del cine están explicadas en miles de libros.
Para mí, la gran diferencia que la escuela de cine tuvo en mi vida fue la de encontrar a mi equipo. En una escuela tan grande hay muchos alumnos y cada uno tiene un grado de motivación y talento diferente. Al principio, eso puede llevarte problemas porque, seguramente, tardes un tiempo en conocer a todos y es muy frustrante trabajar con gente con la que no conectas. Al final, acabas encontrando a los que son como tú. Yo tuve la suerte de no encontrar un grupo de trabajo sino a un grupo de amigos. Trabajar con amigos marca la diferencia.
¿Qué nos puedes contar de "Mi amigo invisible", tu primer trabajo que consiguió difusión y éxito más allá de nuestro país?
Descubrí la que sería mi escuela de cine cuando estaba en secundaria. Iba cada lunes al cine de mi pueblo porque había sesión doble. Acabé haciéndome amigo de los que trabajaban ahí y, entre ellos, había una chica que estudiaba guión en esa escuela. Recuerdo que siempre me hablaba de los ejercicios que hacían y me enseñaba fotografías de sets que construían. A mí eso me parecía Hollywood. Además, por aquel entonces, se organizó un festival de cortos en mi pueblo y vi proyectado en el cine el anuncio de la escuela, que era increíble.
Más adelante, cuando estaba en bachillerato vi en la televisión el mejor corto que he visto hasta la fecha, "La Ruta Natural" (Álex Pastor, 2004), porque lo habían seleccionado en Sundance. Al enterarme de que era de esa misma escuela, me puse cómo objetivo conseguir entrar en ella, que me dieran un proyecto final de carrera y que lo seleccionaran en Sundance. Cuatro años más tarde, estaba en tercer curso. Tercero es el curso en el que has de demostrar todo lo que vales para que te den proyecto final al año siguiente. Además, ese año, se puso en marcha el Festival Inexperto: un festival de cortos en el que competían todos los ejercicios de tercero. Que uno de tus ejercicios no estuviera entre los cortos seleccionados te quitaba bastantes esperanzas en cuanto a que te dieran proyecto final.
Semanas antes del festival, nuestro tutor nos dijo que éramos uno de los pocos grupos que no teníamos ningún corto seleccionado. Nos quedaba una práctica por rodar, teníamos que ponernos las pilas. Fue entonces cuando hicimos "Mi Amigo Invisible". En un fin de semana, con 300
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