viernes, 4 de abril de 2014

Meryl Streep será la activista Emmeline Pankhurst y Ciencia-ficción: El último hombre vivo, de Boris Sagal

Interesante, Meryl Streep será la activista Emmeline Pankhurst - 20/02/2014 10:11:53

"La imparable Meryl Streep tiene nuevo proyecto. La actriz estadounidense, que parece que se esté especializando en encarnar a personajes históricos recientemente fue Julia Child y Margaret Thatcher, se pondrá en la piel de la activista política Emmeline Pankhurst, una de las fundadoras del movimiento sufragista femenino, en un drama titulado "Suffragette". Se tratará de un pequeño papel en el que aparecerá dando un discurso en una manifestación.
El rodaje comenzará pronto, el 24 de febrero en Reino Unido, y la protagonista será Carey Mulligan ("Drive", Nicolas Winding Refn, 2011), a la que acompañarán también Helena Bonham Carter (vista hace poco en "Los miserables", Tom Hooper, 2012) y Brendan Gleeson ("El Irlandés", John Michael McDonagh, 2011).
Sarah Gavron dirige a partir del guión de Abi Morgan ("Shame", Steve McQueen, 2011). La trama cuenta la historia de una joven feminista en los primeros días del movimiento sufragista en Reino Unido, quien decide que el pacifismo no llevará a la mujer a conseguir sus objetivos y opta por utilizar la violencia para abrirse paso en un sistema machista.
Streep obtuvo su 18ª nominación a los Oscars este año por "Agosto" ("August: Osage County", John Wells, 2013) y tiene pendiente de estreno otros trabajos para este año, entre los que se encuentran "The Homesman" (Tommy Lee Jones, 2014), "Into the Woods" (Rob Marshall, 2014) y "The Giver" (Phillip Noyce, 2014). A sus 64 años, sigue en plena forma.
Vía | Variety
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La noticia Meryl Streep será la activista Emmeline Pankhurst fue publicada originalmente en Blogdecine por Juan Luis Caviaro.

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Es Noticia, Ciencia-ficción: El último hombre vivo, de Boris Sagal - 15/02/2014 1:59:07

" Considerando que es una de mis novelas favoritas de todos los tiempos una que habré leído más de tres o cuatro veces desde que la descubriera allá por finales de los ochenta, y que admito que la versión que Francis Lawrence puso en pie hace cinco años se tomaba más libertades de la cuenta y cambiaba de forma radical lo que del texto de Richard Matheson dimana, no me duele en prenda reconocer que disfruté bastante con la encarnación de Robert Neville que hacía Will Smith y que, en términos generales, no encontré motivos en la enérgica puesta en escena de director de "Constantine" (id, 2005) que pudiera provocar el rasgado de vestiduras al que sí se vieron abocados muchos cinéfilos en general e innumerables fans acérrimos del libro en particular.
Y si uno no puso el grito en el cielo por todo lo que el guión de Mark Protosevich y Akiva Goldsman alteraba de la narración original era gracias a la memoria cinematográfica, esa que suele ser ignorada por un amplio sesgo del público, que nos lleva muchas veces a afirmar que "cualquier tiempo pasado fue mejor", que casi siempre nos sirve a los amantes del séptimo arte para poner las cosas en perspectiva y que, en el caso que nos ocupa, nos permite afirmar con cierta sorna ante las arremetidas contra el citado filme de 2007 que "vale, será todo lo mala que tú quieras, pero no se acerca ni en broma a la versión de Charlton Heston". Y es que si uno tiene que sopesar en la balanza lo que Lawrence y Boris Sagal ponen en juego, está claro que esta versión setentera y hortera a rabiar del relato de Matheson tiene todas las de perder.

Las múltiples razones que uno quiera aducir a la hora de negarse a revisionar un filme terminan por tender a agruparse en dos posibilidades: o uno guarda un especial cariño acerca de lo que éste o aquél título supuso tiempo ha y no quiere volver a verlo por temor a que el tiempo no la haya tratado del todo bien; o, todo lo contrario, son tan horribles los recuerdos que dejaron in hilo tempore los interminables minutos de la cinta en cuestión, que la sola perspectiva de tener que soportarlos de nuevo es más aterradora que sentarse a ver la tele los domingos por la tarde. En el caso de "El último hombre vivo" ("The Omega Man", Boris Sagal, 1971), tenemos que atender a la segunda opción, ya que hacía casi treinta años que no me acercaba a este filme, y con razón.
Decir que la adaptación que hacen John William Horrington y Joyce Hooper Horrington sobre la base del texto de Matheson es libérrima es, probablemente, quedarse muy cortos: partiendo de la misma premisa ya hubiera sido el colmo que no lo hiciera que la novela; situando la acción en la misma ciudad, un Los Ángeles desierto, y conservando el nombre del protagonista, Robert Neville, el libreto escrito por los Horrington decide saltarse a la torera el hecho de que el escritor estadounidense describiera en su obra a los infectados por la plaga como seres de costumbres y apetitos vampíricos y los nombrara directamente como tales, tornándose aquí a los chupasangres contra los que debe luchar ese último humano que lo sigue siendo al 100% en unos albinos encapuchados que han formado una suerte de secta pseudo-religiosa de tintes medievales que ven a Neville como el demonio tecnificado con el que hay que acabar (sic).

A lo mucho que ese cambio y las constantes paparruchadas que salen por boca de Anthony Zerbe el líder de la secta ayuda a alejar al filme de un relato original que funciona como un reloj suizo, viene a añadirse la decisión de los guionistas de sumar algún que otro humano más no infectado cuya inclusión parece querer explicarse como un intento de humanización del personaje encarnado con muy poca convicción por Charlton Heston. Lejos de conseguir su objetivo, ni los niños, ni el forzado interés romántico que encarna Lisa (Rosalind Cash), logran servir de poco más que de risibles elementos que lastran el devenir de una cinta ya de por sí tocada en su línea de flotación tanto por acción directa de los responsables del libreto como por todo aquello que atañe a las erróneas decisiones artísticas sobre las que se fundamenta la producción.
Entre ellas, qué duda cabe, su estética visual, setentera a más no poder y deudora directa de unos modos en el vestir que aquí se nos muestran de forma dolorosa una y otra vez. Unida a ella, la dirección de un Sagal que evita a toda costa sacar algo de partido a las constantes necedades de la trama y que prefiere centrar su atención en trivialidades tales como mostrar los pechos desnudos de la protagonista femenina en una escena que no viene a colación de nada. Rematando la faena, una banda sonora que hace suyo el término inadecuado para llevarlo a las fronteras del paroxismo no hay ni un sólo motivo de la misma que case lo más mínimo con la acción que se nos muestra y un diseño de producción cogido con pinzas que habla, y mucho, tanto de las limitaciones presupuestarias con las que probablemente se rodó esta modesta producción como de la falta de imaginación a la hora de aprovechar los recursos a su alcance.
En resumen, "El último hombre vivo" es uno de esos filmes tan sumamente atados a la época en que se produjo, y tan sujeto a las olvidadas modas del momento, que vista hoy, más de cuarenta años después, cuenta con muy pocos atractivos con los que poder aludir a un cinéfilo más o menos exigente, perteneciendo la producción de la Warner a ese muy nutrido grupo de películas que acusan sobremanera el paso del tiempo.
Otra crítica en Blogdecine
"El Último Hombre… Vivo", Charlton Heston es leyenda
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La noticia Ciencia-ficción: El último hombre vivo, de Boris Sagal fue publicada originalmente en Blogdecine por Sergio Benítez.

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Que opina usted? Eva Longoria se pasa al terror con "Visions" - 12/02/2014 11:57:44

" La actriz estadounidense de origen mexicano Eva Longoria probará suerte en el terror con "Visions", un proyecto de la factoría Blumhouse, especializada en ese género, que dirigirá Kevin Greutert, conocido por su labor en dos secuelas de la saga "Saw", informó hoy el blog Deadline.
Longoria se suma así a un reparto donde aparecerán Isla Fisher, Anson Mount, Gillian Jacobs y, presumiblemente, Jim Parsons (de la serie "The Big Bang Theory"), quien negocia actualmente su intervención en el filme.
Fisher dará vida a una mujer embarazada que se muda junto a su marido a una casa en el campo, donde sufrirá visiones de una siniestra figura encapuchada. Longoria encarnará a la amiga de la protagonista, una mujer divertida y aficionada a la moda que no aprueba las decisiones de su compañera.
El guión del filme corre a cargo de Lucas Sussman. El proyecto contará con distribución de Universal y es una de las colaboraciones del estudio con la factoría Blumhouse, dedicadas a películas de terror de bajo coste.
Longoria tiene varios proyectos cinematográficos entre manos, como la película "Frontera", donde estará acompañada por Michael Peña y Ed Harris, así como "Refugio", en la que compartirá escenas con el mexicano Demián Bichir. También tiene en cartera el drama "Any Day", con Sean Bean y Kate Walsh.
"Refugio" es el debut tras las cámaras de Bichir, candidato al Óscar por "A Better Life" como mejor actor.
El proyecto cuenta la historia de un joven que deja atrás a su familia, relacionada con el mundo circense, para buscar al gran amor de su vida. EFE
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Noticia, Carrie, sangre y destrucción - 07/12/2013 7:03:44

" Hay muchas formas de crear ciertas polémicas alrededor de una película, ya sea para captar el interés del público el uso de escenas pornográficas en "Nymphomaniac" (Lars von Trier, 2013) o porque alguien debe haber interesado en crear mala prensa alrededor de la misma la multitud de negativos rumores previos al estreno en los casos de "Guerra Mundial Z" ("World War Z", Marc Forster, 2013) o "El llanero solitario" ("The Lone Ranger", Gore Verbinski, 2013). Sin embargo, hay películas cuya mera existencia ya es motivo de controversia, algo muy común cuando hablamos de una nueva versión de una cinta de cierto prestigio.
¿Cuántas veces hemos oído de un remake que es peor que la película original sin entrar en profundidad en los motivos? Está claro que cuando se trata de la nueva adaptación de una novela hay más manga ancha en este punto y, según el caso, se alude a la particular visión de la obra que pueda imprimir su director a la misma. Eso sí, esto no sucede en todos los casos y daba la sensación de que la gran mayoría del público se oponía a la existencia de "Carrie" (Kimberly Peirce, 2013), cinta que ya contó con una notable versión cinematográfica en 1976 de la mano de Brian De Palma. Una vez vista, puedo deciros que no es una película recomendable, pero tampoco una que merezca ser completamente despreciada.
"Carrie", el remake
Dejando de lado el peculiar punto de vista adoptado por el original literario de Stephen King, siempre me pareció que la adaptación de Brian De Palma era bastante fiel, contando también con el peculiar estilo del director de "Atrapado por su pasado" ("Carlito"s Way", 1993) aún hoy su mejor película y me da que jamás logrará superarla y un trabajo magistral por parte de Sissy Spacek y Piper Laurie sentaban las bases para una buena película, pero para nada una obra intocable o que sea imposible de superar. Eso sí, haría falta una alineación de talento bastante singular para que eso pudiera pasar y, por desgracia, no ha sucedido en el caso que nos ocupa.
Nunca he sentido un gran interés hacia el cine de Kimberly Peirce, por lo que no me cuesta confesar que no sentía un gran interés en el tono que podría darle a "Carrie". Sea resultado de ello o no, lo cierto es que su visión personal de la novela de Stephen King no aporta grandes novedades que justifiquen esta relectura de una obra basada en un tema tan delicado como el bullying, algo perfectamente vigente a día de hoy y que se prestaba a que, por ejemplo, la evidente evolución tecnológica jugase un papel fundamental. Es un detalle relativamente menor, pero lo cierto es que Internet y las nuevas tecnologías juegan un papel completamente residual y el hecho de trasladar la acción a la actualidad es algo que aporta bastante poco.
También es evidente que vivimos en una sociedad donde existe una liberación sexual mucho mayor que en 1976 y el hecho de que estemos ante una cinta calificada R en Estados Unidos invitaba a pensar en una posible indagación en la relación entre los poderes de la protagonista y su despertar sexual. Es ahí donde surge la principal disyuntiva en lo referente a la contratación de Chlo
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