Noticia, La LEGO película, simplemente maravillosa - 08/02/2014 3:31:12
" Por más que a mis 38 años, y después de casi treinta desde que lo descubrí, siga siendo coleccionista esporádico de LEGO y estas últimas Navidades mi estanterías se hayan visto por fin engalanadas con un Halcón Milenario que llevaba años solicitando de "los Reyes Magos". Por más que, mientras tuve la Play 3, los juegos de LEGO de los universos de "Star Wars", "Indiana Jones" y "Harry Potter" fueran mis favoritos por encima de las propuestas más espectaculares que uno podía encontrarse por ahí. Y por más que, con sólo dos años y medio, mi hija ya haya mostrado cierta inclinación hacia el montaje y desmontaje de alguna que otra caja de LEGO Duplo, lo cierto es que esperaba muy poco de esta "La LEGO película" ("The LEGO Movie", Phil Lord y Chris Miller, 2014).A fin de cuentas, innumerables son las ocasiones en que Hollywood la ha pifiado vilmente a la hora de trasladar juegos a la gran pantalla, ya sean éstos de mesa todavía me duele al recordar "Battleship" (id, Peter Berg, 2012), ya los incontables videojuegos que suman minutos y minutos de pérdida constante de tiempo cinematográfico, y pocas son las honrosas excepciones que de uno y otro frente cabe la pena rescatar de la más que justa quema. Y no es que "La LEGO película" no contara con atractivos suficientes como bien demostraban cualquiera de sus avances, pero la poca fe en lo que al otro lado del charco pudieran hacer con un universo de piezas con tantísimas posibilidades se acrecentaba conforme se acercaba el estreno. Huelga decir que no es que estuviera equivocado, es que la cinta ha cogido mis temores, les ha dado una vuelta completa y me los ha devuelto de la manera más maravillosa posible, en la forma de una producción asombrosa de principio a fin que se ha colocado con asombrosa facilidad entre mis producciones animadas favoritas de todos los tiempos.
Llegar a afirmar tal cosa no es fruto de una locura transitoria ni mucho menos de haberme dejado llevar por la emoción. No. Considerar que estamos ante uno de los mejores filmes animados de todos los tiempos es el directo resultado de 100 minutos para los que cabría usar cualquiera de los muchos epítetos de elogio que atesora el castellano y que no voy a desglosar por aquello de guardar las formas y no parecer un fan descerebrado incapaz de observar objetivamente todo lo objetivamente que se puede observar el arte la producción y ofrecer un análisis mesurado de los aciertos y las fallas de la misma.
Pero claro, dichas loables intenciones, que casi siempre encuentran rápida respuesta en cualquier título al uso, comienzan a desmoronarse al acercarnos a un filme IRREPROCHABLE del que, sinceramente, no se me ocurre nada negativo que poder llegar a afirmar: desde cualquier ángulo técnico bajo el que se le quiera mirar, ya sea éste lo que corresponde a una espectacular animación la stop-motion simulada es alucinante, a una dirección y montajes soberbios y hasta en aquello que compete a la banda sonora del normalmente irregular Mark Mothersbaurgh, "La LEGO película" se eleva muy por encima de la media, ofreciendo un recital constante de imaginación visual que no decae en un sólo minuto de proyección, algo sorprendente si se considerara a la cinta de forma aislada, pero aún más asombroso si la comparamos con la media de lo que se estrena cada fin de semana. ¡Si hasta el doblaje es espléndido y evita españolismos!
Ahora bien, es en lo que al guión compete donde "La LEGO película" encuentra su baza más genial y brillante, aquella que le permite dejar mudo a toda una sala plagada de peques y no estoy exagerando, fue comenzar la cinta y los niños que pululaban por el cine enmudecer hasta que las luces se encendieron y que juega tan bien en dos terrenos tan diferentes y de tan complejo maridaje, que los resultados justifican de forma plena el describir la cinta en los términos en los que lo estamos haciendo: pocos filmes hay, y lo que hay son considerados obras maestras de la animación, que accedan con la suma facilidad que éste lo hace a aludir a pequeños y mayores por igual. Para los primeros, el filme es un espéctaculo de esos que no van a olvidar en su vida, una montaña rusa de emociones plagada de personajes carismáticos, desarrollada en un mundo al que pueden tener acceso con cualquier caja de LEGO, sea ésta lo pequeña que sea, plena en ese sentido del humor tan especial y absurdo que los niños tan bien entienden y con una lección clara que no olvidar: nunca hay que dejar de jugar.
Esa misma lección, aplicada a los segundos, ve la potencia de su mensaje aumentada sobremanera máxime si se es padre y el sentimiento que embarga al espectador adulto en los últimos minutos de metraje habla por si solo del amplio calado emocional al que atiende un filme plagado de referencias, chistes y cierta crítica social que sólo los mayores serán capaces de apreciar en su más compleja dimensión, hablándoles la historia del poder de la individualidad, la esperanza, la amistad y, sobre todo, la IMAGINACIÓN. Una imaginación que desborda por los cuatro costados en una experiencia cinematográfica inolvidable, que deja con ganas de quedarse sentado en la sala y esperar a que comience la siguiente función para poder internarse de nuevo en un mundo al que, no cabe duda, volveremos cuando menos los esperemos. Solo resta desear con fuerza que esa confirmada secuela consiga tocar siquiera de refilón la maestría demostrada aquí y que, cuando toque volver a correr aventuras con Emmet, Super Cool y Batman inconmensurable el personaje en versión LEGO, éstas se desarrollen, como poco, en términos sobresalientes.
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Que opina usted? Ciencia-ficción: THX 1138, de George Lucas - 01/02/2014 2:27:32
" Siempre me ha parecido tremendamente paradójico y hasta cierto punto sintomático de lo que el vil metal puede corromper hasta las más nobles intenciones el hecho de que el mismo cineasta que en sus primeros momentos afirmara querer alejarse de los postulados del Hollywood más tradicional para hacer un tipo de cine que huyera de convencionalismos fuera el responsable, menos de una década más tarde, de una de las franquicias más rentables del séptimo arte, llamada a dar a luz a la millonaria mercadotecnia que, con origen en su trilogía galáctica, invadió los hogares de millones de familias a principios de los ochenta y originó uno de los movimientos "fan" más nutridos por no decir el más de la historia del cine.Que George Lucas sea aquel que estrenara en 1971 un filme del talante de "THX 1138", plenamente insertado en lo que se esperaba de la ciencia-ficción a principios de los setenta y, sólo seis años más tarde, fuera el responsable de cambiar los parámetros básicos del género para virar hacia la space-opera en la que se ancla con fuerza y determinación la saga de "La guerra de las galaxias" ("Star Wars", 1977) es uno de esos fenómenos cuya explicación es mejor dejar a la imaginación, por cuanto es muy probable que la realidad no sea tan preludio de la leyenda como podríamos llegar a inclinarnos a pensar.
Sea como fuere, a finales de los sesenta, Lucas era un joven a punto de entrar en la treintena que había ganado el Primer Premio en el Festival Nacional de Cine Estudiantil con "Electronic Labyrinth: THX 1138 4EB", un interesantísimo cortometraje de quince minutos que, alabado por la crítica, ponía en las manos del joven talento una beca con los estudios Warner, el poder conocer a Francis Ford Coppola y, tres años después, la posibilidad de rodar bajo producción de American Zoetrope, la compañía del barbudo cineasta responsable de la saga de "El padrino" ("The Godfather", 1972), el salto a la gran pantalla de la mano de una cinta que aumentaría y completaría lo que el aquél premiado corto sólo había empezado a rascar. Nacía así "THX 1138".
Rodada en tan sólo cuatro meses con un presupuesto que sobrepasó por poco los tres cuartos de millón de dólares, podría considerarse a "THX 1138" como la quintaesencia de la ciencia-ficción de comienzos de la década de los setenta, un género que, como decíamos ayer en la entrada correspondiente a "Alien, el 8º pasajero" ("Alien", Ridley Scott, 1979), y hace un par de semanas en el arranque que, de esta década, suponía "La amenaza de Andrómeda" ("The Andromeda Strain", Robert Wise, 1971), abrazaba de forma consciente los parámetros dictados por la dupla constituida por "El planeta de los simios" ("Planet of the Apes", Franklin J.Schaffner, 1968) y "2001: una odisea en el espacio" ("2001: A Space Odissey", Stanley Kubrick, 1968).
Las intenciones de dicha pareja de filmes para con el sci-fi iban encaminadas, de una parte, a anclar su discurso a la realidad socio-política del momento histórico al que pertenecían al tiempo que pretendían servir de acicate de conciencias y, de la otra, a dignificar un género históricamente maltratado que necesitaba, y cómo, presentarse ante la crítica como una opción tan digna como otra cualquiera para contar historias de cierto calado. Sustrato básico sobre el que busca fundarse "THX 1138", estos parámetros son lo que en parte justifican lo extraño de un filme del que quizás no se pueda decir que ha acusado el paso del tiempo como otros filmes coetáneos, aunque ello no sea óbice para evitar que, no obstante, estemos ante una cinta que sólo se entiende vista bajo la óptica de la singular década en la que fue rodada.
Con guión escrito por el propio Lucas en colaboración con Walter Murch, hay en "THX 1138" dos películas bien diferenciadas cuya apreciación independiente resulta algo compleja. Por un lado tenemos al "THX 1138" meramente visual, ese con el que el cineasta se entrena en el ensayo a base de prueba y error de recursos y modos narrativos que, debido a la peculiar idiosincrasia de la cinta, terminan funcionando casi a la perfección, dotando el director al conjunto de una personalidad única determinada por los diferentes lugares donde se rueda, por ese cegador blanco que es el limbo en el que transcurre el acto central de la acción, por lo impactante de ver a todos sus personajes, ya sean masculinos o femeninos, rapados al cero o por, cómo no, la impresionante secuencia de la persecución por los túneles entre un coche conducido por el protagonista un muy convincente Robert Duvall y un par de motos pilotadas por los robots que controlan el orden en el aparentemente utópico mundo en el que nos encontramos.
El problema de la cinta, el grave problema me atrevería a afirmar, es que a la hora de valorar la cháchara que Lucas pretende hacer pasar por diálogos, todas las fortalezas antes apuntadas comienzan a precipitarse cual castillo de naipes: no es que todo lo que intercambian los personajes o los incontables mensajes que se escuchan en off durante el metraje sean prescindibles, pero si hay mucho de lo que el cineasta vierte en el libreto y pone en boca de los protagonistas que podría haberse eliminado y no hubiera afectado a las intenciones de Lucas de convertir su ópera prima en un análisis más o menos eficaz acerca del papel del individuo en la sociedad moderna y su despersonalización al formar parte de la máquinaria que mueve al mundo.
Que para un mensaje que Chaplin lograba poner en pie con genio asombroso en su magistral "Tiempos modernos" ("Modern Times", Charles Chaplin, 1936) Lucas necesite tanta jerga tecnificada y tanta frase que no lleva a ningún lado es quizás el síntoma más grave que acusa una producción que se mueve entre la delgada línea que separa el cine de autor ¿con mayúsculas o sin ellas? del cinema qualité, ese que tan a matar se ha llevado siempre con el mainstream hollywoodiense del que huía el director en estos sus comienzos. Harina de otro costal es que el realizador consiga hacer creíble las aparentemente elevadas digresiones entre Duvall y Donald Pleasance, o el primero y Maggie McOmie, y el espectador pueda llegar a aceptarlas con la misma naturalidad que el cruce de miradas y frases entre, por ejemplos, Jean Paul Belmondo y Jean Seberg en "Al final de la escapada" ("A Bout de Souffle", Jean-Luc Godard, 1960).
Con todo, hay que valorar en su justa medida el esfuerzo del cineasta por plantear debate y llevar éste en muchos casos hasta extremos que terminarán diluyéndose con el paso de las décadas, siendo sorprendente encontrar en la cinta una arremetida nada desdeñable contra el poder eclesiástico o unos desnudos nada forzados impensables en todo el cine posterior apadrinado ya como director, ya como productor por Lucas. Filme fundamental para la buena comprensión del género en esta década tan prolija, "THX 1138" es un título difícil, sí, pero su visionado es obligatorio para cualquier amante de la ciencia-ficción que se precie.
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Que opina usted? Novedades sobre los estrenos de Piratas del Caribe 5, Parque Jurásico 4, Cazadores de sombras 2 y Ant-Man - 12/09/2013 6:54:09
" Si estáis pendientes diariamente de la actualidad cinematográfica quiza hayáis notado que cada vez se habla más de proyectos y fechas de estrenos, y de hecho, aunque aún no hemos dado la bienvenida al 2014, cuesta evitar comentarios relacionados con el explosivo verano de 2015, un espacio reservado para que arrasen "Star Wars VII" y "Superman vs. Batman", entre otros megablockbusters. Recientemente ha aparecido en Internet información oficial sobre los estrenos de varios títulos que sé que despiertan curiosidad unos más que otros, por lo que he decidido recopilar esas novedades en esta entrada. Espero que sea de vuestro interés.Empezamos con el que creo que es el film más esperado, a pesar de la desastrosa última entrega. Walt Disney Pictures anunció que "Piratas del Caribe 5", o lo que es lo mismo, "Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales" que dirigirán Joachim R
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