Es Noticia, Críticas a la carta | Arlington Road. Temerás a tu vecino, de Mark Pellington - 23/04/2013 9:50:53
" La sociedad americana está obsesionada con el terrorismo desde lo sucedido el 11 de septiembre del año 2001. Antes ya habían sufrido varios atentados, pero eran vistos como incidentes aislados que no provocaron tal paranoia como el tristemente célebre ataque orquestado por Al Qaeda. Sin embargo, apenas había que remontarse a 1995 para encontrar el que era considerado como el peor ataque terrorista llevado a cabo en suelo estadounidense hasta la tragedia de las Torres Gemelas. El ciudadano americano Timothy McVeigh fue el principal responsable de la muerte de 168 personas cuando hizo explotar una bomba frente a un edificio gubernamental en Oklahoma City. Fue capturado y finalmente ejecutado justo tres meses antes de ser "superado" por Osama Bin Laden y sus secuaces.La mención al caso de Timothy McVeigh no podría ser más relevante en el caso de "Arlington Road. Temerás a tu vecino" ("Arlington Road", Mark Pellington, 1999), ya que en la película se alude a un acto de terrorismo ficticio que difícilmente podría recordar más a lo sucedido en Oklahoma City. El lugar cambia, también el número de víctimas y el autor material del crimen se llama aquí Dean Scobee, pero el símil sirve para plantearnos una idea muy interesante: ¿Cómo podemos estar tan seguro de que realmente él fue el único responsable de lo sucedido, si es que no fue simplemente que alguien le tendió una trampa y consiguió llevar a cabo el crimen perfecto? Escalofriante, pero en temas tan espinosos como éste hay que tener a alguien a quien echarle la culpa para que la ciudadanía pueda dormir tranquila, importando muy poco el ejercer auténtica justicia.
Dudando de tu vecino
En el cine americano moderno se tiende a considerar al vecino como alguien amigable a quien poder pedir un poco de sal o unos huevos cuando lo necesitas y devolverle el favor siempre que sea necesario. La gran alternativa es que esa relación vecinal sirva como base para la creación de una trama romántica, de ahí el concepto de la chica de al lado para definir a muchas bellezas no especialmente exuberantes que hayan pasado por la gran pantalla. La idea del vecino como una molestia "Nos mudamos" ("Moving", Alan Metter, 1988) o amenaza "Dobles parejas" ("Consenting Adults", Alan J. Pakula, 1992) no está especialmente extendida, prefiriendo dar ese rol a un miembro de la familia, un amigo o, lo más parecido al caso, un compañero de piso. "Arlington Road. Temerás a tu vecino" vino también a corregir esa laguna.
Una de las claves de "Arlington Road. Temerás a tu vecino" está en el guión de Ehren Kruger que ganó un premio tres años antes de ser llevado a la gran pantalla, prácticamente un debutante por aquel entonces. La película estuvo lejos de ser un gran éxito, pero sí que sirvió para lanzar su carrera, demostrando a posteriori que todos los logros conseguidos aquí fueron poco más que flor de un día. Kruger estructura el libreto en dos mitades muy diferencias, brillando con luz propia en la primera mitad y mostrando una gran cantidad de debilidades en la segunda, las cuales pueden pasar desapercibidas por el potente desenlace de la película.
No pasan muchos minutos en la aparentemente idílica relación entre Jeff Bridges y sus vecinos hasta que el primero empieza a mostrar sus dudas sobre las intenciones del personaje interpretado por Tim Robbins. Son pequeños detalles que la mayoría pasaríamos por alto, pero el trabajo del primero y una trágica pérdida años atrás han activado el radar de peligros del primero. Kruger dosifica con acierto las aparentes pruebas señalando que el vecino es un terrorista, intercalando apuntes señalando hacia una posible obsesión del protagonista la clase que da sobre el caso que recordaba a lo que hizo McVeigh. Esta posible paranoia funciona a las mil maravillas para la creación de un suspense bastante efectivo.
El trabajo de dirección Mark Pellington no va más allá de lo meramente correcto, limitándose a poner la cámara en el lugar correcto, confia en que el resto de elementos técnicos creen un clima de tensión y cayendo en pequeños errores en la forma de subrayados musicales innecesarios especialmente grave es uno que no podría ser más acusatorio hacia la pareja de vecinos formada por Robbins y una eficiente Joan Cusack en un papel muy alejado de sus coordenadas habituales y una ocasional utilización de la cámara lenta con fines dramáticos que no termina de funcionar demasiado bien. Sin embargo, será en la segunda mitad de metraje cuando su presencia es más evidente, optando por ciertas grandilocuencias un par de desacertados trucajes a través del uso de la iluminación y reincidiendo en el uso de la cámara lenta.
Más es menos
Spoilers de aquí hasta el final Tengo muy claro que la mejor secuencia de la película es aquella en la que un estupendo Tim Robbins se pone frente a frente con un solvente Jeff Bridges para acusarle de ser un mal vecino, confesar la aparente verdad sobre su pasado y decirle que tenía que haber consultado sus dudas directamente con él. Es imposible no creerse a Robbins, ya que abandona la amabilidad y da rienda suelta a las emociones, llenando de paso todos los huecos en la investigación de su vecino. Es una reprimenda también para el espectador, ya que también nosotros teníamos nuestras dudas sobre sus motivaciones.
El problema es que entonces Kruger sacrifica la ambigüedad con la que había conseguido un gran colofón en esa escena para añadir tensión de forma gratuita al relato. Primero con el asesinato del personaje de Hope Davis una pena que en Hollywood no hayan sabido aprovechar mejor su talento, en el cual únicamente funciona dramática el hecho de estar llevado a cabo fuera de pantalla, ya que tanto el punto de partida ella descubriendo a su vecino haciendo algo raro como la forma en que es interceptada ,Joan Cusack aparece salida de la nada carecen de toda credibilidad.
Sólo el buen hacer de Robbins ahora más excesivo, pero sin caer en la sobreactuación y Bridges capaz de transmitir más que la gran mayoría de actores solamente alterando levemente su expresión facial consigue que la segunda mitad de la película no se hunda de lleno en los abismos de la mediocridad, ya que los giros baratos de guión por parte de Kruger están a la orden del día la forma en la que encaja los actos de su vecino con el caso de Dean Scobee y también las situaciones de verosimilitud discutible. El clima de paranoia y obsesión que tan bien había funcionado durante la primera mitad se convierte así en un thriller poco inspirado en la lucha contrarreloj del protagonista por salvar a su hijo. El sorprendente desenlace lo redime en parte, pero es insuficiente para salvar lo que podría haber sido una muy buena película.
Resulta complicado dar una valoración unitaria global de "Arlington Road. Temerás a tu vecino" si tenemos en cuenta lo terriblemente desiguales que son las dos mitades en la que está dividida por el guión de Ehren Krueger. Al final nos queda una película muy estimulante durante su primera hora que decae sobremanera en la segunda, la cual parece pensada única y exclusivamente para impactar al espectador en su resolución. Una oportunidad perdida realzada por el buen hacer de Jeff Bridges y Tim Robbins.
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Información: Críticas a la carta | Payback de Brian Helgeland - 13/03/2013 5:49:09
" Dado que la última película pedida en Críticas a la carta fue la excelente "A quemarropa" ("Point Blank", John Boorman, 1967) a mi parecer un film fascinante, de esos que demuestran que la puesta en escena lo es todo, era casi previsible el hecho de que la elegida iba a ser su remake, "Payback" (id, Brian Helgeland, 1999), que si no me equivoco tiene un montón de adeptos entre la maravillosa comunidad de Blogdecine. La película tuvo muchos problemas en su postproducción, puesto que Brian Helgeland, que debutaba en la dirección con este largometraje, quería acercarse a la novela original con un producto en cierto modo atípico. Gracias a Richard Donner, Mel Gibson aceptó el papel puesto que quería apartarse un poco de los típicos héroes a los que daba vida, y le apetecía volverse un poco más canalla sin duda, Gibson es un actor que debería haber explotado más esa faceta; en cualquier caso el intérprete quedó encantado con el guión y aceptó que Helgeland la dirigiese.Pero los benditos productores piensan de otra forma, ya no son como antaño, que además de poner dinero para una película sabían de cine. Sin embargo esta vez don dinero manda, y en la prodcutora querían un film de acción al estilo de "Arma letal " ("Lethal Weapon", Richard Donner, 1987), así que pidieron eufemismo de ordenaron a Helgeland que filmase nuevas escenas y la hiciese más accesible para el público. El director les espetó que el no sabía hacer otra película, y justo dos días después de ganar el Oscar por el guión de la impresionante "L.A. Confidential" (id, Curtis Hanson, 1997) fue despedido siendo sustituido por otro realizador cuyo nombre es mejor no recordar. Con todo el nombre de Helgeland se mantuvo en los créditos y el montaje fue el que todos conocíamos hasta que en el 2006 se editó el director"s cut, que con diez minutos menos y algunos cambios es un film completamente diferente. Ver para creer.
(From here to the end, Spoilers) "Payback" adapta una novela de Donald E. Westlake actualmente en cartelera "Parker" (Taylord Hackford, 2013), que adapta otro de sus libros que ya había sido lleva al cine como hemos dicho por John Boorman. La premisa del mismo no varía en demasía del film original del 99: Gibson da vida a Porter, un ladrón que ha sido engañado por un compañero y su propia mujer, que le dan por muerto. Una vez recuperado, Porter hará todo lo que esté en su mano por recuperar 75.000 dólares que considera suyos. Es en el camino donde los cambios son sustanciales, puesto que hablamos de un film con un final completamente distinto, personajes que en la otra versión fallecían y aquí no, o directamente el villano de la función es otro. El personaje al que daba vida Kris Kristofferson desaparece siendo sustituido por Sally Kellerman como una voz al otro lado del teléfono; y hablando de voces, la voz en off también desaparece.
Me he quedado tan sorprendido por el hecho de que son dos films tan distintos una vez más el montaje es más que esencial en el cine que a pesar de que he avisado de spoilers me niego en rotundo a desvelar algunos tan sustanciales y llamativos, como esos cinco minutos finales tan violentos y cortantes, y en los que la ambigüedad es la reina de la función. Eso sí, me he divertido mucho con la extensión en los roles de Lucy Liu francamente graciosa en sus diálogos con Mel Gibson y Maria Bello por vitales motivos. Por no hablar de la escena en la que Porter le pega una paliza a su mujer, escena políticamente incorrecta y que hoy día leventaría suspicacias debido a su brutalidad. Si de algo puede presumir la versión del director es de no andarse con remilgos en cuanto a violencia se refiere. Ahí sí se recupera algo del estilo ochentero, incluso anterior la influencia de los films más violentos de Don Siegel es evidente, ya no solo por ese bar llamado Varrick que hace alusión a "La gran estafa" ("Charley Varrick", 1973), violencia como dios manda.
"Payback" versión del director es mucho más oscura, la fotografía de Ericson Core, quien probablemente hizo su mejor trabajo en este film, se trató de nuevo para conseguir otras gamas que fuesen más a tono con las intenciones de Helgeland de hacer un thriller sucio y nada complaciente. La banda sonora de Chris Boardman se cambia por los toques jazzisticos de Scott Stambler y el efecto logrado es mejor sin duda. Pero Helgeland no pudo acceder a todo el material que tenía filmado desde 1998 para reconstruir su película tal y como él quería, probablemente porque en la productora no saben guardar bien las cosas. En cualquier caso es algo que se nota un poco y afecta al ritmo del film, lo que por un lado ganamos lo perdemos por el otro. Y si comparamos a Gregg Henry con John Vernon en el film de Boorman, lo cierto es que el primero sale mal parado con su interpretación pasada de rosca y totalmente exagerada, más que un villano o un mal tipo parece un payaso de circo. Mientras Vernon infundía temor y era un oponente a la altura de Lee Marvin, en esta todo eso se pierde.
Con todo un servidor prefiere la versión del director a la estrenada en 1999 las nuevas escenas para aquella versión tuvieron que esperar nada menos que un año debido a que Gibson estaba filmando la cuarta entrega de "Arma letal", que nunca me pareció un mal film. La pena es que no hemos podido ver todo lo que Helgeland tenía filmado, y que por mucho que quisiese hacer un thriller distinto, las dotes de Helgeland como realizador no son ni mucho menos las que tiene para escribir. Si algo posee el film de Boorman es una arrolladora personalidad en la dirección, algo que aquí sólo se ve a ratos; Boorman convertía una trama mediocre en algo fascinante, aquí los defectos de la historia salen a la luz. Eso sí, ya le gustaría a muchos thrillers actuales ser como este.
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Que opina? Críticas a la carta | Jumanji, de Joe Johnston - 14/11/2012 2:58:31
" Son muchas las películas a las que uno coge un cariño especial durante su infancia por unos motivos u otros, pero no todas ellas resisten igual de bien un revisionado cuando uno ya ha crecido y no es un tierno infante. Hay casos en los que simplemente es una joya de película, otros en los que sólo nuestra inconsciencia juvenil nos hizo disfrutar de dicha película en primer y luego hay casos intermedios como el de "Jumanji" (Joe Johnston, 1995), vuestra última elección para formar parte del selecto grupo de cintas que han disfrutado de una crítica a la carta.He de reconocer que no llegué a ver "Jumanji" durante su estreno en cines, donde gozó de un notable éxito, siendo vista por más de dos millones de personas sólo en nuestro país. Dicho éxito llevó a algunos a cines a volver a exhibirla durante el verano de 1996, oportunidad que aproveché para convertirla en una de las primeras películas que vi en una sala de cine que no fuese la de mi pueblo. Lo cierto es que me entretuvo de lo lindo, pero tampoco se convirtió en una película que adorase con locura ni nada por el estilo (algo que sí pasó con el otro título que vi ese mismo día), una sensación que se mantuvo en el único revisionado completo que hice varios años después. Desde entonces, preferí recordarla con cariño para evitar que se me viniera abajo, algo que, por fortuna, sólo se ha producido de forma parcial.
El guión de "Jumanji" fue uno de los puntos más conflictivos de la película, ya que Chris Van Allsburg, autor del prestigioso relato original del que parte "Jumanji", siempre puso muchos peros a la posibilidad de una adaptación cinematográfica, prefiriendo conformarse con los pingües beneficios que estaba obteniendo por la venta de su libro. Sin embargo, Van Allsburg acabó diendo su brazo a torcer cuando le permitieron colaborar en un primer borrador junto a Jim Strain y Greg Taylor, pero las divergencias pronto resurgieron por el empeño del autor en conseguir un guión brillante. Esto se tradujo en que la adaptación acabó pasando por múltiples manos, quedando finalmente acreditados Straing y Taylor junto a Jonathan Hensleigh, también responsable del libreto de otro de los títulos más taquilleros de 1995: "Jungla de Cristal: La Venganza" (Die hard: With a vengeance, John McTiernan).
El resultado lo anterior fue que la película acabó alejándose muchísimo del original literario, por lo que podría decirse que le salió el tiro por la culata a Van Allsburg. De esto esto se podría esperar que la presencia de Robin Williams se potenciara al máximo, política habitual en las producciones que cuenta con una gran estrella , Williams lo era por aquel entonces-, pero lo cierto es que tarda prácticamente 30 minutos , casi un tercio del metraje- en aparecer por primera vez. Esto es el resultado de un primer acto algo alargado que, tras un prometedor prólogo para introducir el misticismo del juego, se ve obligado a introducirnos en dos historias diferentes que acaban colisionando una vez Williams aparece en pantalla. Este punto, necesario para que los protagonistas sean más que meras marionetas sin alma, entorpece el ritmo de la película, ya que lo que una cinta como "Jumanji" demanda es que sus personajes sean introducidos con agilidad para dar el salto a la aventura que el público está deseando ver.
Una de las principales pegas del comienzo es gran parte de la historia que rodea al personaje de Alan, pues tanto su displicente padre como el trabajador de color de éste son más una molestia que una ayuda para el conveniente desarrollo de la historia. La relación con el primero sí que gana cierto peso cuando aparece el cazador de la jungla, ya que el hecho de estar interpretado ambos por Jonathan Hyde es obvio que no va más allá del mero capricho y de ahorrarse el sueldo de otro actor, pues va relacionado a la maduración personal del protagonista, pero tampoco es algo que tenga la suficiente fuerza, habiendo sido preferible que el cazador fuera poco más que una mosca cojonera más de Jumanji. Peor suerte corre el interpretado por David Alan Grier, anodino en el primer acto y molesto durante el resto del tiempo, ya que el guión lo confina a ser un secundario cómico de la peor calaña.
La partida de Jumanji y la imprevisibilidad de lo que va a salir del tablero es, de lejos, el aspecto más interesante de la función, ya que la aleatoriedad de la misma, algo criticable en la mayoría de casos, se convierte en su principal razón de ser, consiguiedo atrapar la atención y las ganas de aventura del espectador, por lo que Joe Johnston decide no entrometerse demasiado a través de su sencillo pero acertado trabajo en la puesta en escena. Además, Robin Williams sorprende con una composición en la que no abusa de su capacidad expresiva, dejando para ellas casi el mismo espacio que a unos esfuerzos dramáticos , el choque con la realidad cuando regresa del juego o el reencuentro con una meramente correcta Bonnie Hunt- cada vez menos habituales en producciones como "Jumanji". Más del montón y perfectamente sustituibles son los dos chavales, siendo "Jumanji" una mera estación de paso en el crecimiento de la carrera de Kirsten Dunst y una oportunidad de oro para Bradley Pierce, quien ficharía poco después por "Los Borrowers" (The Borrowers, Peter Hewitt, 1997) antes de centrar su carrera en el doblaje de personajes de producciones animadas.
Los efectos especiales de "Jumanji" fueron una de la cosa más llamativa en la época de su estreno, y vista hoy en día es algo que no llego a explicarme. Es cierto que en 1995 aún no eran tan habituales los excesos visuales para tapar las carencias de guión, pero sí que habíamos podido ver que cintas como "Terminator 2: El juicio final" (Terminator 2: Judgment day, James Cameron, 1991) o "Parque Jurásico" (Jurassic Park, Steven Spielberg, 1993) creaban momentos que aún hoy perduran en nuestra memoria. Ése no es el caso de "Jumanji", ya que la película pierde mucha efectividad en cuanto los efectos del juego de mesa cobran protagonismo, en especial en lo concerniente a sus traviesos monos (un recurso cómico habitual, pero, como suele ser también habitual, mal conseguido aquí), que actualmente casi duelen a la vista. Esa sensación de cutrerío visual no resulta tan agudizada en el resto de casos, pero uno siempre es consciente de estar presenciando un truco óptico resuelto con escasa pericia.
El desenlace, presente de forma similar en el relato de Van Allsburg, nos deja claro que Sony estaba muy por la labor de rodar una segunda entrega, proyecto que fue aplazándose hasta caer finalmente en el olvido. Muchos quisieron ver en "Zathura. Una Aventura Espacial" (Zathura: A space adventure, Jon Favreau, 2005) una secuela de "Jumanji" tanto por sus similitudes argumentales como el hecho de estar basada en otro relato de Van Allsburg, pero todos los implicados en el proyecto hicieron cuanto estuvo en su mano para negar tal asociación o relativizarla lo máximo posible. Quizá acabaron arrepentidos cuando terminó convirtiéndose en un fracaso económico al no conseguir recaudar tan siquiera los 65 millones de dólares que costó. Eso sí, Sony no se rinde con "Jumanji" y este pasado verano anunciaron que ya están trabajando en un reboot de la misma, una idea que no me resulta tan desagradable después de haber completado este revisionado.
En definitiva, "Jumanji" es una película sobre la que pesa mucho el paso de los años en su acabado visual, uno de sus puntos fuertes cuando se estrenó en 1995. Por lo demás, la sensación de aventura funciona siempre y cuando es la propia partida la que gana protagonismo y no aspectos de dudoso interés como los monos dañinos a la vista o el policía de color, agradeciéndose también que haya espacio para apuntes trágicos o que Robin Williams modere los excesos expresivos de los que hacía gala en aquella época. Vamos, un aceptable entretenimiento, pero lejos de ser digna de hablarse de ella como una mítica cinta de corte familiar.
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Es Noticia, Las cinco mejores películas de Brian De Palma - 12/09/2012 4:10:23
" No son pocos los directos a los que aprecio sobre los que, por un motivo u otro, no he tenido aún la posibilidad de escribir algo para hacerles realmente justicia. Es por ello que he querido aprovechar que ayer fue su 72 cumpleaños y que "Passion" (2012), su primer trabajo tras las cámaras tras cinco años de larga ausencia, está de actualidad por su discreta acogida en el reciente Festival de Venecia para hablaros de las mejores películas de Brian De Palma. Y es que siempre será preferible esto a tener que aprovechar una ocasión menos alegre como pasó en el caso de Tony Scott. Ya os adelanto que las tres películas que se han quedado a las puertas de entrar en esta subjetiva lista han sido "Carrie" (1976), "Vestida para Matar" (Dressed to Kill, 1980) y "Misión Imposible" (Mission: Impossible, 1996). Os invito a descubrir cuáles han sido las cinco agraciadas."Impacto"
Me atrevería a decir que estamos ante la película más infravalorada de De Palma, ya que es poco habitual verla mencionada entre sus mejores trabajos cuando estamos ante una película notable. Es también un primer intento de distanciarse de forma definitiva de esa fama que arrastraba en sus primeros años de imitar en demasía a Alfred Hitchcock (algo que nunca será problema si se hace bien como sucedía en su caso), ya que en esta ocasión su gran referente es "Blow-Up" (Michelangelo Antonioni, 1966) y multitud de cintas francesas de los años 60, pero llevándolo a su terreno para ofrecer un apasionante relato de suspense a partir de la grabación casual de un crimen, la cual cuenta con un cierre inmejorable. Quizá la presencia de John Travolta, que está perfecto en su papel, hace que algunos se echen para atrás a la hora de realizar un acercamiento más justo a "Impacto" (Blow Out, 1981) o tal vez sea mero desinterés, no lo sé.
"Los Intocables de Eliot Ness"
Una de las cintas más emblemáticas de su realizador, y también uno de los títulos más respetados el cine comercial americano de los años 80, y con razón. "Los Intocables de Eliot Ness" (The Untouchables, 1987) es un acertado cruce entre relato negro y gran entretenimiento que goza de un gran reparto capaz de dar lo mejor de sí mismo (muy merecido el Oscar para Sean Connery), en especial un Kevin Costner que sólo en una ocasión consiguió estar mejor que aquí. Además, De Palma se da el gustazo de regalarnos grandes set pieces como ese momento en la estación de tren directamente sacado de la mítica "El Acorazado Potemkin" (Bronenosets Potyomkin, Sergei M. Eisenstein, 1925), todo ello realzado por la memorable banda sonora de Ennio Morricone, quizá el mejor compositor cinematográfico de la historia.
"El Precio del Poder"
Seguramente el título más emblemático de su filmografía, ya que Tony Montana (estupendo Al Pacino) ha trascendido más allá de lo cinematográfico y se ha convertido en un icono cultural. Sin embargo, considero que el guión de Oliver Stone se alarga en exceso cuando fácilmente podría acortarlo unos 15 minutos sin que la película se resienta por ello. Es quizá un reproche que algunos no compartan, pero que para mí siempre ha sido vital para situarla un escalón por debajo de lo mucho que es glorificada por algunos. No me interpretéis mal, disfruto mucho de sus actuaciones y de la sabia utilización de los excesos para mostrar el auge y la caída de la carrera criminal de Montana, pero siempre que he visto este remake de la mítica "Scarface" (Howard Hawks, 1932) me he quedado con la sensación de que había alguna trama que podría haberse acortado o eliminado.
Crítica en Blogdecine: Críticas a la carta | "El Precio del Poder" ("Scarface"), de Brian de Palma
"Snake Eyes"
Estoy convencido de que a más de uno le sorprenderá la inclusión de "Snake Eyes" (1998) en esta selección de las mejores películas de De Palma, ya que parece existir cierto consenso sobre que empieza de una forma formidable con un extenso plano secuencia que concluye con el crimen que precipita la verdadera historia de la misma, pero no estoy de acuerdo. Es cierto que mi reconocido fanatismo por Nicolas Cage podría tener algo que ver, pero no tengo problema en valorar cuando una película suya es una mierda, y en este caso estamos ante uno de sus mejores trabajos como el héroe corrupto de la función. De Palma, como ya apuntaba, se luce especialmente en los primeros quince minutos del relato, pero luego sabe mantener la tensión y enganchar al espectador hasta un tramo final que podría haber estado algo mejor resuelta, pero que no es suficiente para empañar los méritos de todo lo visto hasta ese momento.
"Atrapado por su Pasado"
No sólo el mejor trabajo de De Palma, sino que hasta me atrevería a decir que es una de las mejores películas de la historia. Cierto que no la incluí entre mis diez películas favoritas, pero fue una de las que se quedó a las puertas de lograrlo. Y es que "Atrapado por su pasado" (Carlito"s Way, 1993) es un apasionante relato sobre las dificultades de su protagonista para conseguir la redención tras estar varios años en la cárcel, siendo el contrapunto perfecto para "El Precio del Poder", ya que los excesos de aquella se tornan aquí en un tono mucho más pausado. Además, Al Pacino ofrece una actuación magistral mucho más merecedora del Oscar que la que realizó en la aceptable "Esencia de Mujer" (Scent of a Woman, Martin Brest, 1992), pero es que un irreconocible Sean Penn también está antológico. Por su parte, De Palma también roza la perfección en la puesta en escena, en especial en la secuencia del clímax. Una Obra Maestra.
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